El género de la estretegia en tiempo real recibirá en algún momento del próximo año la propuesta de Gas Powered Games, Supreme Commander, sin duda alguna uno de los títulos más importantes del E3 dentro del panorama PC.
Chris Taylor se ha hecho un nombre en el mundillo de la estrategia en PC gracias a su participación en Total Annihilation y su implicación total en dicho proyecto. Este E3 el conocido desarrollador ha representado a los chicos de Gas Powered Games (saga Dungeon Siege, entre otras) en el stand de THQ, mostrando su próximo proyecto para compatibles: Supreme Commander. Lo que a priori podría no resultar excesivamente interesante se ha convertido en uno de los RTS más importantes de cara a los próximos meses. Supreme Commander tendrá por meta mezclar elementos de la estrategia de clásicos como Risk y adaptarlos al "real time", no sólo eso, sino que además dotará al título de un impresionante acabado técnico que ha sorprendido por su belleza en esta primera toma de contacto. Con el marco de Los Ángeles, y tras la exclusiva de PCGamer, Supreme Commander ya se encuentra en las listas de los deseos de los más acérrimos al género.
En la teoría, además de los clásicos elementos de los RTS, contará con jugosas novedades. La primera será un sistema de cámaras rápido, ágil y con distintas perspectivas que sumará dinamismo a la acción. Podremos suavemente intercambiar distintos ángulos con un simple movimiento de ratón. Se ha hilado fino en este aspecto y especialmente parece haber gustado el uso del zoom para acercar/alejar la vista sin desentonar en ningún momento.
Y es que gráficamente promete ser impresionante. Si bien en estático apenas llama la atención, en movimiento resultará tremendamente impactante gracias a la inclusión de batallas de millones de unidades simultáneamente al estilo Rome: Total War. La nota diferenciadora en Supreme Commander será la distinción éstas. Si encontramos cien soldados en batalla, la gran mayoría serán diferentes y se encontrarán utilizando patrones individuales en lugar de convertirse en clones unos de otros. Se introducirán, además de unidades humanas, otras mecánicas como tanques e incluso mechas. La ambientación pese a todo estará cuidadísima y cada unidad dependiendo de su origen será más alta, más pequeña, más delgada, más gruesa o menos veloz que aquella de allí.
Otro aspecto que promete revolucionar serán las batallas navales. Las hemos visto en multitud de títulos, incluso en algunos ya "ancianos" como Age of Empires, pero aquí ganarán una nueva dimensión. Dejando de lado que el terreno será enorme, más de 65.000 kilómetros de tierra, los océanos o mares que lo rodearán no le irán a la zaga. No se han dado cifras, pero sí se ha comentado que las batallas navales serán épicas, con impresionantes efectos para la destrucción de los navíos, elementos como cañones, fuego o proyectiles saliendo de las cubiertas... Impresionante.
Taylor demostrará que es un jugón, así, en el E3 desveló una posibilidad interesantísima -a la par de que costosa- que tendrá Supreme Commander: Soporte para visualizarse en dos monitores conectados de forma paralela, al más puro estilo Nintendo DS con la extensión de pantalla. Dicho así quizá suene arriesgado, pero si decimos que podemos elegir que visualizar en cada monitor, por ejemplo mapas, nuestras estrategias o simplemente expandir la visualización en dos, las cosas cambian. Ya por último se conoce que la Interface ha sido realizada partiendo de cero para dotarla de nuevos a interesantes añadidos. Se desconocen la mayoría de ellos, aunque sí se sabe que en base se jugará como la mayoría de RTS actuales.
Gas Powered Games y Chris Taylor están poniendo toda la carne en el asador con Supreme Commander. Según lo mostrado en el E3 parece que se convertirá en un auténtico crack, quizá no por revolucionar el género, sino por perfeccionarlo. Batallas épicas, una obsesión especial por el tamaño y mejoras como una nueva Interface , los conflictos navales o su notable apartado gráfico hablan por si solos. Y más, si contamos que podemos ser Comandantes Supremos de un terreno de más de 65 kilómetros de extensión. Nos faltan calendarios para restar días hasta que podamos echarle el guante, y es que hasta bien entrado 2007 no lo veremos en las tiendas.