Mario vs. Donkey Kong 2: March of the Minis, Impresiones

Mario regresa a Nintendo DS o, mejor dicho, los Mini-Marios. Éstos serán los protagonistas indiscutibles de esta nueva entrega de la serie Mario Vs Donkey Kong, serie que se inició en Game Boy Advance. Ingeniosos puzzles y un control 100% táctil son los representantes principales del juego.

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Mario vs Donkey Kong 2: The March of the minis no es en absoluto una novedad en sí dentro del catálogo de Nintendo. El mismo número que acompaña al título ya nos indica de otro predecesor que, en este caso, vio la luz en Game Boy Advance. A pesar de guardar muchísimas similitudes, hay varias características que difieren entre ambas versiones. Para empezar, el protagonismo no recaerá en Mario que, aunque presente, pasará el protagonismo a los famosos mini-Marios de juguete ya presentes en el juego anterior.

Mario vs. Donkey Kong 2: March of the Minis (Nintendo DS)

Se repite de nuevo el esquema de los títulos clásicos: el malo secuestra a la chica y el protagonista deberá salvarla. Nada nuevo en las entregas de Mario y a las que todos estamos acostumbrados. En una mirada retrospectiva, Donkey Kong regresa como antagonista de nuestro querido fontanero, y como estrella invitada la joven Pauline, la doncella protagonista de los arcades de las aventuras de Mario.

Salvando a la dama

La manzana de la discordia es, cómo no, el amor de una mujer. El argumento empieza a desarrollarse en el acto de inauguración de la nueva instalación Super Mini Mario World, dónde podrán encontrarse versiones reducidas de Mario, Donkey Kong, Toad y Peach. La encargada de cortar la cinta se ve en el aprieto de elegir entre la figura de Donkey o Mario, eligiendo a este último, originando el enfado monumental del gran simio, que opta por secuestrar a la joven en lo más alto del edificio.

La historia transcurre a través de un modo principal compuesto por 9 mundos que representan los diferentes pisos de la instalación, que a su vez comprenden 9 misiones, un minijuego y una fase final contra Donkey Kong. Cada nivel está ambientado de manera independiente al resto y encontraremos mecanismos y enemigos variados según avancemos por el juego, e incluso mezcla de puzzles de pisos anteriores.

Un cierto aire al clásico Lemmings

El planteamiento se acerca más al visto en el increíble título de Lemmings que al propio visto en Game Boy Advance. Como os comentábamos, Mario pasa a segundo plano y el protagonismo recae en sus versiones reducidas. Nuestra misión será activar a todos los que se encuentren en la pantalla (con un simple toque de Stylus) y llevarlos a la puerta de salida. Fácil de contar, pero a veces nada trivial, siempre y cuando queramos completar el nivel con la mejor puntuación posible.

La estructura de los niveles es muy variada, pues nos encontraremos desde los más simples en los que se nos presenta un nuevo puzzle y nos invita a resolverlo fácilmente, hasta los más disparatados en los que mezclan varios a la par de tener a varios mini-marios activados al mismo tiempo. Ascensores, laberintos de tuberías, flippers, fosos de agua, plataformas móviles, muros magnéticos... la gran variedad de elementos evitará caer en la monotonía.

Lo mismo ocurrirá con los enemigos que nos encontraremos. Cada tipo tendrá habilidades distintas: bolas de corriente eléctrica, shy guys, réplicas miniaturizadas de Donkey Kong, las clásicas plantas carnívoras o los bloques de piedra que intentarán aplastarnos (Thwomps). Todos intentarán frenarnos los pies, aunque muchas veces tendremos que aprovecharnos de ellos para poder completar los niveles. Como, por ejemplo, ocurrirá con los shy guys, que harán las veces de plataformas móviles sobre los que evitar algunas trampas.

El control se hace exclusivamente con el stylus, aunque con la cruceta podremos desplazarnos fácilmente por el escenario. Los mini-Marios actúan en base a las órdenes que les indiquemos: si desplazamos el lápiz sobre ellos en una dirección irán hacia allí, si les golpeamos iniciarán su recorrido o pararán, y finalmente si movemos el stylus hacia arriba realizarán un pequeño salto.

A lo largo del nivel podremos ir recogiendo monedas para aumentar nuestra puntuación. Algunas estarán colocadas en lugares estratégicos que tendremos que pensar un poco para llegar, aunque para nada difíciles. También encontraremos una carta en cada nivel. Si conseguimos la totalidad de ellas en cada planta, es decir nueve, desbloquearemos un minijuego protagonizado por Shy Guy.

La puntuación final nos permitirá optar a estrella de bronce, plata u oro. Lo normal en las primeras partidas es conseguir la plateada, aunque cuando cojamos experiencia a la hora de controlar a los personajes las de oro irán saliendo por sí solas. La puntuación se consigue sumando los puntos obtenidos entre las monedas e ítems recogidos, el tiempo restante y además conseguiremos puntos extras por no parar en ningún momento a cualquier mini-Mario (cosa bastante difícil a veces) y por hacerlos llegar a la salida a la vez, opción que se verá más valorada si colocamos un mini-Mario dorado (presente en algunos niveles) al final de la cola.

Completadas todas las fases de cada piso, podremos enfrentarnos a Donkey Kong en un nivel especial. En la pantalla táctil estará colocado un cañón que podremos mover a voluntad y en la superior nuestro archienemigo. Tendremos que disparar los mini-Marios hacia arriba, evitando todos los objetos que nos harán peligrar la vida, para golpear a Donkey. Necesitaremos varios aciertos para dar por completo el nivel, y con ello poder pasar al siguiente mundo.

Construyendo y compartiendo

El principal aliciente del juego no es en absoluto el modo principal, sino el modo de construcción de niveles que los desarrolladores han implementado. Como podéis imaginar, la diversión y las horas de juego crecen de manera exponencial y, si sumamos a eso la posibilidad de descargarnos fases desde los propios servidores de Nintendo o compartir los nuestros con otros usuario a través del Nintendo Wifi Connection, el resultado es más que increíble.

En un primer momento sólo podremos realizar niveles basados en el primer mundo disponible, pero a medida que completemos el juego podremos ir consiguiendo nuevos kits de desarrollo, incluso algunos de ellos especiales que incorporan objetos de varios mundos a la vez. Tendremos un número máximo de objetos permitidos en pantalla y si lo superamos no podremos insertar más, algo que a veces puede frustrar nuestras ganas de tener un nivel bastante completo.

A veces poner muchos handicaps y puzzles no es lo más recomendable, ya que una vez acabemos la edición tendremos que hacer una simulación de la fase, y demostrar que se puede finalizar en el tiempo indicado y con los mini-Marios a salvo. En caso de que pasemos la prueba, podremos enviar esta fase a cualquiera de nuestros amigos en el NWC. Y lo mismo podremos hacer nosotros, con los niveles que ellos mismos diseñen.

Primeras impresiones

Para decirlo brevemente: Nos ha encantado. Si el primer juego ya conseguía una alta nota en nuestro correspondiente análisis, March of the minis sigue su estela con una jugabilidad increíble. Puzzles e ingenio estarán presentes en sus más de 80 niveles, en los que no hay lugar para la repetición de contenidos y mucho menos para el aburrimiento.

Aun sin sabernos a poco, el editor de niveles y la posibilidad de compartirlos a través de la red no ha hecho más que ensalzar nuestra opinión sobre el título, que tiene todas las posibilidades para convertirse en un imprescindible dentro del catálogo de Nintendo DS. Nosotros seguiremos practicando con la versión USA hasta la llegada de la próxima versión PAL, momento en el que como es habitual os ofreceremos un análisis más detallado de esta "marcha en miniatura".