Todo el stand de Wii se podía dividir en dos tipos de juego: el primero, los títulos con jugabilidad más ajustada, manteniendo la posición del mando relativamente estable y reaccionando con pequeños movimientos. La otra tanda la componían los títulos que en mayor o menor medida requerían algún tipo de movimiento físico más acusado.
Entre estos últimos destacaban la serie Wii Sports, sello bajo el que encontraremos cuatro juegos con un motor gráfico extremadamente básico y un control de la situación de lo más original. El primero de ellos y más destacable, Wii Tennis. Ya pudimos ver en el pre-show de Nintendo en el Kodak Theatre a Iwata, Reggie y Miyamoto jugando un set a doble con un espontáneo cuarto jugador.
Visto desde fuera, la imagen puede resultar hasta ridícula. "¿Qué hacen esos cuatro tíos dando golpes al aire?". Pero una vez dentro, la recreación de los movimientos es excelente. Como otros tantos juegos de Wii, no hace falta tocar ningún botón para jugar. Movimiento hacia arriba y golpeamos en el saque, y luego consiste sencillamente en 'imitar' los movimientos habituales de una raqueta de tenis, como si el mando fuera el mango por donde agarrarla.
Con un poco de práctica -pues los primeros puntos son complicados-, poco a poco seremos capaces de lanzar globos, cortar la pelota, liftarla y devolverla con relativa precisión. En el caso de Wii Baseball funciona igual, con el mando haciendo de bate. O en Wii Golf, donde la precisión debe ser máxima en la trayectoria de la pelota hacia el agujero. Todo consiste en jugar como si lo hiciéramos en realidad, movimientos sencillos pero certeros y bastante fiables.
El único que se salía de la tónica era Wii Airplane, una demo de un avión como la que en su día unos pocos privilegiados pudieron probar en el Tokyo Game Show. Bastaba con sujetar el mando como si fuera un avión de papel, y moverlo para hacerlo girar hacia los lados, inclinándolo hacia abajo para ganar velocidad o hacia arriba para remontar el vuelo. A lo Pilotwings, había que pasar por orden por unos aros mientras unas cigüeñas acompañaban nuestro cálido viaje por una pequeña isla.
Poco más se puede decir sobre estos títulos, pues como verdaderamente se conocen es jugándolos. El diseño de sus personajes es algo secundario. Estamos hablando de la posibilidad de recrear con bastante corrección los deportes reales en el salón de nuestra propia casa. Cabe destacar la partida a dobles en el Wii Tennis. Cuatro FHC y un salón no muy pequeño pueden hacer que aquella persona que nunca pensamos que jugara algún día con una consola, lo haga por primera vez con este juego.