Yakuza, Impresiones

En Yakuza encarnaremos a Kazuma, un miembro de la mafiosa familia Dojima que se ve perseguido y traicionado por los de su propio clan. Hemos podido hacernos con una versión previa del esperado título de Sega y os damos nuestras impresiones.

Grandes expectativas

Desde el anuncio de la salida de este Yakuza (denominado Ryo Ga Gotoku en tierras niponas) muchas han sido las voces que proclamaban este título como el sucesor del gran Shenmue aunque el desarrollo del título se asemeja en parte a la serie GTA. El intenso testeo al que lo hemos sometido a esta version, en perfecto castellano, nos ha llevado a pensar que podría haber llegado a serlo aunque finalmente ha quedado una mécanica similar a la del juego de Rockstar.  

A pesar de que existen diferencias notables, si que es cierto que se aprecia una cierta correspondencia entre muchos aspectos de ambos títulos. El peso de la historia sobre el desarrollo, la fiel recreación de una ciudad que explorar o la posibilidad de interactuar con multitud de personajes; son solo algunas de las coincidencias con la inconclusa saga de Yu Suzuki.

El aspecto que más distinto resulta es precisamente una de las mas notables características de Yakuza, su sistema de combate. Mientras que en Shenmue el enfrentamiento con los enemigos era algo bastante infrecuente, en el juego que nos ocupa esto se convierte en una constante. Hablaremos posteriormente de la mecánica de combate, ya que nos ha resultado algo inusual.

Una historia dura

El trasfondo de Yakuza sorprende por su profundidad y por resultar bastante intrincado incluso en los primeros compases de la aventura. Nuestro papel será el de Kiryu Kazuma, miembro de una de las más importantes familias de la mafia japonesa y conocido como el dragón por su destreza con los puños y también por su extrema violencia. Al inicio del juego se nos irán presentando los diversos personajes mediante la superposición de sus nombres en pantalla.

Los acontecimientos se precipitan alrededor de nuestro personaje desde que uno de los máximos dirigentes de la familia es asesinado. Tras realizar un honroso acto que no desvelaremos, Kazuma es llevado a prisión y encarcelado durante 10 años. Este periodo pone punto y aparte a su vida hasta el momento, ya que al salir se encontrará con un panorama muy distinto al que dejó atrás.

Los cambios en la familia Dojima son muchos y nuestro antiheroe se ve envuelto de nuevo en escabrosos acontecimientos, que le perseguirán durante todo el desarrollo de la historia. Mediante el apoyo de algunos aliados, nuestra misión será descubrir quién lleva años haciéndonos la vida imposible. Deberemos salir adelante mediante el apoyo en los aliados que iremos consiguiendo y abriéndonos camino por nuestros propios medios, algo que Kazuma sabe hacer perfectamente.

Dinero, corrupción y artes marciales

El desarrollo del juego tiene lugar en una ciudad ficticia de Japón, aunque el ambiente recuerda al de las bulliciosas callejuelas de Tokyo. En el minimapa del que dispondremos se nos marcarán los puntos de interés, como tiendas, cabinas de teléfono (para guardar la partida) y restaurantes.  En varios de estos puntos podremos adquirir objetos que utilizar posteriormente, ya sean armas o comida para recuperar vida en momentos complicados.

La acción se divide entre un modo de exploración y otro de combate, este último muy al estilo de los encuentros aleatorios que se dan en algunos RPG's. Cuando nos encontramos en modo exploración siempre podrán aparecer incautos personajillos dispuestos a batirse en duelo con nosotros por diversos motivos. En este momento el juego pasará a un entorno cerrado, similar al de títulos como Urban Reign, donde sólo contará deshacerse de los enemigos. Una vez acabemos con ellos, se nos recompensará con un cierto número de yenes, además de incrementarse nuestra barra de experiencia.

Los puntos de experiencia los invertiremos en mejorar nuestras habilidades de combate, de un modo muy similar al gasto de almas en Onimusha o Devil May Cry. Cuando alcancemos una barra entera, se nos otorgarán nuevas capacidades, como golpes más poderosos, agarres más fuertes o la posibilidad de entrar en el modo furia con más facilidad. El modo furia aparece al llenar la barra de adrenalina, y hace que Kazuma emita un resplandor azulado. Con este modo activo, llega la hora de repartir estopa.

Crudeza digna de un Yakuza

Con nuestra barra de furia al completo, Kazuma se convertirá en una máquina de picar carne, casi literalmente. Entre el repertorio de ataques del protagonista contaremos con la posibilidad de agarrar a los contrincantes, y si estamos con la adrenalina a tope, de ejecutar maniobras que podríamos considerar como "fatality" si estuviéramos hablando de la serie Mortal Kombat. Las cabezas viajarán raudas hasta ser empotradas contra el suelo, la pared o cualquier elemento susceptible de ofrecer un buen impacto.

La crudeza de Yakuza auspicia que el título será considerado con toda lógica como violento. En cualquier caso, la sangre existe y los movimientos del tipo definitivo están ahí para el que los quiera usar. Siempre tendremos las alternativas clásicas y nuestro personaje no se queda atrás en cuanto al repertorio de ataques que es capaz de ofrecer. Desde cabezazos a tremendas patadas al pecho, pasando por todo tipo de puñetazos, lanzamientos y luxaciones.

Por si fuera poco, podremos utilizar casi cualquier objeto como arma, desde papeleras a cajas de cerveza, palos de golf, bates, e incluso los clásicos faroles de papel japoneses. Cada arma tendrá un número disponible de impactos antes de quebrarse, aunque podremos acelerar este proceso si utilizamos el ataque potente antes que el ataque normal. Afortunadamente para nosotros, los escenarios suelen resultar bastante abundantes en objetos que utilizar, aunque los enemigos también podrán hacer uso de ellas.

Una vuelta por la ciudad

La exploración del entorno es también fundamental en Yakuza, aunque la existencia del radar que nos indica en todo momento donde ir le resta algo de espontaneidad al movimiento de nuestro personaje. Hay un buen número de localizaciones que visitar y siempre podremos dar un paseo antes de llegar a nuestro siguiente destino. A pesar de ello, la linealidad del juego es bastante acusada y dista bastante de dejarnos realizar lo que nos apetezca en cada momento.

Para entretenernos, tenemos  a nuestra disposición minijuegos como el de la máquina expendedora de regalos, con los que obtener algunos objetos curiosos. También encontraremos algunos items que nos darán acceso a pequeñas búsquedas, aunque en ningún momento suplantarán a la trama principal en cuanto a interés. El inventario de Kazuma se irá llenando con los artículos que encontraremos y que nos servirán para salir airosos de los combates más complicados.

Usarlos en el momento adecuado será crucial para llegar a buen puerto sin ser machacado por los mafiosos más duros. Por ello, las visitas a los clasicos conbini (tiendas 24 horas)  japoneses, serán el pan de cada día en nuestra vida como luchador. Tanto estas tiendas como el resto de la ciudad aparecerán repletas de personajes figurantes. Aunque no podremos interactuar con todas las personas que pululan por las calles, el ambiente parecerá bullicioso y no tendremos la sensación de estar en una ciudad desierta. Decepcionantemente, solo las personas marcadas con un símbolo verde sobre su cabeza serán las que tengan algo interesante que contarnos.

Estilo cinematográfico

El estilo visual del juego se asemeja bastante a una producción cinematográfica, principalmente por las abundantes secuencias de video generadas con el motor del juego. Visualmente Yakuza resulta algo contradictorio, aunque el aspecto global del título es más que satisfactorio. Hay algunos detalles negativos que nos han llamado la atención, como las texturas de baja definición en las caras en algunos personajes secundarios. También se abusa demasiado de los mismos enemigos una y otra vez, aunque hay que decir que el número de modelos distintos es bastante grande.

Positivamente, los entornos lucen fantásticos, con texturas muy bien definidas y claras. Los movimientos de nuestro protagonista son variados, y aun con algo de clipping, resultan efectistas y fluidos. Los mapas son grandes y están llenos de vida, algo que aporta solidez al desarrollo y ayuda al jugador a integrarse más en la historia de Kazuma. El motor visual parece bastante solvente aunque hemos notado algunas ralentizaciones en combates numerosos (contra más de 8 enemigos simultáneos), quizá producto de ser una versión no definitiva.

Hemos encontrado un juego muy bien equilibrado entre el aspecto técnico y la importancia de la parte jugable, aunque las altas expectativas  levantadas nos hacían esperar algo más de libertad de acción. No es Shenmue, aunque comparte muchos puntos en común, pero Yakuza tiene cualidades propias para triunfar dentro de nuestras fronteras. Habrá que esperar a la versión final antes de realizar un análisis de este título que, por el momento, apunta buenas maneras.