Tiki-taka sobre ruedas

Los desarrolladores británicos de Razorworks vuelven a ponernos en bandeja una nueva oportunidad para conducir el arsenal de vehículos de la marca Ford, de la manera más sencilla y directa posible. Esto es, un videojuego donde la palabra arcade retumba por encima de las demás notas musicales, y en el que el juego en equipo se convertirá en su sello de distinción.

Ampliar

Ford Street Racing, apodado L.A. Duel por una razón de peso -la práctica totalidad del juego se desarrolla en el asfalto de Los Angeles- llega a PSP tras su paso hace unos meses por los circuitos de Playstation 2 y PC. El precio de salida será más reducido de lo que es habitual en los lanzamientos para la portátil de Sony.

De hecho, Razorworks va a calcar paso por paso los patrones que caracterizan a su longeva saga automovilística: un videojuego que alcance unos niveles equilibrados en calidad y coste, con el objetivo de llegar al mayor número de público posible y dejando a buena altura la implementación de los modelos automovilísticos de la conocida marca.

Como ya ocurría en sus anteriores versiones, Ford Street Racing nos ofrecerá una serie de modos de juego donde sobresale la opción de formar un equipo de dos o tres vehículos y manejarlos sabiamente para conseguir la victoria frente al equipo contrincante.

Un matiz estratégico que añade variedad al factor jugable y que, unido a su más que correcto nivel tecnológico, formarán la columna vertebral de este nuevo UMD.

Presumiendo de automóvil

Si echamos un vistazo a lo que ofrece esta versión portátil de Razorworks, nos llamará la atención una especie de 'bonus pack' que se ha incluido en el juego; en otras palabras, Ford Street Racing para PSP incluye 24 modelos de coche y 37 circuitos distintos, frente a los 18 vehículos y 24 trayectos que incluían las versiones de PS2 y PC. Cabe destacar el esfuerzo de aprovechamiento de UMD, a priori más limitado espacialmente hablando.

Por otro lado, el modo Carrera Rápida nos pondrá directamente en la pista para correr un circuito con opciones escogidas al azar, mientras que desde el modo Arcade se nos dará la posibilidad de escoger un tipo de competición, ya sea en solitario o en equipo.

Éstos son los principales tipos de competiciones que incluye el juego:

Además, se podrá jugar multijugador mediante Wi-Fi. Sin embargo, estará algo limitado: sólo permite carreras simples mediante conexión Ad-Hoc, con dos jugadores más si es por Equipos, o con cinco jugadores más si es en Solitario.

g r á f i c o s   y   s o n i d o

La conversión portátil de Ford Street Racing parte de una base tecnológica que no pasa de correcta. En PS2, la representación visual de las calles de Los Angeles y la integración de los vehículos sobre el asfalto no era nada del otro mundo, saliendo bastante malparado en comparación con otros títulos de tinte arcade como los representantes de las sagas Burnout o Need for Speed.

En esta ocasión, se puede decir que se ha logrado una conversión bastante fiel al original, y la verdad es que el juego luce mucho mejor en la pantalla de PSP que las versiones de sobremesa.

El modelado de los coches maximiza el número de polígonos utilizados, inferior a otros títulos del género con mayor presupuesto; correctas texturas y un sabio uso de la iluminación consiguen un resultado bastante aparente y efectivo. 

El marco de la acción no está a la misma altura. Los escenarios ganan variedad gracias a los nuevos entornos introducidos, aunque se vuelven repetitivos con excesiva prontitud. Estáticos y con muy poca vida -algún pajarillo que otro como mucho-, conformando un desangelado Los Angeles, valga el fácil juego de palabras.

La sensación de velocidad no está nada mal; sin llegar a las cotas alcanzadas en otros exponentes como Burnout o el propio WipeOut Pure, la verdad es que en este sentido gana mucho respecto a la versión original, rindiendo a 30 sólidos frames por segundo.

Así pues, lo mejor del apartado visual es, con diferencia, la representación de todos y cada uno de los modelos Ford; qué menos que eso, pensaría el presidente de la compañía. Por cierto, mención especial para las pantallas de carga, donde se nos muestran bellas instantáneas de los vehículos incluidos en el juego.

Respecto al sonido, y al menos en la versión que hoy analizamos, nos encontramos con una banda sonora mediocre que solamente suena en los menús del juego. Durante el desarrollo de las partidas circularemos únicamente acompañados por un correcto rugido de motores, echando mucho en falta una buena selección de rock -o country, o clásica, lo que sea- que acompañe a la acción.

j u g a b i l i d a d

En cualquier momento podemos intercambiar entre uno y otro pulsando arriba en la cruceta digital; en ese momento se producirá un efecto de deformación muy a lo Matrix, pasando la cámara a enfocar al otro integrante del equipo. Dicho efecto ralentiza la acción, algo contraproducente que resta dinamismo al juego.

Una vez acostumbrados a dicho efecto, podremos poner en práctica las dos habilidades de equipo disponibles cuando tenemos a los dos coches a escasa distancia uno del otro. El Boost hace que uno de nuestros coches otorgue un extra de velocidad al otro integrante del equipo, mientras que el Bloqueo permite formar una barrera virtual que frenará al contrincante que nos pise los talones.

Estas son las piezas que hay que utilizar para ganar la partida. Estrategias como la utilización de 'relevos' mediante el uso alternativo del Boost, o esperar al momento exacto para bloquear al aspirante que venga por detrás estarán a la orden del día.

Costará algo de tiempo dominar estas técnicas, pero serán contundentes y efectivas para ganar las carreras, lo que unido a la escasa inteligencia de la CPU rival nos dejará sin retos en poco tiempo. Esto confiere muy poca chicha a las carreras individuales, dejando prácticamente todo el interés en el juego en equipo.

c o n c l u s i ó n

Ford Street Racing sale al mercado enarbolando su bandera ‘budget' -aunque treinta euros no es moco de pavo a estas alturas- y ofreciendo una experiencia bastante más satisfactoria que la que ofreció hace unos meses en PS2 y PC.

Aunque el juego individual sea más bien normalito, las distintas modalidades de juego en equipo ofrecen un soplo de aire fresco, combinando un pequeño matiz estratégico con la velocidad de este arcade que, con sus fallos, ofrece finalmente un tono bastante correcto en todos sus niveles. Lo peor, que puede hacerse corto y demasiado sencillo a las primeras de cambio. Pero a ver quién puede refutarte que tienes la mayor colección de Fords en el menor espacio posible.