Osu! Tatakae! Ouendan!
El ritmo llega a Nintendo DS
Con motivo de la gran cantidad de títulos que aparecen exclusivamente en el mercado nipón, estrenamos un nuevo tipo de Análisis, dirigido a aquellos que no tengan suficiente con nuestro catálogo, o bien que disfruten con géneros más bien minoritarios en occidente. Hoy: Osu! Tatakae! Ouendan.
Si hay algo positivo acerca de la inexistencia de bloqueos regionales en la Nintendo DS es la posibilidad de importar juegos y ejecutarlos sin ningún tipo de problema. Dada la calidad de algunos que, seamos sinceros, nunca van a llegar oficialmente a España, y el creciente interés de los usuarios ¿por qué no analizarlos para ver si son susceptibles de importar?
El encargado de estrenar esta sub-sección es el aclamado Osu! Tatakae! Ouendan! (Vamos, Lucha! Grupo de Animadores) de los creadores de Gitaroo-Man. El concepto del juego es tan sencillo como adictivo: seguir el ritmo de la música. Pero son la presentación, la historia y el modo de juego -totalmente nuevo e innovador- lo que diferencian a este de otros juegos del género.
Hasta ahora hemos visto títulos tales como Dancing Stage, Parappa the Rapper, Beat Mania, Donkey Konga, Guitar Freaks, Samba de Amigo o Drum Mania, junto a otros menos conocidos como Taiko Drum Master, Para-Para Paradise, Band Brothers ó Syakatto Tambourine! Todos asociados bien a algún instrumento, bien a algún tipo de baile. Osu! Tatakae! Ouendan podría estar dentro de este segundo grupo, salvo que esta vez no moveríamos los pies o las manos al ritmo de la música. O casi
En todo caso, tenemos a nuestro Escuadrón, formado por Ryuuta Ippongi (el líder), Kai Toomeki, que dirigirá el grupo en el modo más difícil del juego, Hajime Tanaka, que hará lo propio en el más básico y los acompañantes Suzugi y Saito (cresta rubia y parche en ojo respectivamente). Todos ellos, por supuesto, vestidos de riguroso negro: el típico uniforme de Escuela Secundaria en Japón.
El juego transcurre en un original modo historia, donde encontraremos hasta quince historias independientes en un mapa inspirado en un típico barrio japonés. De este modo, las situaciones que encontraremos van a ser muy japonesas en su mayoría y ofrecerán un sentido del humor digno del mejor Manga. A pesar de la barrera idiomática, no nos será difícil entender en qué consiste la historia que rodea cada nivel del juego, pero perderemos gran parte de su encanto al no disponer de textos en castellano.
Por poner algún ejemplo de estas alocadas situaciones, nuestras tareas consistirán desde ayudar a un chaval a estudiar para sus exámenes pre-universitarios mientras su familia está armando jaleo y divirtiéndose en la planta inferior; animar a una Cleopatra bien 'entrada en carnes' a adelgazar; dar apoyo a un acorbatado señor para salvar a una jovencita de las garras de un ratón tamaño Godzilla con muy malas pulgas; o incluso animar a un espíritu que vuelve de las puertas del cielo para tratar de comunicarse con su amada.
Cada nivel comienza con una de estas embarazosas y a veces bizarras situaciones, narrada a través de un sistema de cómic interactivo. El protagonista, desesperado, terminará por llamar a nuestro escuadrón (Ouendan!), y ahí comienza la acción. El objetivo del nivel es ir siguiendo un patrón de baile que va apareciendo en la pantalla a modo de 'botones' numerados consecutivamente. Una circunferencia concéntrica se irá reduciendo hasta adquirir el tamaño del botón, momento en que tendremos que pulsarlo con nuestro lápiz.
También aparecerá una pequeña pelota de playa que hay que arrastrar por un camino predefinido tantas veces como nos digan y a la velocidad adecuada, e incluso veremos en algunos momentos una ruleta que hay que hacer girar a toda velocidad. Además habrá secuencias que van conectadas por una serie de puntos y que forman un combo especial que nos hará subir la puntuación si los pulsamos correctamente. El objetivo es mantener la barra de 'estado de ánimo' tan llena como nos sea posible, lejos de la 'zona roja', algo similar al bailómetro del Dancing Stage.
Cada nivel está dividido en varias partes, al igual que toda canción, y en sus intermedios veremos como en la pantalla superior de la consola va progresando el cómic. Según nuestro performance la historia variará, y finalmente obtendremos una puntuación global y unas completas estadísticas. Si el nivel de 'estado de ánimo' llega a un punto crítico, el juego se detendrá abruptamente.
La premisa es sencilla pero, ¿lo es el juego en sí? Lo cierto es que al principio puede costarnos ligeramente el adaptarnos al sistema de botones, ya que a medida que avanzan los temas, irán apareciendo en los lugares más insospechados de la pantalla, la numeración muchas veces hará dobles zig-zags y se combinará a menudo con muchas de las pelotas de playa que aunque al principio solo harán rectas, acabarán haciendo amplias curvas y ondulaciones.
En donde más fácil lo tuvimos fue en los niveles cuyas canciones ya conocíamos, lo que demuestra que hay que tener un mínimo sentido del ritmo y el compás para superar con éxito los niveles más avanzados. A pesar de todo, es asequible a cualquier jugador y la curva de aprendizaje la vamos creando nosotros mismos, dado que las nuevas historias van apareciendo según completamos las que tenemos ya desbloqueadas y nos dan la opción de repetir cualquiera tantas veces como nos plazca.
Además del modo para un jugador, que consta de 15 canciones y tres niveles de dificultad, tenemos la opción de jugar hasta cuatro personas a la vez. El problema es que se necesita una tarjeta por cada consola lo cual no es fácil teniendo en cuenta que el juego no está editado en España. Pero para aquellos afortunados que dispongan de amigos con una copia del juego, podrán disfrutar de originales modos de competición basados en el mismo sistema de baile pero aplicado a carreras de coches, escalado de montaña, competiciones a un arcade de lucha o un partido de béisbol.
Nunca veremos un dibujo pixelado o borroso y es de agradecer para el que pueda leer los bocadillos. Estas viñetas van apareciendo según avanza la acción y tienen una leve pero acertada animación que da vida a lo que podría haber sido una tira cómica prescindible. La única pega es la animación del fuego que aparece en algunas ocasiones, que sí se pixela de manera descarada.
En cambio, tanto nuestros animadores como los botones están creados en 3D, a nivel muy básico pero con el detalle necesario. Se echa de menos, eso sí, una mayor variedad de movimientos de baile para los personajes. Muchas veces parece que simplemente hacen para-para (un tipo de baile muy famoso en Japón en el que solamente suelen usarse las manos), pero también hay que tener en cuenta que los personajes siguen el patrón que nosotros vamos pulsando en cada momento.
Una cosa está clara: si no eres fan del J-pop y el J-Rock, este juego puede seguir gustándote igualmente, pero si no aguantas estos géneros, mal asunto, porque todo el juego gira alrededor de ellos. La excelente banda sonora incluye una colección de temas de grupos/solistas como L'arc~en~ciel, Asian Kung-Fu Generation, B'z, Road of Major, The Yellow Monkey, Morning Musume, ORANGE RANGE, nobodyknows+ o Yaida Hitomi, muchos de los cuales han participado ya en bandas sonoras de otros juegos así como en series de Animé.
Muchos temas son puro rock clásico, mientras otros tienden más a una fusión del Pop y el Hip-Hop, la balada, el Pop-Rock e incluso algo de música tradicional. Temas variados y con mucho ritmo, han sido acertadamente elegidos por iNis y le dan al juego un toque especial que hace de éste una golosina irresistible para cualquier aficionado a la cultura japonesa. Todo esto con una calidad que si bien no llega al estándar mp3, se queda muy cerca, hecho que nos ha sorprendido gratamente.
Lo mismo podemos decir sobre las voces y los efectos de sonido, aunque estos últimos son bastante simples y a veces nos gustaría poder bajarles el volumen para oír la música con mayor claridad. También se echa de menos una mayor cantidad de niveles y, por tanto, más canciones de otros grupos menos comerciales.
Muy Bueno
Juego de notable acabado que disfrutaremos y recordaremos. Una buena compra, muy recomendable para amantes del género. Está bien cuidado a todos los niveles. Cómpralo.