Laharl puede dormir tranquilo

Hace casi dos años y medio llegó a PlayStation 2 el considerado por muchos como mejor RPG táctico actual -y probablemente de la historia, aunque quizá sea demasiado decir-. Casi entre las sombras, su distribución a cargo de Virgin Play fue bastante discreta, convirtiéndolo rápido en uno de los productos más buscados de la Bestia Negra por coleccionistas y amantes del género. A día de hoy es bastante difícil encontrarlo, pero no imposible. Eso sí, de conseguirlo podéis estar contentos. Disgaea: Hour of Darkness comprimía en un CD un argumento impresionante y divertidísimo y una jugabilidad de ensueño. Ahora nos llega su secuela, que evidentemente pule aspectos del anterior o añade elementos que completan la oferta del original.

Pese a todo mantiene sus bases, es decir, un sistema de juego por rejillas (RPG táctico) y especialmente un particular sentido del humor que todos los que hayan probado algo de Nippon Ichi Software (LaPucelle, Phantom Brave, Makai Kingdom) reconocerán al primer vistazo. Haciendo un poco de balance, en Disgaea asumíamos el control de Laharl, príncipe del Netherworld que perdió la posibilidad de ascender al trono cuando su padre murió atragantado por una galleta (sí, en serio). ¿Por qué? Simplemente por que nuestro pequeño amigo estaba pegándose una ligera siesta de dos años. Así, después de despertar, se unió a la succubus Etna, su fiel vasalla, para lograr lo que le pertenecía por derecho.

El argumento seguía de forma similar, llegando a encontrarnos personajes icónicos como una ángel asesina obsesionada con la paz y el amor, un héroe de mandíbula cuadrada bastante tonto, su ayudante mona y presumida, un robot llamado Jueves, e incluso los Prism Rangers, un grupo de Power Rangers ciertamente cómicos que han marcado un hito histórico. Total, que con estos precedentes Disgaea 2 no puede sino seguir el mismo camino. Y vaya si lo hace...

Adel, qué has hecho...
Los mundos están siendo sometidos, uno a uno, al control de un poderoso Overlord llamado Zenon. Lo que éste no se esperaba es que en un remoto pueblo Adel, un joven humano, estaría pensando en derrotarle por razones que van más allá de la lógica. Resulta que toda la gente de la villa de Adel se convirtió en demonio a causa de la citada maldición. Su hermana nació con alas, su hermano pequeño con cuernos, su madre está obsesionada con la muerte, y todos han sido privados en gran medida de sus recuerdos del pasado. Los más desgraciados han sido convertidos en monstruos que campan a sus anchas por el mapeado, por lo que de no terminar con la maldición el destino de la familia de Adel no diferirá demasiado de éste.

¿Qué hacer? Pues nada. La madre de Adel invoca a una serie de entes espirituales para que ayuden al joven en su viaje, y por error, en lugar de convocar a Zenon para derrotarle, aparece de la nada su hija, la preciosa Rosselia, una joven rubia y, como dictan las normas, refinada y pija, capaz de usar un arma incluso. A Adel no se le ocurre otra cosa que hacer un pacto con ella: Él la acompañará a su castillo si una vez allí, ella le deja matar a su padre. Con esta original premisa parten camino al reino del poderoso Overlord... ¿Lo conseguirán?

Partiendo de la base conocida y expandiéndola
Disgaea 2 se nos presenta como un RPG táctico de la vieja escuela, como el anterior pero con algunos añadidos más. Antes de empezar, os recomendamos leeros el análisis del título anterior para tener una base más sólida del título que tratamos, ya que al compartir en general la mecánica consideramos innecesario repetirla más allá de las novedades. Podéis acceder al texto haciendo click aquí.

Dicho esto, resumiremos comentando que estamos ante batallas por rejillas: Tenemos los clásicos movimientos en base a nuestro radio de ataque, golpes mágicos, combos, uso de objetos, etcétera. Una de las novedades reside en las clases de personajes: Disgaea 2 cuenta con la opción de crear, gracias a puntos de maná, distintos personajes/vasallos para los miembros de nuestro grupo. Encontraremos tanto guerreros, como arqueros, ladrones, magos o como novedad, ninjas. Este grupo es especialmente ágil y cuenta con algunos movimientos asombrosos, siendo especialmente útiles en momentos donde la velocidad es vital para salir adelante: atacar y huir, por ejemplo.

Encontraremos nuevas opciones dentro de los combates, como el comando "Catch" (Atrapar), que se une a Lift (Coger) y Throw (Lanzar). Estos últimos servían para agarrar a un personaje y, posteriormente lanzarlo a otro lado del mapeado. "Catch" tendrá por finalidad que podamos recoger elementos del mapeado, así como armas u objetos. Además, si por ejemplo tenemos a alguien en posición de "Throw", podemos agarrarlo con Catch y lanzarlo aún más lejos. Con esto se consigue que no se necesiten tantos turnos para pasar de un lugar del mapa a otro.

El particular sentido del humor de Nippon Ichi volverá a hacer acto de presencia en el repertorio de ataques, técnicas especiales y objetos que podremos ir consiguiendo. Uno de ellos, entre el grupo de las novedades, es el teléfono móvil. Con él podemos llamar a personas -pizzeros por ejemplo- para que nos traigan comida instantáneamente y, obviamente, nos curen una porción de vitalidad. Este y otros tantos ítems serán de uso único, por lo que habrá que calcular bien en que momento darles uso.

Evidentemente, vuelven los aspectos tácticos que hicieron del anterior una compra obligada para amantes del género. Los GeoPaneles, piedras que suman valores elementales al mapeado de combate (generalmente cuadrados de tierra con desniveles), gozan ahora de más características, haciendo las batallas mucho más complicadas/sencillas según el caso. No sólo esto, sino que los nuevos elementos "secundarios" y adversos al modo historia, suman además nuevas formas de juego a la fórmula clásica.

Asambleas, hospitales y mundos de ítems
No sólo de combatir se mantiene nuestro amigo Adel, sino que además deberá convencer a una asamblea de monstruos de sus buenas intenciones. Sí, así es, vuelve la Dark Assembly, una especie de jurado compuesto por criaturas de todo tipo de razas que deberán dar el visto bueno a pequeñas peticiones que nosotros formulemos. Pongamos un ejemplo: "Obtener 100 monedas de oro". Si el jurado está formado por 20 personajes, la mitad por lo menos deberá estar a favor de nuestra petición para que esta nos sea concedida. En caso contrario, perderemos la oportunidad de conseguirla siempre y cuando no optemos por conseguirla por la fuerza -opción poco recomendada-.

Claro que esto ahora ha cambiado. Los miembros del consejo pueden estar bajo estados alterados o anímicos, de forma que si de los 20 miembros, siete están a favor, cuatro borrachos y tres dormidos, también ganaremos. Y ahí no acaba la cosa. Nuestro grupo de personajes podrán formarlo numerosos tipos de criaturas y, según a cual utilicemos para formular la petición, nos apoyarán unos personajes u otros debido a nuestra afinidad con ellos. Es decir, que si pedimos el ejemplo de antes con un demonio, y el grupo del jurado contiene a doce criaturas de la misma raza, automáticamente -o por norma general- éstos nos darán su apoyo al formar parte de su partido político.

Esto es una cosa, claro, pero encontraremos otras tantas. Por ejemplo en pleno combate podremos llamar al hospital para que una ambulancia nos asista y nos lleve al lugar médico. Las tiendas de ítems siguen desperdigadas por la ciudad, que vuelve a ser un cuadrado pequeñito -aunque más amplio que el castillo de Laharl, héroe de la aventura anterior-, etcétera.

Otro de los lugares que más tiempo nos robará será el Mundo de los Objetos. Desde aquí, podemos coger un arma, ítem, armadura o cualquier tipo de cosa del grupo de objetos, e introducirnos dentro de él. Y es que cada cosa tiene un mundo interior. Si llegamos al último nivel de cada objeto, iremos subiéndolo de nivel, obteniendo habilidades, potenciándolo y evidentemente logrando nuevas opciones. Se ha mejorado -y mucho- con respecto al del primer Disgaea, siendo ahora mucho más sólido.

En general a nivel jugable Disgaea 2 es una auténtica bomba. Si toma como base el del título anterior y le añade ahora elementos sumamente interesantes como los estados alterados y los partidos políticos de la Asamblea Oscura, caeremos en la cuenta de que estamos ante un producto completísimo y sólido de forma instantánea. La duración no es problema: más de 10 horas para superar la historia, y cientos si queremos explotarlo al 100% con búsquedas secundarias y demás.

Apartados técnicos
Disgaea 2 hace uso del mismo motor gráfico que al juego anterior y, en general, que todos los títulos tácticos de la compañía para PlayStation 2. Esto significa que nos encontramos con sprites 2D con diseño super deformed, bastante grandes pero no especialmente detallados, y unos fondos 3D ciertamente mejorables. Es perdonable por que a nivel jugable es una auténtica gozada, pero ya empieza a ser un poco cansino el que siempre recurran al mismo motor.

Donde brilla el título es en el diseño artístico, muy "kawai", típico de la serie. Personajes como Adel, Rosselia, los monstruos o los Prinnies, unos pingüinos-explosivos con dos espadas y una mochila, son tremendamente carismáticos sobre el papel y más en el propio desarrollo. Una novedad importante es que ahora, eventualmente, encontraremos vídeos anime de una calidad excepcional -especialmente destacable la introducción del juego-.