Los comentarios que los usuarios de PS2 hicieron llegar a Rockstar pidiendo que este GTA exclusivo de PSP se lanzase en la sobremesa de SONY despertaron el interés de la compañía. Lo relativamente sencillo que se planteaba la conversión entre unos sistemas hermanados y la oportunidad de hacer caja en un mercado muy amplio y claramente fidelizado con Grand Theft Auto dentro de la acción criminal fueron razones que terminaron de impulsar este fin.
Y así ha sido; tras unos escasos seis meses de diferencia con el lanzamiento original PlayStation 2 recibirá la semana que viene, y a precio reducido -29.90 euros a pesar de los 20 dólares que cuesta en Estados Unidos-, su retorno a Liberty City, ciudad en la que se ambientó el hilo argumental de GTA III, el capítulo que sentó las bases modernas del género en las 3D.
En conjunto estamos delante de una conversión 1:1 en lo que se refiere a contenido del modo principal del juego. Se mantienen todas las misiones principales, secundarias, personajes, vehículos y demás situaciones que ya se vieron en la portátil, pero con una mejora puntual del apartado gráfico, un control más tradicional y la supresión total de sus modos multijugador en la que es la ausencia más llamativa del producto. Parece que Rockstar ha preferido aparcar el juego en compañía hasta GTA IV y limitar el título a una experiencia individual pero manteniendo así los bajos costes y el precio reducido al que aparece Liberty City Stories en el mercado.
Tras el multi-racial Vice City y un San Andreas claramente influído por la cultura de bandas, la ambientación vuelve a girar en torno a la carismática mafia italiana, fuente de inspiración de tantas grandes historias. Este capítulo está protagonizado por Toni Cirpriani, un personaje que se presentó en GTA III -donde hicimos algún trabajito para él-, que vuelve a Liberty City tras 4 años de exilio como purga por el asesinato de un capo mafioso rival en un ajuste de cuentas de la Familia Leone. Tras esto Cipriani puso tierra de por medio una temporada par evitar a la policía no sin antes recibir el beso y el agradecimiento de su Don.
En la introducción vemos como después de este tiempo Cipriani regresa a la ciudad, solo y en autobús, con ganas de recuperar sus viejas ocupaciones. Tras reunirse con Don Leone, Toni pasa a estar bajo las órdenes de Vicent Cilli, capo del brazo armado de la familia, responsable de las vendettas, desapariciones, "accidentes" y de los pedestales de hormigón. A su vera Toni tendrá la difícil papeleta de devolver el control perdido en las calles de Liberty City a los Leone y además, ganarse respeto y un puesto de peso dentro de la Familia, ya que ha perdido toda su reputación.
Gráficos
Gráficamente el cambio de sistema se percibe en un aumento de la resolución en pantalla, en la mejora general de las texturas -más nítidas y trabajadas-, en un incremento del nivel de vehículos y peatones que circulan por las calles de Liberty City, y en la distancia de dibujado, más amplia. Los reflejos y sombras de los vehículos y la apariencia de la ciudad también son puntos que han salido beneficiados.
En el otro lado, no ha habido cambios en el número de polígonos de los modelados que siguen manteniendo la misma consistencia que en PSP -con lagunas en partes de la anatomía como las manos-, y por las irradicables bajadas de frame rate, tampoco da la sensación de que se hayan realizado optimizaciones específicas para PS2. La paleta de colores sigue oscura como en San Andreas algo que beneficia la ambientación neoyorquina del título pero que en ocasiones le hace adquirir un toque borroso, especialmente en los interiores.
Los 30 frames por segundo inestables en momentos de carga gráfica a los que la serie nos tiene acostumbrados se mantienen, aunque es cierto que en comparación con la versión PSP se sufren bastante menos ralentizaciones. Las animaciones faciales de los personajes, algo que se puede apreciar en las secuencias generadas por el motor del juego, retienen la expresividad original pero están claramente por debajo de las de San Andreas. A pesar de lo ganado desde cómo se pudo ver el juego en PSP, todos estos detalles hacen que acabe transmitiendo la sensación de tener delante un título programado unos años atrás.
Hay que tener presente que estamos frente a un apartado gráfico reconvertido de un sistema de menor envergadura y que por ello, un GTA programado específicamente para PS2 siempre será superior, aunque Liberty City Stories ha mejorado su nivel en el salto a esta consola. Quizás se encuentre un poco por encima de lo que pudo verse en GTAIII aunque sin llegar a lo mostrado en Vice City.
Sonido
El audio en global queda bastante por debajo de la tónica habitual de los títulos de la saga, si bien el cénit de la banda sonora culimó con Vice City y su tributo a los 80. En esta ocasión y estando Liberty City Stories ambientado en finales de los 90, escucharemos los estilos que predominaban en esos años, bastante cercanos a la época actual. La opción tan interesante del Custom Tracks que apareció en el original se ha visto eliminada por la imposibilidad de realizarlo sobre el hardware de PS2, pero el resto de emisoras son las mismas que ya aparecieron, sin ninguna adición o licencia.
Head Radio, Double Cleef FM, K-JAH, Rise FM, Lips 106, Radio del Mundo, MSX 98, Flashback FM y Liberty Jam y cubren desde el Pop o el Funky a la música clásica tan de gusto italiano, el reggae, dance y house, electrónica comercial, étnica, breakbeat, retro y cómo no, el hiphop. El diálogo radiofónico puro y duro, lo tendremos englobado en Liberty City Radio donde destaca el retorno de Lazlow, algunas de las tertulias -lástima del alto nivel de inglés que exigen- y como siempre, los ingeniosos anuncios que se intercalan en todas ellas.
Si bien es cierto que la mayoría de los temas que se han incluido en la banda sonora son de segunda categoría comparados con otras bandas sonoras previas, encontramos auténticos temazos como Sing it back de Moloko, Free de Ultra Nate -todo un himno en Ibiza-, House Music de Eddie Amador y artistas como Armand Van Helden, Jaydee, Green Velvet o Deep Blue acompañados en un alto porcentaje por otros -la gran mayoría- desconocidos para el público español en mayor o menor grado.
En el doblaje, Michael Madsen, quien puso voz a Toni en GTAIII, no ha repetido presencia, al igual que todos sus compañeros debido a la tendencia que Rockstar siguió en LSC que aleja de la recreación de las voces a actores famosos y que apuesta por profesionales práticamente desconocidos. Sólo para los transeúntes se ha contado con más de 120 actores diferentes, acompañados de los 25 que prestan su voz a los protagonistas. Como es costumbre, el doblaje es íntegro en inglés con subtítulos al castellano.
Jugabilidad
Las inevitables comparaciones con San Andreas, último título disfrutado en PS2, cobran una importancia mayor en este punto. En resumen puede decirse que Liberty City Stories tiene una historia más curtida y con más carisma, una ciudad más compacta e interconectada y unas misiones que recuerdan más lo que en los orígenes fue GTA. Aunque nuestro protagonista, Toni Cipriani, ha visto reducidas sus habilidades en comparación con las de CJ. Cipriani no podrá nadar, ni alimentarse ni mejorar su físico o volar en aviones y tampoco cambiar de indumentaria de la misma forma que se hacía en San Andreas. Las posibilidades del protagonista han dado un paso atrás que lo sitúan en un nivel entre GTA III y Vice City, aunque esto no es ninguna novedad ya que en PSP la situación fue exactamente la misma.
También se ha modificado la duración de las misiones, que cambia con respecto a la de capítulos anteriores.La misión tipo de LCS, diseñada para una experiencia de juego portátil y más liviana, se siente como algo demasiado breve, carente de la profundidad de otras vistas en el último capítulo e incluso en Vice City. Además, los objetivos son más simples y más orientados a los disparos, algo que era comprensible en PSP pero que aquí, para un jugador tradicional de GTA, no pasa desapercibido.
El control ha sufrido ligeros cambios, más bien se han deshecho las modificaciones que se aplicaron para adaptar el recuperado esquema tradicional a las limitaciones de diseño de PSP. El sistema de puntería y la conducción funcionan exactamente igual que en Vice City, mejorando la respuesta en comparación a la portátil. Con equis aceleramos o corremos, cuadrado para el salto, círculo para disparar, triángulo para asaltar un vehículo o entrar en él, R1 para la puntería automática y L2-R2 para cambiar entre las armas disponibles.
Como en cualquier otro título de la saga el objetivo será cumplir una serie de misiones de la más diversa índole a las órdenes de nuestro Don, Salvatore Leone, que nos meterán de lleno en una película de ese genero que actores como De Niro, Al Pacino o Ray Liota supieron cultivar tan bien. El fin perseguido es devolver a la Familia el control perdido de las calles de Liberty City para la cual vamos a cabrear a mucha gente. Se declara la guerra entre las distintas organizaciones mafiosas -las familias Leone, Forelli o Sindacco, Triadas, los Diablo latinos, la Yakuza japonesa, el Cartel colombiano y jamaicanos- y nosotros estaremos en el epicentro. Nada mejor para disfrutar de un título así.
Otros detalles de LCS son la reaparición de las motocicletas, los saltos acrobáticos -26 distintos en total, necesarios para completar el 100% del juego- y como comentábamos al principio, que se pierden habilidades como escalar, nadar o pilotar vehículos aéreos. También tienen continuidad las misiones especiales en otros roles, que en LCS son tan variopintas como taxista, falso policía, conductor de ambulacias, vendedor de coches y bicicletas, competidor de carreras de radiocontrol o repartidor de pizzas y sopa de tallarines -además de otras sorpresas- y como no, la mítica recogida de los 100 paquetes escondidos por toda la ciudad, que nos irá desbloqueando objetos especiales.
En cuanto a las armas, tendremos disponible todo el catálogo que hemos podido ir disfrutando en todos los GTA, y este va desde varias pistolas, subfusiles, rifles de francotirador, fusiles de asalto, recortadas a ametralladoras automáticas, lanzallamas, lanzacohetes o lanzagranadas, con varios tipos para muchas de ellas. En las armas cuerpo a cuerpo encontraremos bates de béisbol, sticks de hockey, katanas -que literalmente decapitan a los enemigos-, cuchillos, cualquier otra cosa que encontremos por ahí y haga daño al impactar en la cabeza o el más llamativo, la incorpración de la sierra mecánica, todo un clásico. A medida que completemos misiones especiales, de las que están fuera de la historia principal, podremos acceder a extras desbloqueables, que incluyen objetos realmente curiosos e hilarantes, pero también armas demoledoras como un tanque Rhino.