Allá por finales de los 90 Mitchell, la misma desarrolladora del juego que nos ocupa, lanzó el arcade Puzz Loop para recreativas, al que se le sumaron varios clones en multitud de plataformas. El juego original llega a Nintendo DS con algunos cambios interesantes.
Muchos nombres para un mismo juego; suele suceder cuando una idea se populariza y todo el mundo quiere sacar partido de él. Pasó con Puzz Loop y con clásicos como Tetris, Pang o Puzzle Bobble. Zuma, juego disponible también en el bazar de Xbox 360, se suma también a la lista de "clones" del juego desarrollado por Mitchell y del que hay varia controversia sobre quien copió a quien.
Independientemente la mecánica del juego es exactamente igual para ambos títulos, aunque en el
caso de Nintendo DS se han agregado algunas novedades para ofrecer algo interesante al usuario. Una serie de bolas de colores formando una hilera se desplazan hacia el centro de la pantalla dónde hay un agujero. Si la que está a la cabeza de la cola llega hasta ahí se produce el fin de la partida. Para evitarlo, el usuario tiene que lanzar bolas hacia la cola, de modo que se junten grupos de tres o más esferas de color para eliminarlas. Además no solo podremos destruir bolas de esta manera, sino que también podremos realizar combos si al dejar un hueco en la cola se produce la unión de los extremos con mismo color, con lo que la cola ira reduciéndose a base de combos.
Lavado de cara
El recorrido en espiral del juego, aunque protagonista, deja paso en Magnetica (Puzz Loop en Europa) también a otros recorridos de diversas formas, además de incluir varios elementos a modo de handicap para entorpecer nuestros pasos. Magnetica se divide en 3 modos de juego individual: desafío, misiones y puzzle, además de multijugador a nivel local para dos jugadores.
En el modo desafío nuestro reto es alcanzar el nivel 99, sumando puntos y combos en una espiral que nunca termina y que irá a mayor velocidad con el tiempo. En los primeros momentos la cosa está bastante fácil, pero con el incremento de velocidad, incluir más bolas de diferentes colores y a la aparición eventual de cohetes que aceleran las bolas, la dificultad irá en aumento. Completando los dos niveles principales, podremos ir desbloqueando nuestros niveles de dificultad.
El modo de misiones es quizás el que más carga en jugabilidad tenga en el juego y con el que más nos pelearemos. Tendremos que superar 50 escenarios en los que las reglas básicas del juego irán sufriendo modificaciones: recorridos enrevesados, cruces, más de una hilera de bolas o más de un lanzador. Los retos se irán haciendo cada vez más complicados, a la par que adictivos.
Para ayudar un poco al jugador, en algunos niveles se añade una pequeña máquina tragaperras con el que conseguir algunos ítems para facilitarnos la jugada: un reloj amarillo para ralentizar el movimiento de las bolas, uno rojo para parar totalmente el movimiento, o incluso una bola especial que permitirá destruir todas las bolas de un mismo color. Además nos encontraremos con alguna que otra fase de bonus con algún mecanismo especial o luchas contra "jefes" con los que ganar puntos extras.
El modo de Puzzle es el tercero de los modos y también bastante divertido, primando más el ingenio que nuestra velocidad para lanzar las bolas. La misión consiste, con un número de bolas limitados, dejar el escenario totalmente vacío en los 60 diferentes puzzles. La idea es colocar las bolas de manera que mediante combos se vayan eliminando en cascada todas las bolas, que se verá facilitado por la atracción de bolas del mismo color. De partida podremos acceder exclusivamente a los 10 primeros puzzles, pero según vayamos completando iremos desbloqueando nuevos.
Por último el modo multijugador nos permite retar a otro jugador con o sin su propio juego. Podremos editar factores como el tiempo de juego, la forma del rail, la posibilidad de usar o no objetos, así como variar el número de bolas especiales enviadas al oponente tras realizar un combo.
A nivel técnico
Técnicamente el juego es bastante simple pero cumple con creces su función, ya que el peso importante del juego recae más bien sobre la jugabilidad. Variedad de bolas de colores y explosiones inundarán la pantalla táctil de nuestra DS, mientras que la parte superior acogerá el marcador de puntos, combos u otra información necesaria del nivel. Los menús son bastante intuitivos a la par que originales, y no ofrecen problemas para movernos. En lo que se refiere al audio, hemos notado muy poca variedad en cuanto a música de fondo. Acompañan bien la acción, pero con el tiempo llegan a ser bastante monótonas. Los efectos de audio en su lugar cumplen bien su función.
El control se realiza totalmente con el stylus que viene que ni pintado para este juego, ya que en vez de girar con la cruceta hasta el ángulo necesitado, aquí tendremos simplemente que arrastrar la bola desde su origen hacia la dirección que necesitemos. No hay fallos de control, hacia donde lances la bola, ésta se dirigirá. Intuitivo y eficaz.
Primeras impresiones
En la redacción nos llevamos peleando varios días con la versión americana de Puzz Loop, esperando su salida en Europa a finales de año. Este título se suma a la serie Touch Generations, proporcionando lo que mucha gente pide a gritos: simpleza y diversión para pequeños momentos. Puzz Loop engancha, y a la primera de cambio estaremos intentando pasarnos una tras otra el modo de misiones o completando sus puzzles.
El género del puzzle parece haber tenido una buena acogida en Nintendo DS y es que su pantalla táctil y su portabilidad dan garantías de entretenimiento en cualquier parte, no obstante en Europa tendremos que esperar a finales de este año para disfrutar de este juego y reventar bolas.