Gaming Club
Regístrate
españaESPAÑAméxicoMÉXICOusaUSA

[E3] Nuestra experiencia con Wii en el stand de Sega

Os contamos la experiencia con la nueva consola de Nintendo y su revolucionario mando de control que pudimos vivir en el stand de SEGA con los juegos Monley Ball Banana Blitz y Sonic Wild Fire.

Tras bastidores, Sega guardaba alguna que otra sorpresa, una de ellas sus dos primeros juegos para la consola de Nintendo: Wii. Los dos títulos en cuestión eran Monkey Ball Banana Blitz y Sonic Wild Fire, con los que tuvimos la ocasión de jugar.

El primero en ser mostrado fue Monkey Ball Banana Blitz. Lo primero que salta a la vista es que los gráficos no han ido mucho más allá con respecto a los de la versión de Gamecube, pero bien, tampoco es que éste sea un juego que requiera lo último de lo último en gráficos precisamente; se ve lo suficientemente bien como para que le prestemos atención sólo a lo que realmente importa en un título como este: jugar.

El funcionamiento es simple, con sólo el mando principal de Wii puedes rotar el escenario, de modo que inclinando el control en cualquier dirección mueves la plataforma sobre la que se desplaza el protagonista.

Como cualquiera que haya disfrutado de esta serie sabe, el control es realmente sencillo. Lo importante es controlarlo milimétricamente para evitar que la bola salga rodando fuera del trazado. En ese aspecto hay que dejar patente una vez más la precisión del mando en captar el más leve movimiento del mando, de modo que una vez que te has familiarizado con él, es fácil controlar la plataforma lo suficientemente bien como para avanzar sin problemas los primeros niveles.

Pero Monkey Ball en Wii no se contenta sólo con el modo principal, sino que también ha incorporado numerosos mini-juegos que hacen uso en toda su extensión de los controles de la consola de Nintendo. Hay lanzamiento de dardos (imitando el movimiento de lanzar un dardo con el control principal), carreras (moviendo los dos controles rápidamente arriba y abajo), lanzamiento de aros (imitando el movimiento que harías con un disco) y muchos más, todos haciendo uso de diferentes gamas de movimiento y demostrando una buena precisión a la hora de medir la aceleración del movimiento.


Justamente al lado se encontraba Sonic en su versión Wii, un juego exclusivo para la consola de Nintendo y pensado expresamente para su sistema de control. La fase demostrada era un bello escenario de inspiración arábica, con sus desiertos y sus suntuosos palacios. Aunque el juego es 3D, el planteamiento es completamente lineal, de modo que Sonic sigue un trazado único del que no puede salir, lo que lo hace muy distinto de los Sonic Adventure y similares, más bien parecía un Sonic de los clásicos de Mega-Drive pero llevado a los 3D.

[E3] Wii tendrá en exclusiva Sonic Wild Fire


En este juego debes coger el control de forma horizontal, con ambas manos. La idea es que al rotar el mando hacia la izquierda o la derecha mueves a Sonic a los lados mientras avanza como una bala por plataformas y obstáculos, que debes evitar. Dando una sacudida al mando hacia abajo consigues que el puercoespín salte, y realizando otra vez el movimiento consigues que ataque; también hay otra gama de movimientos que sirven para salir airoso de diferentes situaciones.

Aunque los dos juegos tenían muy buen aspecto, sin duda el más divertido y prometedor era Monkey Ball. El sistema de control le viene que ni pintado y es tremendamente divertido calibrar bien el mando para conseguir que la bola llegue sana y lava a su destino. Al igual que el Monkey Ball original fue uno de los primeros grandes títulos de Gamecube, parece que su sucesor en la nueva consola de la compañía no le va a ir a la zaga.