Guilty Gear Dust Strikers, Impresiones
Ninguna plataforma se resiste a los encantos de Guilty Gear, desde las recreativas a las máquinas portátiles. Con Nintendo DS, Arc Systems ha pretendido trasladar la innovación que desprende la máquina con una apuesta igualmente innovadora dentro de la saga de lucha 2D.
Ninguna plataforma se resiste a los encantos de Guilty Gear, desde las recreativas a las máquinas portátiles. Con Nintendo DS, Arc Systems ha pretendido trasladar la innovación que desprende la máquina con una apuesta igualmente innovadora dentro de su saga de lucha 2D.
Arc System se ha propuesto capitalizar a base de bien su licencia más conocida: Guilty Gears, cuya segunda parte ya cuenta con un sinfín de títulos extra al más puro estilo Street Fighter 2. Pero lo cierto es que cada nueva entrega añade contenidos interesantes a la saga, bien haciendo el combate más frenético y extraño, o bien incorporando novedades destinadas a hacer la lucha más ligera y accesobñe (incorporando fórmulas imposibles como los cuatro jugadores de Isuka).
Por las primeras horas de juego, Dust Strikers se aleja completamente del aura de juego de lucha para expertos del que goza la serie, inclinándose por una jugabilidad accesible, especialmente cómoda y conveniente cuando se está con una portátil, que no suele tener la ergonomía ni las condiciones para ofrecer juegos de lucha demasiado complejos.
La idea es la de coger un conjunto de 21 personajes bien conocidos de la saga y arrojarlos a combates a cuatro bandas, en el que los luchadores participan en un caótico 'todos contra todos'. La idea podría parecer a la de Isuka, pero el estudio nipón la ha llevado más lejos aprovechando las dos pantallas de DS para crear un escenario a varios niveles, en el que unas plataformas permiten que la lucha se desarrolle en cualquier altura, lo que hace también que los ataques puedan llegar desde cualquiera de las direcciones cardinales.
Además, en contra de los cánones del género, a lo largo del combate pueden ir cayendo objetos que permitirán recuperar salud, envenenar al rival y otras posibilidades. El resultado es una especie de Guilty Gear Isuka mezclado con Super Smash Bros que queda bastante resultón, aunque a años luz de lo que los aficionados a los juegos de lucha 2D esperan en una saga como ésta.
Siguiendo con la idea de hacer un juego accesible, manejar a los luchadores es extremadamente simple, especialmente teniendo en cuenta que se ha simplificado en extremo la forma de realizar golpes especiales, que tan solo necesitan de una flecha direccional y un botón para ejecutarse. El resultado es que los combates pecan de demasiado ligeros y caóticos, ya que es fácil perderse en medio de una oleada de super-golpes realizados por cuatro personajes a velocidad de vértigo.
Hay que tener en cuenta que cada personaje ha perdido movimientos (tanto especiales como normales), a lo que hay que unir ciertas decisiones de diseño cuestionables. Por un lado, los personajes no giran automáticamente para mirar a su oponente más inmediato (porque la verdad es que pueden aparecer oponentes en cualquier lado), de modo que se obliga a dirigir manualmente la dirección en la que está orientado el personaje en cada momento. Por otro lado, los sprites se superponen entre sí, de modo que en un mismo espacio pueden estar colocados todos los luchadores. Estos dos factores hacen que Dust Strikers pierda mucha definición como juego de lucha, creando una experiencia más engorrosa.
La idea en sí no es mala, pero Guilty Gear es ya demasiado caótico sin ningún tipo de aliciente extra, lo que hace que con cuatro luchadores se convierta en un espectáculo visual interesante pero poco controlable en ocasiones. En la combinación entre GG y SMB mencionada antes, Dust Strikers parece haber perdido parte de los elementos que hacen magníficas a una y a otra: demasiado simple e incontrolable para un Guilty Gear, demasiado rápido y restringido para un Super Smash Bros.
Técnicamente se ha hecho un trabajo notable, con unos sprites grandes y bien animados que ocupan unos bonitos escenarios. Los efectos de los golpes especiales están bien recreados y si bien se pierden esos sprites en alta definición que forman parte de la belleza visual de la saga, el resultado en DS es bastante bueno en general.
En modos de juegos, Dust Strikers va bien servido con arcade, versus, survival y varios minijuegos protagonizados por los protagonistas de la saga (única función en la que entra en juego de forma relevante el stylus). Los minijuegos son extremadamente simples y no parecen que vayan a aportar mucho valor al título. También hay modo multijugador wireless para hasta cuatro personas, pero cada una de ellas requiere de su propia copia de juego (incomprensible teniendo en cuenta que Bleach DS es superior en todos los aspectos a este Dust Strikers y además incluye un perfecto modo multijugador a través de un solo cartucho).
Guilty Gear: Dust Strikers parece un juego divertido, pero de combustión rápida y alejado de la calidad y mecánica que suele ofrecer la saga que le da nombre. Desde luego no da la impresión de ser un título adecuado para puristas del género o fans de Sol Badguy y compañía, aunque para los que busquen algo de lucha rápida y sencilla, quizás esta apuesta pueda colmar sus aspiraciones.
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