Al margen de la obra de Dan Brown, ampliamente conocida, y de la adaptación jugable de la que os hablamos hace unos días, el universo que gira en torno al conocido artista e inventor Leonardo Da Vinci da mucho más de sí. Nobilis nos ofrece ahora una nueva visión en torno a la figura de este carismático personaje en forma de interesante aventura gráfica.
De este modo, nos encontramos con un juego que nos ofrece una visión histórica y real de la vida del famoso italiano, a la par que nos envolvemos de una trama llena de intrigas e incógnitas. Los secretos de Da Vinci es un título muy digno del género, que pese a sus fallos, se mantiene consistente y ofrece una experiencia más que interesante al jugador a través de una ambientación única.
Tras la muerte de Da Vinci
El juego está ambientado en 1522, poco después de la muerte de Da Vinci, y nos mete en la piel de Valdo, un aprendiz de Francesco Melzi, estudiante de Leonardo que con el tiempo se convertiría también en un renombrado artista. Siguiendo las indicaciones de una carta de alguien que no conoce, Valdo se dirige a la casa de Da Vinci en Francia, donde deberá localizar el estudio del artista y encontrar cierto documento secreto.
Como casi todos los juegos de este estilo, Los Secretos de Da Vinci centra especialmente su atención en el argumento, por lo que nos encontraremos con una historia elaborada, con muchos detalles, que nos irán desvelando numerosos secretos de la vida de Leonardo y del personaje principal de la aventura. Todo ello bien a través de conversaciones o de documentos que nos encontraremos en nuestra investigación.
Además, en esta ocasión, nos encontraremos con un gran cuidado en el aspecto histórico del título. La mansión de Clos Luce de Leonardo se ha modelado teniendo muy en cuenta y siguiendo de cerca el aspecto de su equivalente real, así como las paredes y las habitaciones están plagadas de detalles que nos dejan claro que estamos en plena Edad Media, logrando una ambientación perfecta.
Control habitual
La forma de jugar a este juego es, a grandes rasgos, la clásica y de sobra conocida mecánica de todos los juegos del género. Nos movemos con el ratón con total libertad 360º a nuestro alrededor, y el puntero irá cambiando su aspecto según lo que podamos hacer con él. Es decir, partiendo de un aspecto básico, cambiará a coger objeto, avanzar o interactuar.
El botón derecho nos servirá para acceder al menú, donde encontraremos el inventario con los objetos que tenemos en nuestro haber, así como también podremos cambiar el traje de Valdo, o acceder a las clásicas opciones de guardar, cargar o salir del juego. Cabe decir en este aspecto que esto resulta bastante poco intuitivo, en especial el modo de usar objetos, que tardaremos en hacernos con el sistema.
Los inevitables puzzles
Como buena aventura gráfica, el juego basa prácticamente todo su interés en los puzzles, los cuales pueden resultar ligeramente enrevesados, pero a grandes rasgos son bastante asequibles, llegando a ser muchos de ellos muy sencillos y lógicos. Se pueden dividir básicamente en dos grupos: los de utilizar un objeto con otro y los de resolver pequeños minijuegos.
Apartado técnico
En el apartado visual, Los Secretos de Da Vinci cumple sobradamente su cometido, con unos escenarios grandes y muy detallados, con un aspecto en tres dimensiones muy creible que aguanta con solvencia los giros del personaje a su alrededor. Además, los modelados de las personas que aparecen, están bastante logrados, aunque sus movimientos se antojan demasiado artificiales por momentos.
En el apartado sonoro, melodías tranquilas y apacibles, que si bien no tienen mucha acción a la que acompañar, cumplen perfectamente su cometido, al ofrecen música ambiental acorde con las situaciones del juego. El doblaje al español, por su parte, pese a no destacar especialmente nos ofrece un buen nivel dentro de los mínimos que se le pueden exigir a un título hoy en día.
La jugabilidad del título es sencilla y directa, basada en recoger objetos para utilizarlos en los momentos precisos y poder seguir avanzando. Lo malo es que nos podemos encontrar una cantidad de items tal vez demasiado elevada, pudiendo llegar a cuarenta sin dificultad, lo cual puede desesperar a muchos usuarios. Aparte, esto dificulta el saber cuál utilizar en cada momento.
Un elemento novedoso de Los Secretos de Da Vinci es el medidor de moralidad, que según nuestras acciones evolucionará hacia el bien o hacia el mal. Cada lado de la balanza repercutirá en ciertas características del juego, ya sea la posibilidad de robar y mentir o gozar de ayudas durante la aventura. Se podrán modificar los medidores a través de los bonus que recibimos al solucionar los puzzles, y la evolución nos llevará a distintos finales.