Nefastos mini-bólidos

Actualmente el género de conducción en PlayStation Portable es de los que más títulos goza en el creciente catálogo de la portátil, tanto por adaptaciones de otras plataformas como por nuevas apuestas como Pursuit Force o Fired Up. A esta última tendencia Konami se ha apuntado con Pocket Racers, título desarrollado por Blade Interactive Studios (famosos por su saga World Snooker Championship) en exclusiva para PSP pero, como veremos en los siguientes párrafos, deja bastante que desear…

Introducción

Para empezar, el argumento de Pocket Racers está simplificado a una lograda secuencia de animación y algunos escuetos textos antes de ciertas carreras. Básicamente, sin ningún pretexto inicial, un malvado demonio conocido como Némesis irrumpe en una fiesta de unos jóvenes transformando a todos ellos en simples coches de miniatura y condenándoles a realizar diferentes desafíos en entornos comunes de la casa y los alrededores para recuperar su aspecto normal.

Así pues el jugador debe controlar a uno de estos vehículos en carreras contra otros tres mini-coches que representan las almas de los otros personajes. El número de escenarios es un tanto escaso y su variedad tampoco es muy alta con lugares como la cocina, el vestíbulo, un dormitorio, una fábrica con cintas teletransportadoras o una boca del metro, por citar algunos ejemplos, aunque todos cuentan con numerosos elementos interactivos como cubos, latas, botellas, etc.

Por otra parte, como otros títulos de conducción arcade, también podemos encontrar ciertos extras y armas repartidos por el recorrido para realizar algunas acciones sobre los otros competidores, como rayos de congelación, láser, nitros o misiles. Su número y efectos se antojan un tanto escasos pero cumplen aceptablemente con su cometido de ampliar en cierta parte la variedad de las carreras.

Asimismo, a medida que progresamos conseguimos nuevos mini-coches que, aunque cuentan con el mismo control, algunos tienen ciertas mejoras con determinadas armas. Los dieciséis vehículos están divididos en varios tipos como deportivos, 4x4, coupes y camiones y en algunas carreras sólo podemos escoger uno predeterminado.

Ahora bien, una de las pocas virtuosidades de Pocket Racers es su modalidad multijugador que amplía en cierta parte la escasa duración del modo principal aunque su conexión Ad-Hoc (con posibilidad de conexión Online) para cuatro jugadores requiere que cada uno tenga su propio UMD y no siempre funciona correctamente.

Como es de esperar podemos realizar carreras en cualquier circuito superado con antelación en las modalidades Carrera y Dominación o probar fortuna con una especie de balón en miniatura en el tercer modo de juego: Fútbol, aunque tras algunas partidas el interés decrece considerablemente, como sucede en el resto del juego.

Aspectos técnicos

Gráficamente Pocket Racers no sorprende en ningún momento, mostrando una realización bastante mediocre y casi indigna de la portátil. A excepción de ciertos decorados en parte correctos, el resto de texturas se antoja demasiado repetitivo y borroso mientras que no hay casi variaciones ni detalles en los modelos de los vehículos.

Además, los numerosos pero poco variados efectos de los que hace gala disminuyen en ocasiones el framerate de la consola y existen algunos errores apreciables como clipping (objetos que atraviesan otros objetos) o aliassing (dientes de sierra). Por otra parte, los cuatro tipos de cámara son poco jugables ya que algunos se sitúan demasiado cerca o lejos, otorgando escasa ayuda para esquivar los obstáculos.

En el aspecto sonoro la situación se mejora poco respecto a lo anterior. Las escasas melodías son bastante repetitivas y los efectos de explosiones, derrapes y golpes son en general muy simples, destacando únicamente algunos momentos como la caída de varios cubos en la habitación o la fase de la fábrica.

Jugabilidad

La configuración de los controles de Pocket Racers resulta bastante sencilla y fácil de aprender si bien a los pocos minutos cualquier jugador puede llegar a cansarse fácilmente debido a ciertos problemas con la física de los objetos y la estructura de los escenarios. Las acciones básicas como acelerar y derrapar se realizan con los botones X y cuadrado respectivamente mientras que los botones superiores se utilizan para las armas. Por último, con círculo podemos volver al circuito y con triángulo cambiamos de cámara.

Como se ha mencionado, los circuitos de Pocket Racers son demasiado básicos y normalmente se centran en simples círculos o recorridos ligeramente más complicados con multitud de rampas, objetos, powers-up y armas. Todos los cubos, botes y vehículos cuentan con una sencilla utilización del motor de físicas Havok pero aún así muchas veces se observan movimientos irreales o poco creíbles.

Lo más inoportuno es que debido a las numerosas explosiones, jugarretas de los otros corredores o la incorrecta respuesta de los controles nuestro vehículo se puede salir del circuito y aunque volvamos pronto al mismo, este atajo no cuenta y hay que apretar círculo para retornar al último punto de control, haciendo perder mucho tiempo y ventaja.

Desgraciadamente, esta situación ocurre en demasiadas ocasiones ya que algunos powers-up interesantes u objetos importantes (como los cascos de almas, que aumentan la fuerza de las armas y efectos) están situados en zonas que irremediablemente hacen que salgamos del recorrido, disminuyendo por tanto el interés por completar el juego.

Por último, la inteligencia artificial de los enemigos es bastante simple y siempre corren juntos a una velocidad bastante fácil de alcanzar, excepto en el nivel de dificultad más complicado. Sus movimientos son muy predecibles y pocas veces llegan a sorprender algunas de sus acciones.