Konami nos ha permitido disfrutar de una agradable sorpresa: una beta de la esperadísima continuación de Castlevania en Nintendo DS. Descubre todos los secretos de la nueva entrega en estas impresiones.
Cuando Dawn of Sorrow llegó a Nintendo DS lo hizo por la puerta grande. Se trataba de un juego muy completo, divertido y de elevada calidad que llevó a muchos usuarios a definirlo como el mejor Castlevania portátil, comparándolo incluso con el estupendo Symphony of the Night, considerado el mejor de la saga hasta la fecha.
El listón estaba muy alto, pero ya cuando en el E3 se dejaron ver los primeros detalles y pantallas de la continuación en Nintendo DS de la saga bajo el título de Portrait of Ruin, muchos usuarios empezaron a especular sobre las grandes virtudes que podría llegar a desplegar la nueva secuela. También hubo detractores, que no se terminaban de fiar de los cambios prometidos.
Tan sólo nos faltaba ponerle las manos encima al juego, y gracias a la beta que nos han cedido los chicos de Konami, podemos contaros muchas cosas del que podemos declarar como uno de los juegos más espectaculares de los próximos meses para la portátil de Nintendo. Una pena que la corta duración de la misma nos haya dejado con bastantes incógnitas y muchas ganas de hacernos con una versión final.
Original puesta en escena
La gran queja de ciertos grupos de usuarios es que la saga Castlevania se había quedado atascada en cierta repetición de escenarios, enemigos, situaciones e incluso armas. Konami ha tomado muy buena nota de todo esto y, en este Portrait of Ruin nos encontramos con una ambientación realmente nueva a nuestro alrededor, sin perder la esencia de la saga.
Nos encontramos en plena Segunda Guerra Mundial, y un pintor y sus dos hijas quieren devolver el castillo de Drácula a las alturas que diabólicamente le corresponderían. Para evitarlo, nos meteremos en la piel de dos personajes, Jonathan Morris, hijo de John Morris (uno de los protagonistas de Castlevania Bloodlines, de Mega Drive), y una joven bruja llamada Charlotte Orlean. El primero usará el clásico látigo, mientras la segunda usará su magia para invocar armas.
A diferencia de otros juegos similares, en esta entrega no deberemos elegir entre uno y otro para avanzar por la aventura, sino que avanzaremos con ambos personajes al mismo tiempo, pudiendo controlar al que prefiramos. Las combinaciones son numerosas, dentro de lo que permiten los dos personajes, logrando resultados brillantes.
Pongamos por ejemplo que estamos jugando con Jonathan. Con el botón X cambiaremos el control a Charlotte, y tendremos los típicos controles de salto, ataques especiales de los personajes y los clásicos movimientos de escape hacia atrás. Pero si pulsamos el botón R, ambos personajes estarán en pantalla, aunque sólo controlemos a uno.
De este modo, aunque la barra de vida es común para ambos personajes, si están los dos convocados, como es lógico ambos pueden recibir daños del enemigo. Pero el que no estemos controlando recibirá las heridas en la barra secundaria, clásica de la saga, de energía especial para los ataques especiales, que se irá regenerando con el tiempo lentamente.
¿Esto qué nos ofrece? Pues, para empezar, un nuevo enfoque a la saga y, para continuar, una jugabilidad espléndida, que puede elevar este juego a lo más alto dentro de la saga. Pero estas no son todas las novedades que ofrece, ya que junto al sistema clásico que comentábamos arriba, nos encontramos con un buen puñado de novedades.
Estas incluyen, aparte de las viejas caras entre nuestros rivales, nuevos enemigos como un curioso francotirador del cual veremos el camino que seguirán sus balas, que no siempre serán fáciles de esquivar. Además, algunos de ellos, incluidos los antiguos, harán su aparición en unas perfectas tres dimensiones que no sólo no desentonan con el aspecto 2D del juego, sino que se complementan de una forma perfecta.
Además, no estaremos limitados al castillo de Drácula. Será la base de nuestra aventura, sí, pero cada ciertos tramos nos encontraremos con cuadros realizados por el maléfico pintor a los que podremos acceder, viéndonos transportados a cualquier lugar, alcanzando una variedad de escenarios importante, sin las limitaciones que suponen las paredes del castillo de Drácula.
Estas localizaciones pueden ser muy variadas, pero destacan los fondos exteriores en tres dimensiones bastante elaborados y que se mueven acorde a los personajes en pantalla. En los escenarios interiores, casi todo será rompible para conseguir las clásicas monedas y corazones, y al pisar estanterías u objetos, estos se moverán como resulta lógico.
Como en las últimas entregas, los personajes subirán de nivel y aprenderán nuevas habilidades, y podrán ser configurados a nuestro gusto dentro de unos límites. La mayor pega, y prácticamente la única (el hecho de que no se use la pantalla táctil no lo consideramos prioritario para lograr hacer un buen título), que le vimos a la beta que pasó por nuestras manos ha sido que el juego resultó demasiado lineal para lo que estamos acostumbrados en la saga.
Sin embargo, suponemos que esto se debe a que estábamos al principio del juego, y esperamos un desarrollo clásico, en parte por la presencia del mapa, al igual que en Dawn of Sorrow, en la pantalla superior. Termina esta beta con el enemigo final del primer cuadro, una criatura bastante impresionante que nos puede dar más de un quebradero de cabeza si no llegamos bien preparados.
Primera impresión
Poco más se puede decir. Dos personajes que pueden aparecer a la vez en pantalla, enemigos novedosos y espectaculares, escenarios variados, un uso perfecto de las dos y las tres dimensiones, y una jugabilidad estupenda. Sin duda, Portrait of Ruin viene apuntando a lo más alto, y puede llegar a alzarse como el mejor Castlevania hasta la fecha. El tiempo lo dirá.