Super Monkey Ball: Banana Blitz, Impresiones
Pese a su apuesta por unos gráficos muy sencillos, la adaptación del juego al control de Wii se ha hecho de una forma muy lógica y natural. Y como es habitual en la saga, escenarios imposibles y un gran número de minijuegos extra. Tras Banana Blitz, todos los Super Monkey Ball anteriores resultan excesivamente obsoletos.
Pese a su apuesta por unos gráficos muy sencillos, la adaptación del juego al control de Wii se ha hecho de una forma muy lógica y natural. Y como es habitual en la saga, escenarios imposibles y un gran número de minijuegos extra. Tras Banana Blitz, todos los Super Monkey Ball anteriores resultan excesivamente obsoletos.
Super Monkey ball fue una de las primeras apuestas de Sega en Nintendo cuando hace ya unos cuantos años se convirtiera en third party. El concepto era y sigue siendo básico. Controlando la inclinación de una superficie, debemos hacer rodar a un mono dentro de una esfera hasta la meta. Así, no controlamos directamente al personaje sino al escenario. Insisto, un concepto simple, pero que en manos de Amusement Vision, el equipo responsable de su desarrollo, resulta una labor milimétrica e incluso desesperante en ocasiones.
Super Monkey Ball: Banana Blitz (Nintendo Wii) |
Super Monkey Ball: Banana Blitz (Nintendo Wii) |
La curva de dificultad del juego es muy progresiva y adecuada, pero parece no tener límites. Las cien fases totales comienzan muy discretamente, tanto que no tardamos en apoyarnos en su aspecto visual para tacharlo rápidamente como 'un juego de crios'. Pero no tarda en complicarse la cosa. De repente, debemos prestar toda nuestra atención para no caernos por tercera (cuarta o quinta) vez por el mismo sitio, cruzar por un paso concienzudamente estrecho y conseguir por el camino el mayor número de plátanos posibles.
Super Monkey Ball: Banana Blitz (Nintendo Wii) |
Super Monkey Ball: Banana Blitz (Nintendo Wii) |
Super Monkey Ball: Banana Blitz reta a que cualquier persona que pase por delante de la Wii se pare a 'echar una partidita' y se vea en unos minutos intentando mirar por encima del hombro al resto de amigos. Sin armar mucho jaleo entre tanto título de lanzamiento, si el usuario final consigue saltarse los prejuicios sobre su diseño pasteloso, encontrará un juego que le mantendrá ocupado durante mucho tiempo.
Super Monkey Ball: Banana Blitz
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