The Dark Eye, el juego de rol de mesa por excelencia en Alemania, vuelve de nuevo a los videojuegos en un ambicioso título que pretende transportar al jugador al continente de Aventuria poara vivir una historia de corte épico.
The Dark Eye seguramente sonará a los aficionados al rol de mesa, aunque seguramente será más desconocido para buena parte del público profano en la materia. Sin embargo se trata del juego de rol por antonomasia dentro de Alemania, superando allí incluso al archiconocido Dungeons & Dragons. Drakensang supondrá el regreso a los videojuegos de esta prestigiosa licencia después de un largo tiempo desde la saga de Realm of Arkania.
Radom Labs, un estudio berlinés que cuenta en su haber con títulos como Project Nomad, se ha embarcado en su proyecto más ambicioso hasta la fecha para dar vida a este gran universo. El escenario es un mundo fantástico situado en una época entre medieval y renacentista, en que aunque hay elfos, orcos, magia y demás elementos propios del género, impera cierto sentido de la lógica y la racionalidad. El libro destaca por la minuciosidad en los detalles con los que describe este vasto mundo, esforzándose en dar una imagen en el que lo normal y lo sobrenatural encajan perfectamente como si fuera parte de una realidad cotidiana y nada extraordinaria.
Drakensang se desarrolla en el continente de Aventuria, uno de los cuatro continentes que forman parte de este mundo. Se trata de un vasto territorio que abarca desde cumbres nevadas a grandes desiertos, pasando por bosques, grandes ciudades y selvas frondosas. En concreto, la aventura se desarrolla en los reinos medios, la zona central y más importante del continente. La normalidad de las gentes que se dedican a sus actividades en los pueblos contrastas con los peligros que encierran los bosques, donde criaturas de la más diversa índole pueden suponer una amenaza para cualquier osado que entre en sus profundidades.
El estudio alemán se ha propuesto tirar de libro para desarrollar su juego. Las reglas, ambientación y criaturas son sacadas directamente de los libros y módulos que forman parte de The Dark Eye. Para el propio juego, la referencia más clara es Baldur's Gate, cuyo desarrollo y mecánica parece encajar perfectamente con la visión que tienen para llevar a buen puerto una licencia tan importante y compleja como ésta.
Uno de los puntos fundamentales en el que se está trabajando es en crear una historia épica en el que el jugador sienta que una responsabilidad muy importante está sobre sus hombros y que además estará conectada al próximo gran arco argumental planeado para los juegos de mesa. Cuatro escritores han trabajado seis meses para crear un documento de mil páginas que contiene la trama y el desarrollo de la aventura. De hecho la historia está planeada para ser bastante lineal, lo que no significa que no vaya a haber misiones secundarias y margen para explorar por tu cuenta. La libertad del jugador para hacer crecer a los héroes según su preferencia radicará en los diálogos, ya que se han planeado hasta 50 arquetipos de personalidad distintos según tus respuestas.
Otro fruto de tener a Baldur's Gate como juego de cabeza estará en el sistema de combate. Tu grupo estará formado por hasta cuatro héroes (con otros cuatro que pueden aparecer como invitados en momentos puntuales). En las luchas puedes parar el tiempo y asignar a tus hombres acciones concretas, de modo que ganar los combates necesitará de dotes tácticas para saber qué acción o hechizo es el más adecuado en cada situación.
Pero luchar no será la única forma de avanzar, ya que del libro se han exportado diversas profesiones que se pueden ejercer y desarrollar para conseguir experiencia y acceder a diferentes ventajas. Drakensang se plantea como un juego de rol tradicional, por lo que se intenta crear mecánicas en las que una situación puede resolverse de diferentes métodos, de modo que la violencia no sea el único modo de conseguir experiencia.
Gráficamente, lo visto hasta ahora parece prometedor para un juego que todavía tiene más de un año de desarrollo por delante. La idea básica del equipo es la de hacer un 'Baldur's gate en 3D' tal y como ellos confiesan, aplicando en el proceso algunas de las últimas técnicas para conseguir un gran acabado. Hay aspectos que denotan el cuidado que se está poniendo en la recreación del escenario, como por ejemplos los castillos, modelados siguiendo las pautas con los que se construían los castillos medievales reales. Otro de los puntos fuertes radicará en las ciudades, en donde se planean introducir más de 3000 habitantes, lo que debería proporcionar ese ambiente activo y bullicioso que se espera de una urbe.
Queda un largo proceso de desarrollo a este juego todavía, pero hay muchas esperanzas de que cristalice en un gran juego de rol, teniendo en cuenta que buena parte de los integrantes de Radom son también jugadores de The Dark Eye y han tenido este proyecto en su cabeza desde hace años. Teniendo como referencia un universo tan rico como el que tienen a su disposición y usando mecánicas ya usadas y contrastadas como las que piensan utilizar, tienen mucho ganado para conseguir crear una gran experiencia.