Rune Factory, Impresiones

Con motivo del décimo aniversario de la serie Harvest Moon, nos llega a nuestras DS una nueva aventura con algunos cambios notables. Ya no todo será cuidar de nuestra granja y relacionarse con nuestros vecinos, ahora tendremos que tener la espada con la hoja siempre afilada.

El estudio NeverLand ha cogido esta vez el relevo para desarrollar esta nueva aventura o mejor dicho vuelta de tuerca a la serie HarVest Moon. Además de explotar las capacidades que permite la portátil de Nintendo,  se han querido introducir nuevos conceptos que se alejan del título original. Nos hemos traído desde Japón una copia del título para contaros cuales son las novedades.

Construyendo una vida

En el juego encarnamos a Laguna, un joven que misteriosamente llega al pueblo dónde se desarrolla la acción, y padece de amnesia. A nuestra llegada somos atendidos por una lugareña llamada Mist. Pronto nos pondrá al orden del día y nos permitirá residir en su granja a costa de trabajar en la misma. A modo de introducción, eso sí en perfecto japonés, se nos explican los conceptos básicos con los que tarde o temprano tendremos que familiarizarnos.

Si nos damos una vuelta por los distintos escenarios nos encontraremos con tres zonas bien diferenciadas: nuestra granja, las mazmorras y el centro urbano. En el primero tendremos nuestra casa que podremos amueblar y ampliar a gusto, así como las opciones de salvado y descanso. Por otro lado, las mazmorras es una de las novedades que más adelante comentaremos, y dónde lucharemos al más puro estilo ARPG con diferentes criaturas con el fin de conseguir materiales, subir de nivel, y también domesticar a los enemigos.

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El tercer lugar y no menos importante es el pueblo. El pueblo está dividido en tres avenidas, una plaza mayor y la playa. Por cada zona estarán repartidos distintos edificios en los que no sólo compraremos, venderemos o haremos progresar nuestra granja, también nos relacionaremos con nuestros vecinos, concertaremos citas con las chicas del pueblo y finalmente podremos casarnos con cualquiera de las once doncellas que pululan por sus calles.

Podremos acceder e investigar los siguientes edificios: librería, clínica, ultramarinos, tienda de mercancías, posada, armería, sauna, artículos de granja (semillas, comida de animales), iglesia, la casa del alcalde y por último la mansión de la aristocracia. Como en la vida real, las tiendas tendrán sus horarios y sólo podremos entrar en ciertos momentos establecidos, además cerraran durante los festivos y domingos.

El concepto del tiempo será muy importante en el juego. Cada vez que nos acostemos pasaremos al día siguiente a primeras horas de la mañana. Hasta las nueve las tiendas no abrirán con lo que podremos hacer las labores del campo o ir a las mazmorras. Como el descanso es muy importante, tendremos que ir a lo largo del día a la zona de saunas en la que recuperaremos tanto nuestra vida como nuestro cansancio.

El paso del tiempo no sólo lo notaremos por el horario de las tiendas, también visualmente con cambios de luz en el escenario, las luces del pueblo durante la noche y el sonido de los búhos. La cosa no queda ahí, y es que dependiendo del momento, los vecinos nos saludarán dependiendo de la hora, todo un detalle. También estarán presentes las estaciones del año, que serán un factor importante, por poner un ejemplo no podremos plantar plantas de invierno en pleno verano.

Como sucede en otros Harvest Moon, tendremos que socializarnos con los habitantes y ligarnos a alguna de sus jovenzuelas. Ganando su afecto y confianza, podremos quedar con ella y completando algunas sidequest ganar muchos puntos de afinidad, para finalmente llevarla al altar. Pero nada de poligamia, solo a una.

Otra de las opciones es el modo Wifi al que podremos acceder desde la playa. Lamentablemente es un sistema bastante pobre que sólo nos permitirá mandar mensajes a otros jugadores o comercializar con ellos. Una pena, ya que el nuevo sistema de batallas daba perfectamente pie a modos cooperativos.

La dura vida en la granja

Nada más comenzar el juego se nos dará una azada, una regadera, y varias semillas. Aprenderemos a trabajar la tierra, plantar semillas y regarlas para que a los días den fruto que podremos comercializar y empezar a obtener ingresos. Cada vez que realicemos una acción, nuestro cansancio irá en aumento y, si llega al máximo, empezaremos a perder vida, que puede dar lugar al fin de la partida. Además ganaremos experiencia, lo que nos permitirá subir nuestro nivel en distintas habilidades.

Continuando con el juego obtendremos un hacha con el que obtener madera y una hoz para cortar hierbajos, que dicho sea de paso pueden servir también como alimento para nosotros. Lejos de la granja y cerca del mar, podremos irnos de pesca para obtener grandes piezas que vender en cualquier tienda cercana.

En cuanto hagamos crecer un poco nuestra granja, podremos incorporar criaturas que capturemos en las mazmorras, nada de animales. Estos enemigos podrán tanto darnos artículos para vender en las tiendas como participar activamente  en las tareas de campo, así como ayudarnos en las batallas. Nuestra casa también evolucionará y podremos decorarla al gusto. Solo necesitaremos algunos materiales con los que construir muebles y objetos para colocar en nuestras habitaciones.

La vida del campo es atareada y pesada, más con el sistema de cansancio que no nos permitirá hacer constantemente trabajos. Ver nuestra granja crecer tanto en cultivos como la posesión de criaturas o expansión de la misma nos llevará tanto tiempo como mucho dinero.

No todo es el campo

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Como adelantábamos al inicio del texto, el hecho de introducir mazmorras es un cambio bastante significativo en el universo Harvest Moon, y que quizás los más puristas no acaben convencidos de él. A lo largo de todo el mapeado tendremos disponibles distintas cuevas a las que podremos acceder para capturar enemigos, subir de nivel o obtener diferentes objetos. No obstante, tendremos que ir de una a una, y haciendo diferentes sidequest para ir obteniendo permisos del alcalde para entrar en la siguiente.

El sistema de peleas es el de un Action RPG. Podremos movernos libremente mientras el enemigo se aproxima a nosotros, evitar sus golpes y atacar tanto con armas de batalla, herramientas del campo o hechizos mágicos. Los enemigos aparecen constantemente a través de diferentes máquinas que los generan, hasta que no la destruyamos podremos luchar tantas veces como queramos en esa zona.

Destruyendo todas las maquinas, podremos acceder a la batalla contra el jefe final de la mazmorra, que nos permitirá tanto ganar experiencia como acceder a otros lugares. A diferencia de los enemigos básicos que se generan cada vez que entramos a la cueva, los enemigos finales sólo podrán ser vencidos una vez.

Los enemigos pueden ocasionarnos estados alterados como veneno o la imposibilidad de usar magias, para curarnos podremos usar diferentes objetos o comer algunas plantas que nos sirvan de remedio. Para recuperar salud, también podremos pegar una cabezada en el saco de dormir que nos recuperará salud y cansancio, a costa de pasar toda una noche en la caverna. Dependiendo del nivel de experiencia, la vida y el cansancio restaurados serán distintos.

Aspectos técnicos

Visualmente luce bien, el juego se recrea sobre escenarios totalmente 2D en los que se colocarán los modelados 3D de los personajes. Estos objetos desentonan, quizás demasiado, en los escenarios, lastrando un poco la calidad gráfica. No obstante, las 2D están muy bien trabajadas con todo tipo de detalles a todo color.

Hablando del sonido, melodías alegres y efectos de audio bastante coherentes con la acción. A pesar de no haber diálogos hablados, sí podremos escuchar ligeramente las voces de los personajes a modo de saludo: Buenos días, buenas tardes...

El control del personaje puede realizarse tanto con los botones de la DS, como con el Stylus. A pesar de que sus creadores comentaron en su momento el hecho de querer usar las capacidades táctiles de la DS, el resultado final no es casi lo esperado. Acabaremos controlando al personaje de la manera usual, ya que el lápiz nos valdrá para movernos por algunos menús, tareas del campo y poco más.

Primeras impresiones

Como adelantábamos líneas más arriba, el cambio en el estilo de juego puede no acabar de convencer a todos los jugadores de Harvest Moon. De todas maneras, la esencia del juego es claramente palpable en cada partida: visitar el pueblo, crear cultivos, hacer crecer nuestra granja. El hecho de incluir a las mazmorras en el sistema nos ha parecido un gran acierto, ya que incluirá un poco de acción dentro de la simulación de nuestra vida.

El apartado visual es quizás lo que más nos ha convencido en esta primera toma de contacto con el juego, así como la cantidad de horas que nos llevará progresar en el título. No es oro todo lo que reluce y hemos encontrado carencias, sobretodo en el aprovechamiento táctil de la consola y en las limitadas opciones multijugador. Todo ello lo analizaremos en profundidad cuando llegue a nuestras tierras, aunque por el momento no hay fechas confirmadas.

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