Con Wi y Music Orchestrai nos hemos convertido en director de nuestra propia orquestra con batuta en mano. Descubre nuestras primeras impresiones al son de la música.
El inicio del evento previo al E3 será uno de esos momentos que muchos guardaremos en la retina. La música silenciaba el Kodak Theatre y entraba en escena el mismísimo Sigheru Miyamoto con un FHC de Wii en la mano. Las proyecciones tras él mostraban una orquesta preparada para comenzar un recital de música. Sigheru agita varias veces el control a modo de batuta, la orquesta se preparaba y una música de The Legend of Zelda llenaba todo el auditorio.
Esta presentación es lo que luego se ha convertido en Wii Music Orquestra , en la que encarnar a un director de orquesta para crear la melodía lo más armónicamente posible. El control es muy sencillo: la velocidad a la que movamos el brazo determina el ritmo de la canción, variando la velocidad en los momentos que la melodía lo requiera.
El sensor de Wii también determina la altura a la que realizamos los movimientos. Cuanto más cerca esté el mando del suelo, más graves serán los tonos, y a medida que ascendamos, todo sonará mucho más agudo. Los músicos que componen la orquesta tiene el mismo modelado que los personajes de los juegos de la serie Wii Sports, sencillos pero divertidos, y los veremos moverse acorde al movimiento del FHC.
Poco más podemos decir de esta demo. Además de la melodía de The Legend of Zelda encontrábamos el clásico Carmen. Al final de la canción el juego puntuaba nuestra habilidad, casi siempre elevada, y nos decía si éramos unos directores apasionados, metódicos o unos maestros de la batuta. Wii Music Orquestra puede ser título de lanzamiento de la consola, siempre que incluyan más canciones y alguna característica más. Es el típico juego que todo el mundo se sorprendería al verlo, aunque carezca de cosas como hilo argumental o una jugabilidad apurada.