Se acabó la revolución. Era cuestión de tiempo. Los días estaban contados, pese a que muchos ya lo deseaban como nombre final. Era evidente que no iban a mantenerlo, Revolution era un tanto redundante y presuntuosa. Daba a entender una tendencia, un camino y no un fin. Un nombre en clave como en su día lo fueron Project Reality o Dolphin. El mercado de las videoconsolas está acostumbrado a juegos de palabras. PlayStation, Xbox o DS, las traduciríamos como estación de juego, caja X y doble pantalla. Un tanto simples si las comparamos con términos que ahora aplicamos a otros 'gadgets'. Existen muchos reproductores de música portátiles, pero todos reconocen un iPod. Hay infinidad de ordenadores portátiles pero sabemos qué identifica a un Vaio. De repente, y algo antes de lo esperado, nace Wii. Debo confesar que pese a haberlo pronunciado y leído infinidad de veces, todavía me sigue costando encajar la revolución de Nintendo en este monosílabo. Parece que le falta algo, alguna letra más que le dé más soltura a la hora de pronunciarla. El lenguaje humano siempre ha ninguneado las palabras monosilábicas, y basta con releer un poco el texto y ver que prácticamente todos los monosílabos son pura transición verbal: que, con, de, a, se, el, los
Para más inri, Nintendo ha puesto especial hincapié en que la consola se llame Wii y no Nintendo Wii. Curioso. ¿Acaso dificultaría este cambio de tendencia de la compañía que se siguiera asociando el producto a Nintendo? ¿Busca realmente una identidad en sí misma el termino Wii? Aún cuesta imaginar a Wii dentro de la jerga del sector. "Ubisoft anuncia un nuevo Splinter Cell para PlayStation 3, Xbox 360 y Wii". No es fácil digerirlo. ¿Y al introducirlo en nuestro lenguaje diario? ¿Un o una Wii? ¿El o la Wii? Llevamos dos años llamándola Revolution como para habituarnos en pocos días. Con Wii se acabaron las abreviaturas o las siglas. Wii y we son términos homófonos, al igual que Lite y light. Qué casualidad
Nintendo le aplica contenido filosófico al "nosotros", el logo en sí representa dos mandos de la consola juntos, remarcando una vez más la importancia de la jugabilidad. También esconde unas posibilidades de marketing enormes. Wii es brutalmente distinto de PlayStation 3 y Xbox 360. Al diseño "appelizado" de la consola lo acompaña un nombre que lo hará inconfundible. Las campañas publicitarias recurrirán sin duda al juego de palabras en inglés e incluso al oui en territorio francés. Wii no es resultado de una tarde de reunión entre Iwata, Miyamoto y otros cargos de Nintendo. Los nombres de las consolas de Nintendo resultan de lo más básico. NES no es más que el sistema de entretenimiento de Nintendo, con su evolución "súper". La coletilla de Nintendo 64 era para recalcar su potencia sobre los 32 bits de PlayStation. La forma cúbica de GameCube es evidente, y por supuesto, la DualScreen. Y de repente, Wii. A estas alturas no cabe duda es que Nintendo se ha 'revolucionado' en estos últimos años tanto o más que en los otros veinte. Satoru Iwata es el primer presidente fuera de la dinastía Yamauchi, y nunca mejor dicho, se ha empeñado en poner los puntos sobre las íes.