Field Commander
- PlataformaPSP8
- GéneroEstrategia
- DesarrolladorSony Online Entertainment
- Lanzamiento21/07/2006
- TextoEspañol
- VocesInglés
- EditorSony Online Entertainment
Un nuevo frente de combate
Mejorando lo presente y ofreciendo algunos conceptos inéditos en el género con una puesta en escena espectacular, la gran apuesta de Sony Online dentro de la estrategia táctica por turnos consigue situarse como el gran rival de la conocida saga Advance Wars. La guerra portátil tiene un nuevo y fuerte exponente.
Muchos del sector consideran que el actual mercado de los videojuegos sufre una sobreexplotación de determinados géneros. Constantemente aparecen títulos sospechosamente parecidos y en los que sólo cambian ciertos conceptos, aunque en ocasiones consiguen superar a sus antecesores. Aún así, y por extraño que parezca, la estrategia táctica por turnos cuenta con pocos exponentes en las plataformas portátiles, siendo (tanto en GBA como en NDS) Advance Wars la saga más conocida y popular.
versión americana de Field Commander ya comentamos su gran parecido al planteamiento dentro del mismo género de Intelligent System. Después de unas pocas semanas de retraso, el nuevo título de Sony Online Entertainment para PSP ya ha llegado al viejo continente y las comparaciones son inevitables. Ahora bien, donde Advance Wars sólo ofrece simples esbozos de un conflicto bélico, su más directo rival consigue reflejar la crueldad de estar dentro del enfrentamiento. Aunque no sea el momento idóneo, una guerra portátil nunca fue tan espectacular. |
Si algo funciona, no lo cambies
Uno de los detalles que se observan al comenzar el juego es su sobria y técnica presentación, con menús extremamente sencillos y exhaustivas explicaciones de las diferentes opciones. Las cinco modalidades disponibles son las típicas del género con la importante novedad del creador de Misiones. Un imprescindible Tutorial, la recurrida Batalla Rápida, el Multijugador con sus diferentes formas de comunicación y la omnipresente Campaña, son los otros modos de juego de Field Commander.
Dentro del último contamos con un total de veintisiete escenarios en los que se desarrolla la historia del juego, simple pero efectiva: en un mundo futurista, la Nación Sombra amenaza al mundo con un arma nuclear secreta, creando además tensión entre otros países, por lo que la Asociación de Seguridad ATLAS responde enviando sus mejores fuerzas. Antes de probar fortuna en estos enfrentamientos se deben superar las tres misiones de entrenamiento, que explican la mayoría de acciones de las 36 unidades, encuadradas en quince divisiones y tres rangos militares o terreno de acción (agua, tierra y aire).
Las acciones de cada una de ellas son las típicas del género, pudiendo atacar cuerpo a cuerpo, a distancia, transportar otras tropas o capturar ciudades, ésta última particularidad de las de infantería. La profundidad estratégica es muy alta ya que las habilidades de cada tipo de tropa están perfectamente equilibradas y el adecuado uso en cada situación nos facilita la victoria, pudiendo, entre otras acciones, situar minas, atacar en diferentes planos de acción o emplazar dos unidades (tierra-aire o agua-aire) en una misma casilla.
Otra importante novedad son los tres tipos de edificios de los escenarios: los que permiten adquirir diferentes tipos de personal dependiendo del nivel, tipo o/y dinero; aquellos que únicamente proporcionan dinero en cada ronda; y los CO, que pueden realizar un poderoso ataque cada pocos turnos sobre una zona o unidad. Además se ha recuperado una cualidad casi olvidada en el género: la capacidad de algunos vehículos de atacar directamente a los enclaves urbanísticos así como a los bosques colindantes para aumentar el nivel de daños y reducir el dinero que reportan cada turno y los futuros beneficios del rival.
Por otra parte, el planteamiento de las diferentes misiones del modo principal cuenta con los típicos objetivos del género: escoltar a una unidad, encontrar unos francotiradores, resistir un número de turnos con inferioridad de tropas, destruir un tipo de enemigo o las consabidas pantallas de conquista son algunos de los ejemplos. Además, al completar las veintisiete en el bando de ATLAS, se desbloquean las mismas en el de la Nación Oscura, dando así un total de 54 misiones.
Tanto en este modo Historia como en los otras modalidades, al comenzar cualquier enfrentamiento podemos elegir entre once comandantes con características que afectan directamente a las tropas, proporcionando más resistencia, potencia de fuego, turnos o rango de movimiento a determinados tipos de unidad. Controlando a estos oficiales cada pocos turnos se puede realizar un devastador ataque sobre una zona o unidad, aunque el despliegue de los mismos, con un escueto cuadro de diálogos con sus correspondientes efectos, es bastante sobrio en general.
Como es de esperar, las características típicas del género se presentan en Field Commander casi sin variar. Por ejemplo, la niebla de guerra aunque no excesivamente real, aporta un toque estratégico junto con la adquisición de unidades y la utilización del escaso pero útil dinero. Por supuesto, la alta variedad de las unidades, aún contando con nombres difícilmente recordables, hace que su utilización frente a cada tipo incline la balanza al más estratega, si bien la suerte siempre es un factor fundamental en los combates.
Por último, a pesar de la gran importancia del modo Campaña, las otras modalidades del juego son si cabe más duraderas y variadas gracias a sus múltiples opciones de configuración. Desde un principio contamos con un total de 206 mapas diferentes, pudiendo determinar varios parámetros dentro de la opción Batalla Rápida o indicar las características de un posible enfrentamiento (como duración de la partida y de cada turno, climatología, niebla de guerra, producción de unidades, condición de la victoria o/y dinero y tropas iniciales) en el Editor de Misiones, que después podemos enviar a la red del juego.
Espectáculo en formato panorámico
Aunque Field Commander no muestre el mejor potencial técnico visto hasta el momento en PSP, cuenta con un alto nivel de detalle y variadas animaciones junto con efectos climáticos y explosiones bastante trabajadas. La utilización de los variados niveles de zoom para observar la acción (tanto a nivel aéreo, en la clásica bidimensional o a pocos metros de la acción) es fundamental ya que a veces la cámara se sitúa incorrectamente, dando lugar a posibles errores.
En otro ámbito, los escenarios, de un tamaño un tanto limitado, tienen una gran variedad y tipos de terreno, si bien es algo escaso el diseño de los edificios, bosques y accidentes geográficos. Asimismo el aspecto general de los mapas es un tanto cuadriculado, con numerosas ocasiones de excesiva aglomeración de tropas en algunas áreas mientras que los menús y la presentación de las misiones es escueta, con simples diálogos y secuencias realizadas con el motor gráfico.
El aspecto sonoro cumple con creces, con una alta variedad de efectos para las explosiones y una notable recreación de las numerosas armas de las unidades. Las voces de los oficiales, aunque están en perfecto inglés, consiguen una ambientación bélica muy conseguida aunque como único punto negativo las melodías durante el desarrollo del juego y los diferentes menús son bastante sencillas y repetitivas.
Toma el control de la guerra
Field Commander cuenta con una jugabilidad realmente sencilla y a la que cualquiera puede acostumbrarse a las primeras partidas, a pesar de las numerosas opciones y diferencias entre las unidades. El botón X es normalmente el principal para elegir las diferentes acciones mientras que círculo se utiliza para alternar entre unidades y triángulo y cuadrado para observar las características. En cambio los botones superiores se utilizan para cambiar de cámara, tanto a una en tercera persona (L) como a la clásica bidimensional (R).
Concretando detalles, las fases del Modo Campaña cuentan con una dificultad bastante ajustada: muy sencillas al principio pero que a medida que las superamos se tornan más complicadas. No obstante hay algunos fallos de la inteligencia artificial en momentos cruciales y el objetivo de algunas fases se repite con cierta asiduidad, centrándose normalmente en eliminar determinado elemento o llegar a un lugar en poco tiempo. Tanto en esta modalidad como en las otras disponibles, el título permite guardar en todo momento, siendo crucial dada la larga duración de los enfrentamientos.
Durante las batallas el factor táctico es crucial para la posible victoria, utilizando los vehículos para transportar unidades que capturen o visualicen zonas con niebla de guerra así como cubriendo a los blindados más poderosos y a los de ataque a distancia. En los tres planos hay unidades que destruyen más fácilmente a tropas de otros planos por lo que también es recomendable disparar con ellas cuando se tenga ocasión. Dado que en los edificios se recupera vitalidad es fundamental situar a aquellos personajes dañados o más resistentes, para defenderlo de la posible captura.
Por otra parte, a pesar de la ausencia de un editor de escenarios, el nuevo título de SOE cuenta con un completo Editor de Misiones, algo casi inédito en el género y que actualmente ofrece cientos de fases creadas por los usuarios con diversas temáticas, desde Star Wars a El Señor de los Anillos, por ejemplo. Cada una con su propia historia, unidades y parámetros únicos. Su fácil edición, junto con la posibilidad de subirlas a Internet, aumenta considerablemente la duración del juego y constantemente crece su número y variedad.
En la modalidad de Batalla Rápida, las opciones a personalizar son bastante numerosas y dado el alto y variado número de mapas disponibles cada partida puede ser complemente diferente a la anterior, siendo fundamental para descubrir las mejores características de cada unidad y así superar los enfrentamientos del modo principal así como las del multijugador, sin duda la gran baza del juego.
Enfrentamientos tácticos sin compasión
A pesar de que la duración de Field Commander en su modo principal individual está bastante ajustada (cerca de quince horas de juego), las cuatro opciones en el multijugador la superan rápidamente aunque, como en todo, no todos los usuarios pueden disfrutar debido a algunos de los requisitos de las mismas. Casi todas permiten hasta un máximo de cuatro jugadores simultáneos, entre ellas la opción Intercambio, donde se juegan los diferentes turnos en la propia consola, pudiendo además probar fortuna con la CPU.
La segunda opción, y la más recomendable para aquellos que carezcan de Internet en su portátil, es conexión Ad-Hoc y permite únicamente dos jugadores en un rango de hasta cerca de ocho metros. En cambio, si contamos con la posibilidad de poder conectar con un router, la opción Infraestructura es la más recomendable de las existentes ya que con ella podemos jugar contra cualquier usuario del planeta, estructurando a los mismos según el número de enfrentamientos ganados, perdidos y abandonados.
Transmisión es la última alternativa y cuenta con una idea muy original ya que al terminar nuestro turno envía automáticamente una especie de correo al contrincante, que lo recibirá cuando encienda la consola, actualizándose en dicho momento su partida y pudiendo realizar sus movimientos. Mientras tanto, en la espera, puede tener la consola apagada, escuchar música o jugar con otro título. En el caso de que el oponente no responda en un plazo de un día, el rival puede optar a que se realicen las acciones por libre albedrío de la CPU, algo que puede variar la balanza completamente.
Muy Bueno
Juego de notable acabado que disfrutaremos y recordaremos. Una buena compra, muy recomendable para amantes del género. Está bien cuidado a todos los niveles. Cómpralo.