¡Pega duro!

Púgil de primera

La tónica habitual en los lanzamientos de EA es la de poner en el mercado un capítulo de sus series cada año. En el caso que nos ocupa, los dos anteriores Fight Night Round consiguieron establecer un referente dentro del subgénero, tanto por su realismo como por sus posibilidades jugables. Tomando lo que podríamos denominar "modelo EA", los modos de juego incluían desde el clásico versus hasta la posibilidad de gestionar la carrera de nuestro boxeador.

Este modo, el más atractivo a priori, se ha ido puliendo y mejorando hasta llegar a esta tercera entrega. El resultado es un pilar básico más que interesante, aderezado por la gran novedad: el juego online. Este será un tema que trataremos posteriormente en el texto. En principio estamos frente a un título que presenta todo lo ya conocido en la serie, llevado a un nuevo nivel de amplitud y profundidad.

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En este caso la reiteratividad en los contenidos no resulta negativa ya que Fight Night Round 3 hereda la totalidad de apartados de sus predecesores, añadiendo nuevas opciones como los combates legendarios. En esta opción podremos disfrutar de los enfrentamientos que han marcado época en el mundo del boxeo profesional. Todo un regalo para los aficionados a este deporte, que además podrán ponerse tras los guantes de cualquiera de los luchadores implicados.

Este apartado sale muy bien parado en cualquiera de las versiones analizadas. Por la gran diferencia entre plataformas trataremos de forma independiente la versión de PS2 respecto a la de Xbox360, que comentaremos posteriormente. En cualquiera de ellas la tónica habitual es el realismo en todo momento, además de la fidelidad al deporte que representa.

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La calidad de modelado de los personajes es sobresaliente, con un número muy elevado de polígonos. La representación muscular así como la facial son de una calidad abrumadora. Será posible reconocer perfectamente a los púgiles, que presentarán un acabado visual muy fiel al del mundo real. La cara sufrirá deformaciones en tiempo real, así como reflejará las heridas y cortes que vaya sufriendo nuestro luchador.

En esta misma línea, hay que alabar la calidad en la captura de movimientos. Los golpes surgen fluidos de las manos de los personajes, dejándose notar el cansancio en su velocidad. Las esquivas y paradas también siguen esta tónica, resultando naturales y espectaculares. 

Los escenarios son variados y se han visto incrementados respecto a la anterior entrega. Los cuadriláteros estarán situados en localizaciones como bares o recintos acondicionados para este espectáculo. Los espectadores que rodearán el escenario del combate están modelados totalmente en 3D, aunque con un número bastante bajo de polígonos según la versión del juego.

El rendimiento es notable por norma general. Tan solo en la versión PS2 hemos notado alguna caída del framerate, aunque en momentos muy puntuales. Se deja notar también el peso de los modelados sobre este aspecto, ya que el sistema de cámaras tiende a mostrar el mínimo entorno posible cuando los personajes están combatiendo. Esto refuerza el aspecto visual, que se torna espectacular en las repeticiones y en otros momentos como cuando un combatiente está cerca del KO.

El único defecto que permanece en todas las versiones es la detección de colisiones, que no se realiza de una forma totalmente clara. En ocasiones cuando un púgil cae a la lona sus piernas permanecen temblando, como chocando contra barreras invisibles. También sucede al asestar golpes contra la guardia del enemigo, momento en el que notamos que nuestro puño se detendrá a cierta distancia de los puños del contrario, quedando un movimiento bastante atenuado.

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Uno de los elementos que más expectación ha levantado es su versión para la nueva consola de Microsoft. Podría decirse que es toda una declaración de intenciones por parte de EA, además de mostrarse como uno de esos títulos ideales para mostrar desde bien pronto el potencial real de la consola. La calidad visual de esta versión se desmarca como referente hasta el momento, junto con Project Gotham Racing 3.

A pesar de todo la negra de Sony se defiende bien, consiguiendo un apartado visual fabuloso si consideramos el potencial que puede ofrecer la máquina. Se echa de menos algo más de destalle en los entornos, como hemos comentado previamente. Las texturas por su parte añoran algo más de definición, algo que es tónica habitual en los lanzamientos para esta plataforma.

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En 360 el título luce soberbio, con detalles tales como la representación del sudor sobre la piel de los púgiles o la sangre que llenará nuestra cara al recibir un buen castigo. En todo momento apreciaremos los cortes y magulladuras en el físico de nuestro protagonista. Este elemento no será únicamente decorativo, ya que en esta versión se han suprimido por defecto las barras de energía y cansancio que sí se mantienen en PS2. La única forma de conocer el estado de nuestro personaje será observar la fluidez de sus movimientos o la cantidad de golpes que muestre su cara. Un lujo que actualmente tan solo se puede disfrutar en esta plataforma.

Las repeticiones también son punto destacable, obteniéndose planos espectaculares, donde las salpicaduras de sangre volarán por la pantalla al impactar brutalmente nuestros puños contra la cara del contrario. En PS2 esta característica se mantiene, si bien será bastante más discreta. En estos caso lo que veremos será un conjunto de partículas que surgirá de la cara del combatiente hasta caer a la lona. No deja de ser espectacular, aunque obviamente no llega a las cotas de fidelidad de la versión para 360.

En todos los casos la representación del combate resultará muy cercana al mundo del celuloide, aunque la ausencia de interfaz hace que esto sea muy marcado en  360. La calidad global en esta consola es realmente impresionante, y deja el listón muy alto para los títulos venideros. Por su parte PS2 recibe un apartado gráfico muy destacable dentro de sus posibilidades técnicas.

El apartado musical tampoco se ha descuidado, aunque se echan en falta un mayor número de pistas. Las 12 existentes podrán ser desactivadas o activadas mediante el conocido sistema EA-Trax. Podremos decidir su orden de reproducción o si queremos que lo hagan de forma aleatoria. Los cortes incluidos se mueven en el mundo del rap, con ritmos muy adecuados a la mecánica y ambientación del juego. La elección es acertada a pesar del escaso número de canciones.

Los efectos sonoros tendrán una importancia muy alta en el juego. La gran cantidad de ellos hará que raramente lleguemos a aborrecerlos, aunque estén sonando constantemente. Destacable en este apartado el sonido de nuestros golpes al impactar, perfectamente representados y que transmiten al jugador toda la crudeza de este deporte. Los sonidos de las mandíbulas crujiendo bajo directos y ganchos son un buen ejemplo de esta afirmación. Simplemente espectacular.

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El apartado técnico no es lo único válido para justificar la calidad del título, y en este aspecto Fight Night Round tiene bastantes cosas que decir. Pese a mantener el grueso de opciones y modos de juego que hicieron bueno a su antecesor, la posibilidad del juego online se ha convertido en una novedad de peso. Puede que por si sola no sea suficiente como para justificar la compra si ya poseemos la versión del pasado año. A pesar de ello el conjunto tiene los suficientes argumentos como para ser considerado una buena inversión.

Los modos de juego se dividen en combate rápido, modo carrera, combates de la ESPN y un sub apartado que ofrece acceso a la zona de entrenamiento así como a otras variaciones de los modos normales. Para la version de la consola de Microsoft, el enfrentamiento multijugador via internet se gestiona mediante el sistema Live!.

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En la modalidad de combate rápido podremos elegir un luchador, un adversario y un escenario y ponernos a luchar. Simple y rápido, además de ofrecernos la posibilidad de enfrentarnos a un amigo. Hay que decir que será posible seleccionar púgiles de categorías de peso diferentes, así como a las leyendas de este deporte. Hay más de 30 luchadores reales entre los que seleccionar, con nombres como Muhammad Ali, Evander Holyfield u Oscar de la Hoya.

Como hemos dicho, el pilar central del juego es el modo carrera. Deberemos tomar el control de un boxeador desde sus inicios y llevarlo hasta lo mas alto. Contaremos con un medidor de popularidad que aumentará al ir ganando combates y podremos invertir las ganancias en objetos que mejorarán nuestras características. En este sentido podremos incluso llevar a una de las grandes estrellas de este deporte desde sus inicios, otorgando una serie de puntos a los diferentes atributos de los personajes.

Si optamos por la vía del anonimato, podremos configurar nuestro personaje hasta límites insospechados, haciendo uso del potentísimo editor incluido. Tras establecer físicamente los parámetros de nuestra representación virtual, deberemos otorgarle un estilo de combate, posición por defecto, tipo de guardia y categoría de golpes. Al final del proceso tendremos un personaje personalizado hasta el mínimo detalle en poco tiempo.

Entre combate y combate tendremos la posibilidad de realizar diferentes entrenamientos, también importados directamente de Fight Night Round 2. Estos serán pequeños minijuegos donde mejoraremos las características de nuestro personaje mediante la práctica. El abanico de posibilidades ofrece la mejora de nuestra fuerza mediante el levantamiento de peso o el aprendizaje en las combinaciones de golpes mediante un torso preparado a tal efecto. También podremos utilizar el clásico saco o enfrentarnos a un oponente en un combate normal.

Por desgracia este planteamiento se tornará en una monótona sucesión de combates y entrenamientos constantes, sin mayor atractivo que pasar de uno a otro obteniendo beneficios. El ritmo de juego se ve perjudicado así, dejándonos con la impresión de que podría haberse profundizado algo más en esta modalidad. Las modalidades adicionales que encontraremos bajo el menú de modos de juego, representarán variaciones de las reglas habituales, siendo interesantes para probarnos en determinados aspectos de la disciplina.

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El control se ha mantenido, implementando de nuevo el ya conocido Total Punch Control System, que nos permite controlar los ataques de nuestro personaje mediante el stick analógico derecho. Este formato de control lleva asociado un aprendizaje algo costoso, pero nos hará desechar el clásico estilo basado en los botones a poco que lo dominemos. Resulta cómodo y muy natural para el jugador, que tan solo deberá describir con el stick el movimiento que desea que hagan los brazos de su personaje. Por supuesto se mantienen los golpes capaces de restar gran cantidad de vida al rival, pero que nos dejarán muy indefensos contra un posible contraataque.

El juego online resulta ser un ingrediente muy eficaz para Fight Night Round 3. La posibilidad de desafiar a un amigo así como el establecimiento de tablas de clasificación mundial, son puntos que aumentan el valor del producto. En cualquier caso, se convierte en una opción muy recomendable para escapar de la cierta monotonía de la que adolece el modo monojugador con el paso del tiempo.

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El rendimiento vía internet ha resultado ser muy bueno para la consola de Microsoft, aunque con algunos problemas iniciales de lag, que pasaron a mejor vida al iniciar el juego. El soporte para PS2 es algo que se no se ha incluído inexplicablemente en la versión PAL del juego, un preocupante dato que viene siendo habitual en los juegos de Electronic Arts.

Por último, la dificultad de la IA está bien ajustada en todos los niveles. Nos encontraremos con varios tipos de luchadores, desde los lentos y poderosos hasta los equilibrados en todos los sentidos. La práctica será nuestra mejor aliada, así como el aprendizaje del sistema de control total. En cualquier caso, la

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