El soldado resucitado

La desarrolladora alemana Burut lo ha intentado, pero Uber Soldier se queda a mitad de camino, con una jugabilidad simple que se suple por una buena relación calidad-precio.

Científicos de Reich han descubierto la manera de revivir tejidos orgánicos muertos. Poniendo en práctica sus antinaturales y terribles experimentos, los nazis están a punto de crear una nueva raza de máquinas de matar, dotadas de poderes psíquicos y una resistencia extraordinaria.

Pero…¿qué sucedería si uno de sus Uber Soldier se rebelase contra sus propios creadores?...Presentamos un juego adictivo, con alta calidad gráfica, y una buena relación calidad-precio.

Un futuro así le esperaba al oficial de la Wehrmatch Kart Stolz de no ser por el asalto de la resistencia al hospital nazi donde estaba recluido. La terrible voz que iba a dirigirle como un autómata se convierte en la proclama de una joven resistente. A partir de aquí, confuso, Kart Stolz se unirá a las filas contra las que luchaba.

Despertados de una pesadilla, con la mente turbada y sin decidir muy bien de qué bando estamos, nuestro único pensamiento es aniquilar a quienes nos han devuelto a la vida para usarnos como marionetas…Por lo visto y vivido en el juego, la historia se explota muy poco y queda relegada como excusa para un FPS lineal. Da la sensación de que todo pasa a cámara rápida.

Por ejemplo, en Return to Castle Wolfestein las primeras misiones no tenían mucho, o nada, que ver con el horror sobrenatural que nos esperaba e iba a guiar la historia. De este modo, lograban hacernos vibrar incluso con un guión ya conocido. Uber Soldier no deja tiempo al disfrute del guión o al sentimiento de venganza del protagonista. Tras huir del laboratorio nos enfrascaremos inmediatamente en una serie de misiones para eliminar la amenaza nazi. Habrá algún que otro giro de guión, pero muy previsible.

Añadir que la resistencia casi ni se inmuta ante la aberración de zombies vivientes que están creando los alemanes. Reaccionan como si les hablasen de un nuevo modelo de tanque o avión. Se hubiese agradecido un poco más de incredulidad por su parte.

Por tanto, un guión sin pretensiones que sirve de excusa para un juego de disparo fácil.

Uber Soldier tiene un excelente motor gráfico. Podemos destacar, efectivamente, el movimiento y peso muerto de los soldados cuando son eliminados, que caen en multitud de posturas, se les cae el casco,…  Los movimientos han sido registrados mediante motion-capture realizado con verdaderos actores.

El punto débil de este aspecto es que, como en muchos otros juegos, los cadáveres desaparecen al poco tiempo de ser eliminados, dejando como rastro tan sólo sus gorras o cascos.

Otro punto flojo es que la física de algunos objetos del escenario se torna en muchas ocasiones irreal. Dar un golpecito a una mesa y volcarla como si fuese de mantequilla deja mal sabor de boca. Puede justificarse dada la supuesta fuerza sobrenatural del soldado resucitad, pero entonces deberíamos poder tirar puertas abajo o lanzar por los aires al enemigo. Sucede lo mismo si nos acercamos demasiado a una cristalera. Veremos cómo se rompe en pedazos con un simple roce.

Por tanto, se echa de menos el peso, que sí que tienen los enemigos como hemos comentado, de algunos objetos del escenario, aunque se agradece que sean interactivos.

Del mismo modo encontramos la contrapartida, y es que hay otros elementos que parecen hechos de titanio. Cristales que no se rompen ni a bombazos y puertas por donde no podrás pasar jamás. Algo que no es nuevo y que suele suceder en la mayoría de juegos, en pro de la jugabilidad y los límites lógicos de cada escenario.

En cuanto a variedad, recorreremos laboratorios, calles, un submarino, bases enemigas,… el clásico abanico de áreas para darle colorido a nuestro camino de destrucción y venganza.

El modelado de los personajes está bien trabajado, aunque hay poca variedad de personajes (el protagonista, los buenos, los malos y los jefes). Nuestros aliados pecarán de ser muy similares (podremos acercarnos para verles con detalle y comprobarlo), al igual que los enemigos (aunque la acción frenética casi nos impedirá fijarnos).

El juego presenta doce modelos diferentes de armas reales de la Segunda Guerra Mundial. Contaremos con pistolas, subfusiles, ametralladoras, proyectiles, granadas y un cuchillo. El arsenal para avanzar por los sucesivos niveles se presenta completo y bien detallado. En momentos puntuales, además, podremos usar armas fijas o torretas.

Los efectos especiales de explosiones están al nivel del resto de gráficos, acorde con todo. En algunas ocasiones veremos cierto clipping, pero no será exagerado. La ambientación está lograda, con texturas muy correctas y una buena iluminación. Podemos afirmar, pues, que los escenarios, aunque lineales y limitados, sacan una nota alta.

El apartado gráfico el juego es notable, pero no es el súper-juego Rag Doll del que presume la caja.

El juego se vende en inglés, subtitulado a nuestro idioma, pero el doblaje no consigue sumergirnos en la historia. En el apartado musical uno se lamenta de las repetitivas melodías que llegan a invitar a apagar los altavoces. Quizá BURUT se centró demasiado en el aspecto gráfico y dejó en segundo plano el aspecto sonoro, algo fundamental.

El control de los disparos tiene dos modos: con una mira artificial en forma de cruz, y con el clásico modo de zoom con la mira del arma. El más eficaz es el primero, que nos indicará el sitio exacto para disparar.  Cuando los enemigos estén muy cerca es más práctico el segundo, pero fallaremos en muchas ocasiones si cambiamos mucho de mira o tenemos la sensibilidad del ratón demasiado alta.

Lo mejor es acostumbrarse a uno de los dos modos y así convertirse en todo un tirador. Habrá que usar mucho las coberturas y los botiquines repartidos por los escenarios, que según el nivel de dificultad, serán más o menos. El enemigo cae fulminado con un disparo certero en la cabeza, y aguanta varios impactos (en función de su nivel) en cualquier otra parte del cuerpo.

UberSoldier (PC)

UberSoldier (PC)

Haber estado dotado de multiplayer hubiese alargado la duración del título y su interés de cara a los jugadores. Un jugador medio tardará entre nueve y diez horas en acabarse el título, que tiene muy poca rejugabilidad.

UberSoldier (PC)

Los enemigos hacen gala de una IA poco desarrollada. Son rápidos y capaces de cubrirse ante nuestras ráfagas, pero no trazan estrategias ni trabajan en equipo. Lo que más peligro supone es el hecho de que disparan a discreción grandes cantidades de munición. Y eso, cuando son numerosos, es suficiente para suplir una baja IA. Añadir que muchas entradas de enemigos responden a scripts, siendo medianamente fácil activarlos y retroceder para acabar con el enemigo y seguir avanzando.

Al carecer de puzzles de nivel (sí que se presentan situaciones muy fáciles de resolver), el juego es muy simple y se limita a darle al gatillo contra todo lo que se mueva. Resulta adictivo para los momentos de desestrés y de dejar la mente en blanco. Es un juego sin pretensiones, para evadirse sin ningún tipo de reflexión.

UberSoldier (PC)

El punto más flojo de la jugabilidad son sus larguísimas cargas. Cuando ejecutemos el juego, iniciemos una misión, carguemos una partida,… tendremos que esperar una media de dos minutos y medio. Este grave inconveniente, detectado en los primeros avances, no ha sido subsanado por la desarrolladora. Resulta tedioso tener que esperar tanto tiempo cada vez que nos maten o queramos cargar una partida anterior. El tiempo de espera aburre y resta interés al juego.

Para concluir, destacar su bajo precio en comparación con productos similares. La relación calidad-precio resulta correcta y todo un acierto de la distribuidora.

UberSoldier (PC)

UberSoldier (PC)