Paraworld

Si existe un género manido dentro de todas las posibilidades lúdicas en el mundo de los compatibles, con el permiso de los títulos de acción en primera persona, es el de la estrategia en tiempo real. Los lanzamientos en este sentido se cuentan por docenas y año tras año todas las compañías desarrolladoras intentan añadir algún componente que dé con la fórmula mágica que les permita llevarse el pato al agua. Sunflowers lo intenta con Paraworld.

Aunque son muchos los juegos que existen hoy en día, todavía mucha gente sigue jugando a los clásicos: Los Age of Empires y Warcraft siguen con una buena parte del pastel, junto a los CC, Civ, etc., mientras que últimamente hemos vivido la aparición de nuevos títulos acompañados de la mano de grandes licencias (y con resultados notables) como son las de El Señor de los Anillos, La Guerra de las Galaxias o la estrella de 2004/05, Warhammer 40k.

Próximamente verá la luz Paraworld, en el que encontramos un argumento que a muchos les sonará a novela de Verne: un grupo de científicos de hace un siglo descubre la manera de viajar a un mundo paralelo en el que el envejecimiento no existe y poblado por una serie de tribus, una flora y una fauna muy parecidas a las de la prehistoria. Muchas décadas más tarde, en la actualidad, otro grupo de estudiosos consigue realizar el mismo procedimiento, quedando atrapados en este nuevo mundo paralelo.

A lo largo de más de una quincena de fases deberemos trabajar duro para intentar que nuestros héroes sobrevivan a este mundo hostil. Tres tribus están disponibles para jugar con y contra ellas, todas con sus características fuertes y sus puntos débiles, cada una con sus propios objetivos que se irán desvelando a través de cada una de las fases. Estamos ante un juego en el que el argumento de la campaña principal cobra un peso muy importante, en la línea de los últimos lanzamientos que estamos viviendo.

A nivel jugable, la mayor parte de Paraworld se desarrolla al estilo clásico de cualquier juego de estrategia en tiempo real: estamos ante la fórmula típica de recolección, fabricación de bases y construcción de ejércitos lo más grandes posibles, siempre dentro de ciertos límites. Puede que esto suene bastante habitual para los aficionados al género, pero es que Sunflowers no ha intentado descubrir nada en este sentido.

La temática si es novedosa, ya que al margen de las tribus que podemos observar las estrellas son precisamente los dinosaurios, que los hay de todos los tipos y colores y no necesariamente como complemento estético. Desde triceratops, Tiranosaurus Rex, broncosaurios, velociraptores y demás superespecies están presentes en el juego de alguna u otra forma, ya sea como unidades de transporte o de ataque y defensa.

Donde deslumbra el juego a primera vista y como se puede observar en los pantallazos que vienen adjuntos es precisamente con su motor gráfico. Aunque existirán cinemáticas específicas para el juego, la mayor parte de la unión entre misiones estará realizada con el propio motor del juego (al estilo de Warhammer o Warcraft), sin que eso desmerezca la calidad final del producto. Suponemos que el equipo que necesitará, sin embargo, no será precisamente pequeño.

Tal vez una de las novedades más interesantes a nivel jugable consiste en el sistema de experiencia y promoción de unidades. Aunque existe un límite de 52 unidades posibles divididas en cinco líneas de 'calidad' con número decreciente (25 para la primera línea, 15 para la segunda, 8 para la tercera, 3 para la cuarta y una para la quinta), todo el ejército consigue experiencia conjuntamente cuando entre en combate.

De esta forma es posible utilizar esta experiencia en la unidad que queramos, promocionando a aquella más interesante en su momento si bien este paso no es reversible. Las unidades de abajo no caen en desuso, no obstante, ya que pueden combinarse con otras unidades mayores para su utilización posterior. Al igual que ocurre en muchos otros juegos, eso conllevará no solamente un incremento en la potencia de fuego sino que los héroes adquirirán nuevas habilidades para su uso en combate.

Todas las unidades tienen su especialización prevista: a distancia, melee, etc. como asimismo las distintas facciones, algunas más enfocadas en el ataque y otras en la defensa. Los Norsemen, los Dragon Clan y los Dust Riders son las tres razas disponibles, cada una distinta desde un punto de vista jugable y gráfico. Aparte de las unidades que dispongan cada una, hay unidades neutrales que también deambularán por el mapa.

El control de las unidades también es algo que sorprende en Paraworld ya que siempre podremos controlar a cualquier parte de nuestro ejército desde cualquier lugar del mapa. También el control de los edificios, así como el avance tecnológico (incluso cronológico) de nuestra facción se ha simplificado de tal modo que resultará en principio más accesible para el gran público, una de las grandes pretensiones clásicas de todas las desarrolladoras.

Hay que reseñar el aspecto épico que Sunflowers ha querido dar a las batallas, aprovechando la espectacularidad del nuevo motor gráfico y el hecho de usar una temática muy poco habitual en los juegos de estrategia. Combates en los que se mezcla el micromanejo de las unidades (aprovechando el novedoso sistema de control de ejércitos) con las escaramuzas más impresionantes. Falta por ver en movimiento en un ordenador real, pero por lo que se ha visto hasta ahora promete.

El multiplayer es algo que siempre es la base de todos los juegos de estrategia en tiempo real. Todo el mundo sabe que la campaña principal en estos juegos es algo añadido y lo que realmente fundamenta el éxito de un título es su aportación al mundo del multijugador. En este sentido sabemos poco de Paraworld, a excepción de que aportará los clásicos deathmatch normales y por equipos y alguna clase de defensa de territorio.

No sabemos todavía lo que aportará Paraworld al mercado, pero lo que hemos visto hasta el momento nos hace desear más. Sinceramente esperamos ansiosamente jugar a las primeras versiones para comprobar qué añadirá al mundo de la estrategia en tiempo real aparte de una cara bonita. No tardaremos en disponer de una versión de prueba con la que obtendréis pronto nuestras primeras impresiones.