Un doblaje inesperado

A lo largo de nuestra vida de jugones tenemos la suerte de disfrutar de momentos únicos, cuya intensidad y capacidad de vernos inmersos en ellos los vuelven imborrables y casi irrepetibles. Cada persona posee su propia lista, pero estoy seguro de que todo aquel que haya tenido la suerte de jugar al Metal Gear Solid de PS1 guarda como oro en paño un marcado momento imborrable, que no es otro que la práctica totalidad del juego.

¿Cuál es la razón principal por la que el citado título se ha convertido en un clásico inolvidable? Sin duda alguna, la inmensa mayoría de los que lo han disfrutado dirán que buena culpa de ello la tiene su doblaje al castellano, por encima incluso de su excepcional guión y la revolución que supuso su mecánica de juego. La conversión a nuestro idioma quedó más que cerca de la perfección, y no la alcanzó porque la perfección no existe (o al menos eso dicen).

Todos los que vivimos esa aventura unos ocho años atrás llegamos a pensar que nos encontrábamos ante un antes y un después en el panorama de las conversiones de juegos destinadas a nuestro país. Craso error el nuestro, ya que en las siguientes entregas de la saga Metal Gear, Konami se negó en redondo a permitir que Snake siguiera hablando en castellano. Al mismo tiempo, las restantes compañías -casi todas third parties japonesas- nos 'obsequiaban' con conversiones PAL cada vez más deleznables. Y como broche de oro, todo esto nos era ofrecido junto al consabido aumento de precio con respecto a los mercados japonés y norteamericano.

Los usuarios nos hemos quejado de ello durante años, y las compañías no han hecho más caso que el de contestar con burdas excusas. Sin embargo, Kingdom Hearts II ha llegado doblado al castellano. Y lo ha hecho sin previo aviso, cuando nadie lo esperaba. Por primera vez podemos disfrutar de un juego de Square Enix al mismo nivel que lo hace un usuario ubicado en Japón o Estados Unidos. No era una conversión fácil, ni mucho menos, pero el resultado ha sido fantástico. Podéis consultar un completo 'Cómo se hizo' de tan histórico doblaje en este artículo, cuya lectura os recomiendo fervientemente.

Lo que ahora tenemos que preguntarnos, lo que de verdad debe interesarnos, es saber si el tratamiento que se le ha dado a Kingdom Hearts II supone el pistoletazo de salida para una verdadera época dorada en lo referente a las conversiones llegadas a nuestro país, o si tan sólo se trata de un espejismo (aunque bendito espejismo) tras el que únicamente nos encontraremos con más de lo mismo. Lo bueno es que ahora nosotros podemos influir en la respuesta a esa pregunta. Kingdom Hearts II nos ha traído algo que hemos estado reivindicando hasta volvernos afónicos, y ahora debemos responder. Las desarrolladoras y distribuidoras deben entender que es éste, y no otro, el camino a seguir.

No se me ocurre una mejor manera de hacer que lo entiendan que realizando un esfuerzo, y ese esfuerzo no es otro que desembolsar los 57 euros que cuesta el juego. 57 euros son muchos euros, sí, pero al menos por esta vez los podemos soltar sin sentir que pagamos más que los demás para recibir menos a cambio. De igual manera, si estás leyendo esto y te muestras interesado en Kingdom Hearts II, deberías plantearte el dejar a la mula en el establo y darle un descanso a tu regrabadora de tropecientas revoluciones por segundo. En lugar de eso, acude a tu tienda favorita, o compra el juego por Internet.

Si hace tan sólo tres meses hubiéramos pensado que juegos como Final Fantasy XII, Resident Evil 5 o GTA 4 podrían llegar a nuestro mercado acompañados de un doblaje al castellano de excelente calidad, muchos nos habrían tachado de ilusos. Pero ahora es una posibilidad. Konami, Capcom, Rockstar y el resto de compañias que se siguen negando en redondo a ofrecernos sus productos perfectamente localizados al castellano van a tener un ojo puesto en las ventas de Kingdom Hearts II, podéis estar seguros de ello. La pelota está en nuestro tejado, ahora depende de nosotros el no dejarla escapar.

Y como soñar es una de las pocas cosas en esta vida que aún son gratuitas, imaginaos lo siguiente: Nos encontramos inmersos en plena partida a Metal Gear Solid 4. Un viejo y cascado Solid Snake cae en una emboscada tendida por su 'estimado' hermano Liquid. Lo normal es que Snake, sin duda frustrado al verse acorralado, exclame furioso 'Liquid! Damn it!' con el timbre de David Hayter. Pero, ¿y si en su lugar soltara un mucho más familiar '¡Liquid! ¿Pero qué coño?' con la añorada voz de Alfonso Vallés?

Como dije antes, soñar es gratis, pero muchos pagaríamos por ver ese sueño hecho realidad, aunque fueran los 600 eurazos que costará PS3 y el mínimo de 70 que nos pedirán por el juego.

Este texto representa únicamente la opinión de su autor y no tiene necesariamente que representar la de MeriStation