El oeste en nuestra casa

El género de los disparos en primera persona (FPS) es tal vez uno de los pocos reductos históricos que le queda al PC, tal vez junto a los simuladores de vuelo, en los que es posible argumentar que se juega mejor con teclado y ratón que con el universal 'pad' del que vienen provistas las consolas. Y tal vez sea por eso que haya una infinidad de títulos que temporada tras temporada, con menor o mayor fortuna, llegan a las estanterías de las tiendas buscando su correspondiente dosis de ventas o una oportunidad.

Y aunque básicamente existen 2 frentes abiertos en este campo, el de los shooters futuristas (Doom, Quake, Unreal, el reciente Prey, etc.) y el de los basados en la Segunda Guerra Mundial (Medal of Honor, Call of Duty, etc.) de vez en cuando nos vemos sorprendidos con una apuesta innovadora que, tal vez por pretender serlo demasiado, acaba quedándose a medias entre lo convencional y unas 'mejoras' introducidas que al final no acaban de cuajar del todo bien.

Probablemente este sea el caso de Call of Juarez, originalmente llamado 'The Lawman'; la leyenda habla del legendario tesoro enterrado en Juarez, en pago por el rescate de Moctezuma hace algunos siglos. Muchos han sido los atrevidos que han osado buscarlo y, tal y como pasaba con el tesoro de los Nibelungos, la maldición cae sobre todo el que lo intenta. Pero la promesa de fortuna sin precedentes sigue llamando a muchos jóvenes y ancianos, especialmente a los que no tienen nada que perder.

Este es el caso de nuestro protagonista, Billy el 'Candela', que tras huir de las palizas de su padrastro regresa a su pueblo natal con la cabeza baja. Allí le esperan toda suerte de indeseables: el sheriff, un personaje que no traga a Billy; Clyde, el jefe del saloon tampoco ve con buenos ojos la amistad de Billy con una de sus chicas de vida alegre, Suzy. Por último, el párroco del pueblo y padrino de Billy, Ray, tampoco le tiene en gran estima. Es a través de estos dos caracteres opuestos como se nos narran las desventuras del Salvaje Oeste americano.

Call of Juarez es un producto que llega sin hacer mucho ruido y probablemente pasará de largo de la misma forma. La esencia del juego recoge los elementos clásicos de un FPS sin llegar a destacar demasiado en ese aspecto, coge elementos de infiltración (tipo Thief o Splinter Cell) sin profundizar mucho que digamos y también 'roba' o adapta una especie de tiempo bala al legendario Max Payne mientras que ninguna de esas cosas se aplica con destacable lucidez.

Y es que a pesar de un excelente doblaje al castellano (tal vez lo mejor del juego), de un multiplayer bastante decente, de un apartado técnico que está bastante bien y de alguna que otra idea bastante acertada, Call of Juarez no pasa de entretener durante un rato siendo verdaderamente difícil encontrar muchos motivos para acabar los quince capítulos de los que consta el juego. Uno de esos juegos que te deja la miel en los labios con un sabor agridulce que le impide llegar al notable.

Del mismo modo se han tratado las localizaciones del juego; desde el pueblo más pintoresco con su respectivo saloon, sus carretas en la carretera, sus caballos, sus habitantes con malas pulgas, los helechos rodando por los caminos, el sonido de los lobos y de las serpientes de cascabel… todo lo que debería estar presente en el juego lo encontramos en mayor o en menor medida en Call of Juarez.

El diseño de los personajes es moderadamente auténtico, aunque echamos de menos una mayor calidad en las texturas que pierden muchos enteros en las distancias cortas. Lo mismo sucede con algunas construcciones, ya que el juego parece haberse diseñado para contemplarse de lejos y no de cerca. El modelado de las armas de fuego también es bastante correcto y su parecido con las auténticas es en ocasiones asombroso.

Durante el juego se pueden mover determinados objetos a nuestro antojo con la tecla de acción, aunque la física aplicada sobre los mismos no es demasiado buena. Resulta complicado dejar un objeto donde realmente se quiere y lo cierto es que las posibilidades que ofrece, lejos de las que establece el guión, son bastante flojas. En ese sentido el motor de colisiones no funciona todo lo bien que debería, ya que hemos observado numerosas cajas que se meten en el interior de los edificios, que quedan enterradas en el suelo por arte de magia o los problemas que da el látigo cuando lo agarramos al tronco de un árbol.

Las animaciones de nuestro personaje (por ejemplo cuando con Billy nos agarramos a un saliente) están realizadas con corrección, lo mismo que las de los enemigos cuando eventualmente se mueven por el mapa o disparan desde detrás de unos bidones. Hay numerosos efectos de partículas, luces y brillos, efectos meteorológicos que sin ser demasiado espectaculares reducen enormemente el rendimiento de nuestro sistema. Afortunadamente la calidad y cantidad de efectos es configurable desde el menú, pero encontraremos que durante la mayor parte del rato se podría jugar con mayor resolución pero que los picos de carga gráfica son tremendos en algunos puntos.

A nivel sonoro es probablemente donde el juego cumple mejor; no solamente está traducido a nuestro idioma sino que además el doblaje es simplemente espléndido. Aunque no haya mucha sincronización labial ojalá la mitad de los juegos que llegan a nuestro país llegara con el mismo nivel de acabado sonoro que Call of Juarez. La música y los efectos de sonido están a su altura, con agradables melodías 'de época' que pueden escucharse durante las fases, especialmente en las de sigilo.

Tal y como se nos explica en los primeros capítulos del juego, CoJ es una clásica historia de una persecución entre el gato y el ratón. Alternando entre los dos personajes principales, Billy y Ray, deberemos ir avanzando paralelamente en la historia mientras Ray persigue a Billy por ser el presunto asesino de su hermano y su mujer (el padrastro de Billy y su madre biológica, curiosamente) y éste huye del primero a pesar de ser completamente inocente del delito tan brutal del que se le acusa.

Bien ya sea desde la perspectiva de uno o del otro, el estilo de juego variará considerablemente, aunque las posibilidades son casi las mismas. Bajo la piel del párroco Ray descansa la terrible esencia del pistolero que antaño fue y los recientes acontecimientos la acaban de despertar. Ya sea con un revólver, con rifles y con escopetas, con lámparas incendiarias, a puñetazo limpio o con armas de cuerpo a cuerpo, Ray se abre paso a través de las multitudes de enemigos dejando atrás un reguero de muerte.

Cuando manejamos dos armas al mismo tiempo, cada una se dispara con un botón del ratón. Si empezamos un combate con ambas armas enfundadas, se activa el modo 'concentración' (que se muestra disponible con un revolver iluminado en la parte inferior derecha) en el que aparecen dos cruces a cámara lenta que sirven para apuntar a los enemigos y disparar en tiempo bala. Cuando ambas cruces se juntan, volvemos a la cruda realidad del tiempo real. Aunque la idea no es mala, resulta absurdo que debamos enfundar las armas siempre que queramos activar este modo y no poder acceder a él desde un estadio de apuntado normal.

Pulsando la tecla Z, por defecto, entramos en el modo de disparo rápido con una sola arma en la que el protagonista adopta la pose de la mano izquierda sobre el arma para facilitar que el revolver se cargue más rápido. Otro detalle interesante es el del duelo, que nos obliga a imitar el movimiento de sacar el arma con el ratón y disparar al adversario velozmente antes de que nos alcance con sus balas. Esto solamente sucede en ocasiones muy puntuales del juego contra enemigos de final de fase, por ejemplo.

En otros momentos del juego, sin embargo, deberemos utilizar el sigilo para no tener que enfrentarnos a los enemigos. Ya que nuestros adversarios no son sordos, podremos caminar agachados para evitar que nuestros pasos sean oídos y deberemos evitar las zonas iluminadas para no ser detectados. La realidad es que todos los enemigos siguen un patrón de movimiento estándar y entre los arbustos no podemos ser detectados aunque pasen a un palmo de nuestras narices.

Call of Juarez (PC)

Tanto contra estos enemigos que caminan sobre raíles como los que se enfrentan contra nosotros a base de pólvora, lo cierto es que la inteligencia artificial deja mucho que desear. En ocasiones los enemigos no nos detectan a escasos centímetros de nuestra nariz y sin embargo son capaces de ver entre las rendijas de 2 barriles a 50 metros de distancia; en otras van corriendo y cuando reciben un disparo se quedan completamente bloqueados en la posición de carrera esperando recibir el siguiente, etc.

Call of Juarez (PC)

Mientras que las fases de disparo son medianamente entretenidas, las fases de sigilo son muy tediosas. Además están adornadas de agujeros que el único reto que plantean es el de apretar la barra espaciadora para saltar; en otras ocasiones nos enfrentamos a puzzles que consisten en mover una caja unos metros para poder entrar en una ventana o empujar un tronco para que sirva de pasarela. Por no decir que estas fases de sigilo, especialmente en el inicio del juego, se hacen interminables y repetitivas a más no poder.

Call of Juarez (PC)

Eventualmente encontramos momentos muy entretenidos, como el tiroteo de antes de coger en tren con Billy, pero nunca suponen un reto a aquel que está habituado a los juegos de disparos o al que conozca la sabia estrategia de la tecla del guardado rápido. Con Billy tenemos acceso a un látigo, por ejemplo, al que podría habérsele dado mucha más presencia y personalidad más allá de hacer de Indiana Jones para cruzar un barranco o para golpear objetos que pueden 'activarse' con su correspondiente botón.

Call of Juarez (PC)

El multiplayer de Call of Juarez es bastante entretenido, con una treintena de mapas disponibles y diversos tipos de juego (un deathmatch clásico, un deathmatch entre los malos y los agentes de la ley, un proteger el oro, etc.) que, sin embargo, es bastante dinámico y accesible. Algunas clases de personaje, como la del francotirador, parecen un poco metidas con calzador pero la verdad es que ya hemos encontrado bastante gente online y hay numerosas partidas a las que apuntarse.

Call of Juarez (PC)

Call of Juarez (PC)