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Como Zelda no me viene nada...

Tras quedarnos sin Link en 2005, lo que en principio era un lanzamiento para después de marzo de 2006, se va finalmente al último cuatrimestre del año. ¿Cuántas navidades más les hace falta para tener la desfachatez de mantenernos a la espera?

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Si hay una compañía de videojuegos que sea la personificación del secretismo esa es sin duda Nintendo. Su hermetismo casi enfermizo siempre se ha justificado bajo el sello de querer mantener el interés y la expectación -hype- sobre sus productos, y no desvelar ningún detalle en el momento que no corresponda.

Esta situación puede generar dos puntos muy opuestos. El primero, que los usuarios empecemos a recrear con mucha imaginación los detalles de una nueva entrega de una saga, o como caso reciente, de Revolution. Muchos han sido los diseños caseros -fakes- que infinidad de usuarios han creado con su particular visión de la revolución de la compañía.

Pero el lado negativo de este "no te lo enseño" es acabar con la paciencia del usuario, harto de que lo mantengan en vilo. Incluso llega a pensar que lo toman por tonto. Podemos tirar de muchas experiencias recientes. De repente, en un conocido foro inglés o en alguna publicación francesa, se daban a conocer cantidad de detalles, con precisión quirúrgica, de casos concretos como la existencia de Tetris DS o el chat por voz online de Metroid Prime, por poner un par de ejemplos.
 
Pocas horas después de que un alto cargo de Nintendo Inglaterra pusiera la mano en el fuego asegurando que no existía un rediseño de Nintendo DS, ¡tachán! La primera foto oficial de Nintendo DS Lite. Nintendo parece un buque muy bien construido, pero con voces que hacen aguas por todos lados. ¿Secretismo selectivo? El último caso hace referencia al Zelda Twilight Princess. Una conocida publicación da a conocer que Zelda usará funciones especiales para el mando de Revolution. Poco después, un portavoz de Nintendo América lo desmiente. Otra revista más lo vuelve a confirmar, de nuevo las voces de la compañía lo confirman o lo niegan indistintamente. ¿A qué estamos jugando?

Para colmo, tras varios retrasos, el penúltimo lo había situado en diciembre del año pasado. No tardo en llegar la nota de prensa fechándolo más allá de marzo del presente 2006. Lo que nadie se podía imaginar eran unas espontáneas declaraciones de Reggie Fils-Aime: 'El nuevo Zelda será lanzado en el último cuatrimestre del año'. Y encima lo dijo cargado de ironía, "ya dijimos que se lanzaría después de marzo, y así lo mantenemos".

¿Cuál es la intención de estas decisiones? GameCube hace muchos meses que tiene un catálogo muy necesitado, que ya ha pasado unas navidades flacas con falta de lanzamiento estrella y a la que prácticamente sólo le queda este juego. ¿Quieren alargar el Zelda hasta el último día de vida de la consola? ¿Con qué objetivo? Si finalmente no va a ser compatible con Revolution, no tiene ningún sentido que un juego de GameCube sea el buque insignia de Revolution. ¿Están marginando a los poseedores del cubo de Nintendo durante meses para justificar la retrocompatibilidad de la futura consola?
 
El usuario ya desconfía para qué consola llegará, aunque Nintendo siempre ha mantenido -con total lógica- que Zelda será para GameCube. Ya puestos… Por mucho que lo confirmen una y mil veces, han cambiado tanto de opinión que nada garantiza que no sea para Revolution. Cuando llegue -si lo hace- tendrá que competir visualmente con los primeros juegos de PlayStation 3 o la propia Revolution, y con títulos de segunda hornada de Xbox 360.

Puede que Nintendo esté preparando el mejor Zelda de la historia, tres veces más largo que Ocarina of Time, con nuevos parajes y movimientos espectaculares, pero no se debe mantener en la cuerda floja a los posibles compradores durante tanto tiempo, es una falta de respeto. Normalmente el paso del tiempo hace que el futuro se vuelva presente, pero en ocasiones como ésta, el futuro parece mantenerse eternamente inalterable.