Sobrecogidos por el miedo

Si por algo se caracteriza F.E.A.R. por encima de otros FPS es, como los usuarios de PC pudieron descubrir hace un tiempo, su exquisita puesta en escena y la perfecta mezcla entre la acción del género que le define y el terror que el título nos indica. Ponerse a los mandos de este juego es una experiencia sorprendente, y todo posible prejuicio que se tenga a priori debe ser dejada de lado.

Después de su triunfal paso por PC, a donde llega ahora una expansión que analizamos también hoy, F.E.A.R. llega a las consolas de nueva generación, siendo su primera parada Xbox 360. A grandes rasgos nos encontramos con el mismo juego que en PC, pero adaptado a la máquina de Microsoft de manera magistral, aunque algunos detalles quedaron por pulir.

La nueva misión de este equipo nos lleva a la caza de Paxton Fettel, un comandante militar convicto que ha perdido los papeles y se ha hecho con el control de un ejército de clones que siguen fielmente sus órdenes. Seguiremos sus pasos a lo largo de numerosas localizaciones, encontrándonos con muchos peligros y con numerosos sustos e interesantes giros argumentales.

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Sin desvelar nada importante con el fin de no estropear las sorpresas que esconde el juego, cabe destacar también la presencia de una escalofriante y desconcertante niña pequeña que aparecerá ante nosotros en diversas ocasiones. Este personaje sigue claramente la tendencia del cine de terror de presentar niños escalofriantes, y la fórmula, una vez más (aunque ahora en el campo de los videojuegos), consigue triunfar.

Esto se nota en cada momento del juego, de una forma que, al principio, nos deja algo desconcertados. Es decir, los enemigos no se lanzan hacia nosotros de forma alocada, sino que reaccionan del modo más lógico, que no siempre es el que esperamos. Así, mientras están distraídos seguirán sus rutinas, pero en cuanto les ataquemos o nos vean, tomarán medidas.

Sus acciones dependerán de la situación: si se ven en superioridad nos atacarán sin contemplaciones, intentando tendernos emboscadas para rodearnos y acabar con nosotros sin compasión; en cambio, en los momentos de inferioridad, tenderán a esconderse o escapar, esperando atacarnos cuando menos nos lo esperemos, como puede ser saliendo de la habitación y dando la vuelta al edificio para intentar cogernos por la espalda.

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Además, para todas las situaciones del juego podemos hacer uso de un especial que consiste en ralentizar la acción, como el clásico bullet-time, que podremos aprovechar para esquivar las balas y atacar indiscriminadamente a nuestros enemigos sin que estos puedan casi reaccionar. El medidor del mismo es limitado, por lo que tendremos que utilizarlo sabiamente para no encontrarnos en una situación comprometida mientras este se carga de nuevo.

Todo ello aderezado por el segundo ingrediente, que da título al juego y que convierte a F.E.A.R. en un FPS atípico y muy especial y atractivo: el miedo, el terror, el conseguir crear una tensión crítica en el usuario. La capacidad de este juego para asustar está fuera de toda duda ya desde la primera fase del juego o la desconcertante secuencia de introducción.

Recurre a algunos tópicos, pero está al nivel de algunos de los mejores survival horror, ya que cuando menos nos lo esperemos podemos toparnos con fantasmas que vagan por las habitaciones, cajas o cadáveres que caen del techo sin previo aviso, o evasiones de la realidad en las que el personaje sufre visiones de las que deberemos escapar para no toparnos con la muerte.

Todas ellas están muy bien representadas e implementadas en el juego, aunque en algún momento pueda producir la sensación de que las situaciones se desarrollan en fases que siguen la secuencia fijada terror-acción-terror-acción. Esto se dará en pocas ocasiones, especialmente en los primeros niveles, ya que según avanzamos en la historia la combinación de FPS y terror se convierte en un todo que engancha al usuario a la pantalla.

Además, tenemos una misión nueva que no había aparecido en PC. Aunque peca de ser bastante corta, ofrece nuevos detalles de historia en un arco argumental secundario así como un nivel de dificultad bastante elevado que pondrá a prueba nuestras habilidades. También podremos disfrutar de algunas armas nuevas, aunque no son especialmente llamativas ni superiores a las clásicas.

Se han pulido, del mismo modo, algunas animaciones que permiten que el juego luzca mejor y de una forma mucho más fluida y realista. Ahora se hace uso de un sistema de Puntos de Control, en vez de grabar partida a nuestro antojo como hacíamos en PC, que están perfectamente implementados en el juego. Sin olvidarnos de los logros, aunque la mayoría consisten en los niveles de dificultad más elevados.

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El principal fallo radica en la imposibilidad, una vez más, de jugar más de un usuario en la misma consola, lo cual limita las posibilidades de un modo para varios usuarios como este, sobre todo para aquellos que no tengan la máquina conectada a Internet. Además, no tiene salas de chat después del combate, lo cual impide poder comentar las jugadas con nuestros rivales y hacer nuevos amigos. Por lo demás, es muy divertido y se mueve perfectamente sin lag ni problemas mayores.

A pesar de que, en líneas generales, el juego tiene un aspecto fantástico en el terreno visual, hay ciertos elementos que se podrían haber mejorado y que deslucen un poco el resultado final. Para empezar, la repetición de los escenarios resulta algo aburrida por momentos, ya que siempre nos movemos por lugares bastante similares en diseño entre sí.

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Los brazos del protagonista que se ven en pantalla resultan un poco artificiales, sobre todo al cargar, ya que dan sensación de ser demasiado largos y carentes de un cuerpo detrás. Además, nos hemos encontrado con algún pequeño bug, como por ejemplo al saltar a una plataforma desde el agua, ya que si lo hacemos en un lugar al que no podemos acceder el personaje se quedará atascado de forma extraña antes de volver a caer al agua.

Las melodías del juego son bastante terroríficas y consiguen crear atmósfera, así como los efectos sonoros se presentan realistas y creíbles. El doblaje, en español, puede considerarse bien elaborado; no es el mejor que hemos escuchado, pero está por encima de la media, con un buen trabajo de traducción por detrás, que se nota en las expresiones de los personajes.

En cuanto a la jugabilidad, el título responde perfectamente a nuestras órdenes con el mando de control, lo cual se traduce en altas cotas de diversión. La historia principal dura sobre unas 10 horas que pueden llegar a saber a poco porque querremos seguir con un juego muy envolvente y divertido; aunque siempre nos queda Acción instantánea, conseguir los logros y el interesante juego en red.

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