Si ha habido un juego de la portátil de Nintendo que ha sido famoso por encima de cualquier otro, ése es claramente Nintendogs. En su lanzamiento fue un éxito absoluto de ventas y supero todas las previsiones en todos los territorios donde fue lanzado, desde Japón a nuestro país, donde estuvo agotado en navidades dada la alta demanda.
Aprovechando el tirón de esa situación nos llega esta nueva entrega, siendo Dálmata en esta ocasión la raza que le da el título. Esta cuarta parte es idéntica en jugabilidad a las tres anteriores y las acciones que podemos ejecutar son exactamente las mismas.
Si acabas de aterrizar de tu viaje a la estación espacial o por fin has salido del recóndito rincón donde llevabas meses meditando, quizá no conozcas en qué consiste este juego, por lo que vamos a contártelo brevemente.
Se trata de un simulador de mascotas en el que hemos de cuidar a nuestros cachorros como si fueran reales, es decir, alimentándolos, sacándolos a pasear, lavándolos, jugando con ellos, etc. Además, podemos entrenarlos para que participen en torneos y así ganar premios con los que comprar nuevos objetos para nuestros perritos y enseñarles distintos movimientos que ejecutarán mediante nuestras órdenes de voz.
Qué hay de nuevo, viejo Encendemos la consola y arrancamos el juego por primera vez. Nos aguarda la presentación de siempre, eligiendo nuestro perrito de inicio y llevándolo a nuestra casa. A primera vista el aspecto ha cambiado, parece que la compañía de Mario ha buscado un nuevo decorador para nuestro hogar inicial.
Elegimos un nombre y lo pronunciamos con nuestra voz, "Meri" parece sonar bien. El tutorial inicial nos pide que lo repitamos varias veces y ello hacemos, hasta que nuestra recién adquirida mascota lo asume como suyo.
Ahora toca enseñarle la primera acción, que no es otra que sentarse, nada nuevo de momento. Le agachamos su cabecita y ejecuta nuestra orden, tras ello procedemos a decirle "Siéntate". Dos intentos más y listo, prueba superada.
Ya tenemos total control sobre el juego y podemos hacer lo que deseemos. Echamos un vistazo a los menús y en principio parecen iguales. Podemos ir de compras, a pasear, ir a participar en un torneo o activar el modo Guau, nada nuevo de momento.
Seguimos nuestra pequeña visita y miramos los tipos de objetos, siguen siendo los mismos de siempre. Lo mismo ocurre con los que podemos encontrar de inicio en la tienda, champú, agua, comida, juguetes... todos parecen los mismos de siempre, nada nuevo de momento.
Decidimos participar en nuestro primer concurso, a ver qué tal se desenvuelve Meri. Una vez más, no hay sorpresa, los tres disponibles son los esperados, lanzamiento de disco, agilidad y obediencia. Elegimos el primero.
Tras un pequeño desastre por la nula entrenación, decidimos dar un pequeño paseo. Bien, algo distinto, el mapa ya no es igual al de los anteriores juegos aunque las diferencias son mínimas, sólo cambia ligeramente la disposición de algunas localizaciones.
Comenzamos a andar y nuestra perrita encuentra un regalito, fantástico. ¿Qué será? Vaya, qué mala pata, una cámara desechable que está rota y encima no tiene carrete, nada que se pueda aprovechar.
Llegamos al parque donde hay un par de nuevos amiguitos, Meri no para de brincar de júbilo por jugar con ellos. Las opciones a nuestra disposición, las mismas, tirarles algún objeto o acariciarles, nada que no hubiéramos hecho ya con nuestra vieja versión.
Así que, decepcionados, volvemos a casa, no hay nada nuevo bajo el sol, bueno, mejor dicho, bajo la luz de la luna, pues después de tanta vuelta ya se nos ha hecho de noche. Cansados, damos de comer y beber a nuestro cachorro y le dejamos que se eche un rato, ha hecho un duro trabajo de modelo para estas impresiones.
Dálmata y compañía Esta raza, con su pelaje punteado característico, ya estaba disponible en los tres primeros Nintendogs y se desbloqueaba encontrando un objeto en concreto, el casco de bombero, por lo que quizá pasó desabercibida para mucha gente que no tuvo la suerte de hallar esta curiosa prenda. En esta versión el dálmata no viene solo, pues, en vez de un pan, se trae el casco bajo el brazo, el cual lo podemos encontrar como una prenda para vestirlo.
Además de su peculiar gorro, le acompañarán cuatro razas más que sí serán inéditas, las cuales preferimos no desvelar aún en estas impresiones. Si tienes cualquiera de las tres primeras entregas, no te preocupes, porque si un amigo tuyo se compra la nueva podrá pasartelas por WiFi.
La conclusión es sencilla, si no pudiste probar este título en su momento, el próximo día 16 de junio tendrás otra oportunidad. Si en tu momento lo compraste, no hallarás ni un mínimo aliciente para hacerte con Dálmata y compañía, no deja de ser una versión idéntica en casi todo a las tres originales que llega algo tardía.