Gears of War: Actualización desde la GDC 2006

Es de noche, la lluvia cae incesante sobre la carretera gastada y llena de barro que viene desde el bosque, extendiéndose a lo largo del descenso de la colina. Un ruido sombrío y metálico cubre el estruendo de los truenos, para pocos segundos después llegar a la escena un vehículo acorazado del que desciende un grupo de combatientes armados.

Podría parecer el inicio de una poco inspirada película de serie B. En cambio, es la introducción del breve nivel demostrativo de Gears of War que Epic Games nos ha ofrecido durante la presentación a puertas cerradas en la edición 2006 de la Game Developer Conference.

Disfrutado como auténtica tarjeta de visita de la potencia del Unreal Engine 3 en el mundo de la nueva generación de la era HD, el impacto escenográfico ofrecido por Gears of War es ciertamente impresionante, una demostración indiscutible de potencia visual y arrogancia técnica. Los shader 3.0 parecen haber sido explotados hasta el último bit, con el HDR, texturas HiRes en abundancia y efecto de blooming aplicado sobre prácticamente todo foco de luz y material reflectante.

Con todo esto, el efecto de la lluvia nos ha parecido realmente creíble y convincente, atestiguando el conocido uso de filtros y efectos de post-procesado por parte del equipo de desarrollo. Esta secuencia había sido ya mostrada en vídeo en la X05, pero en esta ocasión ha aparecido todavía más pulida y decidida, señal inequívoca de los meses de desarrollo transcurridos y la cercanía de la fecha de lanzamiento.

Progresos NextGen
La demo corría con fluidez y con un framerate siempre estable a lo largo de toda la duración de la misma, salvo en un par de ocasiones (cuando tenían lugar explosiones particularmente fuertes) en las que el juego mostró el lado de los típicos bloques improvistos debidos a la carga de datos del disco. Pero dado que no estamos todavía ante la versión final del producto, se trata de defectos de juventud que se vuelven marginales y perdonables.

Por el contrario, cerca de un año después de la primera demostración del título, nos ha preocupado notar cómo las animaciones de movimiento de los personajes puedan resultar todavía, en algunos momentos, muy forzadas. Nuestra esperanza es que no se trate de un defecto congénito y, por tanto, difícilmente corregible. Permaneciendo siempre en el tema de la animación, parece loable el esfuerzo de los diseñadores por disipar todas las dudas del público que puede interpretar todavía a Gears of War como un tipo de FPS con gráficos en tercera persona.

En realidad, después de haber visto al protagonista del juego dedicarse a hacer volteretas de una cobertura a otra al más puro estilo Max Payne, además de verlo arrastrarse bajo un muro para protegerse buscando cubrirse detrás de una esquina (como un joven Sam Fisher de asalto), olvidaremos el pedigrí del título, apreciándolo por lo que es, es decir, un título de acción en tercera persona, con un ritmo de juego veloz y lleno de adrenalina, tras la estela de Resident Evil 4.

Digna de mención también la óptima implementación del motor físico, que consigue dar más vida y dinamismo a los ambientes del juego. En el plano puramente estilístico, aparece ahora remarcada la naturaleza sobrenatural y terrorífica del título, con la tensión rota de vez en cuando por algunos comentarios de Marcus, protagonista del título de Epic.

En el caso de que os fuese necesario, decir que Gears of War se presenta siempre con prepotencia como uno de los títulos gráficamente más sofisticados y elaborados de la nueva consola de Microsoft. De todos modos, también en el plano de la diversión más pura y de la jugabilidad, la próxima criatura de Epic Games podrá dar mucho de qué hablar. Las premisas son prácticamente todas. Y llegados a este punto, no queda más que esperar al próximo E3, cuando Gears of War debería ser por fin jugable.

Agradecemos la colaboración de Multiplayer.it y a sus redactores por cedernos este artículo.
Traducido por Ramón Méndez González