Panzer Elite Action, Impresiones

El resultado podría ser mejor o peor, pero está claro que se comienza a saturar el mercado con juegos del mismo tipo donde es imposible no repetir lugares como Stalingrado o fechas como el día D con el correspondiente desembarco de Normandía, de manera que se hace necesario enfocar el conflicto desde otra perspectiva para crear una experiencia de juego diferente.

¿Y qué mejor manera de hacerlo que a través de los tanques, vehículos que decidieron tantas batallas a lo largo de la guerra? Sin duda, una de las armas que tomó más protagonismo en el conflicto se merecía una experiencia a medida, materializada en este Panzers Elite Action que saldrá para PS2 y PCs en el mes de Marzo.

Este juego planteará la guerra de manera cronológica a través de tres comandantes de sus correspondientes escuadrones de tanques. En primer lugar, encarnaremos a un comandante alemán, vencedor en Blitzkrieg,Polonia y Francia, dirigiéndose hacia el Frente. Después, conoceremos al comandante ruso en su desesperada defensa de Stalingrado. Por último, un comandante norteamericano tomará protagonismo en el día D, con el desembarco de Normandía hasta que llega a la encarnizada batalla a las orillas del Rinh. Hay que destacar la intención por parte de JoWood de realizar un juego que respetara al máximo la realidad de la Segunda Guerra Mundial, entrevistando a distintos combatientes, realizando así un exhaustivo trabajo de documentación.

A través de estas tres campañas se desarrollarán las 18 misiones que compondrán el juego. Además, podremos controlar hasta más de 15 modelos de tanques distintos, cada uno de ellos con sus carencias y sus virtudes que deberemos para alcanzar el éxito en la batalla. Hemos podido probar una de estas misiones, concretamente una de las del comandante americano, por lo que hemos podido ver como es la mecánica del juego.

En primer lugar, hay que destacar la extensión de los mapeados, los cuales puedes explorar con tu tanque con una gran libertad de movimiento. Estos escenarios serán en su gran mayoría lugares con muy pocos edificios, por lo que podremos maniobrar sin temor a quedarnos atascados en algún lugar para beneficio de nuestro enemigo. La excepción la encontramos en Stalingrado, con calles llenas de edificios en los cuales nuestra pericia manejando el tanque será crucial en la batalla.

Estos mapeados tienen un alto grado de destructibilidad, pudiendo derrumbar edificios a base de cañonazos o directamente pasando por encima de ellos, aunque el grado de detalle de las mismas no es muy alto. También podremos tumbar árboles, postes telefónicos, destruir torres de comunicación, vehículos, búnkers, etc., creando una sensación de poder sobre tu entorno difícil de conseguir.

El grado de detalle gráfico no es muy notable, con unas texturas en los edificios poco detalladas y unos tanques que aún gozando de toda la atención, no son de la calidad esperada, además de que los soldados de tierra y de los aviones que veremos sobrevolando parecerán poco menos que superpuestos. Pero esto es comprensible debido al gran número de objetos en pantalla que se pueden llegar a mover, con una framerate que tarda en resentirse aún con la lluvia de explosiones y metralla que podremos experimentar mientras jugamos y que procederá tanto de los cañones enemigos como de los aviones que vendrán en nuestro auxilio o para hacernos las cosas un poco más difíciles.

En cuanto al apartado sonoro, hay que decir que roza un nivel bastante alto en todos los aspectos. La música, como es de costumbre en juegos de este estilo, estará constituida por cortes de tono épico y con grandes arreglos orquestales, manteniéndose en todo momento en el juego, con partes más pausadas en períodos de calma y más contundentes cuando estamos en medio de una contienda, logrando así el ambiente adecuado.

Los distintos sonidos que escucharemos serán el perfecto complemento para esta música, que irán desde los mismos cañonazos que lancemos y recibamos hasta los aviones que oiremos zumbando por encima nuestro y demás sonidos de fondo. Las voces están bastante bien interpretadas, aunque muchas veces oiremos la misma frase pre-definida, sin variaciones para añadirle un poco más de inmersión.

El funcionamiento del modo Historia se basa en ir completando los diferentes objetivos que nuestro escuadrón deberá cumplir, aunque estos consistirán básicamente en dirigirnos del punto A al punto B destruyendo todo aquello que se interponga en nuestro paso a base de cañonazos. Aunque esto en un principio pueda parecer simple, se convierte en la principal baza de éste juego, ya que a pesar de que la mecánica pueda parecer repetida hasta la saciedad en otras ocasiones -y en parte es así-, el enfoque que se le ha querido dar hace que se pueda mirar con otros ojos. En pocas palabras: lo mismo de siempre, pero de manera diferente.

Pero no sólo debemos de preocuparnos de nuestro propio pellejo, si no del de nuestros subordinados, que nos serán de una ayuda fundamental para poder terminar con éxito, nuestras campañas individuales. Les podremos guiar a través de sencillas instrucciones de ataque y de formación las cuales podremos intercalar pulsando el botón adecuado. Esto hará que el indicador del centro de la pantalla -que incomprensiblemente tapa buena parte de la misma, al contrario que el medidor del munición, de vida o la brújula- cambie al dibujo del esquema que hayamos elegido. Entre las distintas tácticas que podremos ejecutar están el ataque a través de flancos laterales o el ataque frontal, por ejemplo. Caer en el error de no aprovecharlas sabiamente costará más de un disgusto, ya que los enemigos no dudarán en tendernos emboscadas y realizar tácticas para rodearnos y tenernos a su merced.

El control de nuestro Panzer será muy ajustado y en un principio nos costará adaptarnos a él. Es complicado hacerse con él por lo tarde que llega a girar en algunas ocasiones y por el hecho  de retroceder y girar, que se hace de manera invertida a como estamos acostumbrados.

A la hora de dirigir el cañón hacia nuestro objetivo podremos hacerlo o bien en una vista en tercera persona, o bien en una vista que muestra solamente el arma de nuestro tanque, perfecta para distancias más largas. También podremos disponer de ataques especiales que dependerán de nuestro tanque. Algunos de ellos son, por ejemplo, un ataque aéreo de nuestros aliados a la posición que les indiquemos a través de nuestros prismáticos o poner minas en el campo de batalla. Estos pequeños detalles ayudan a complementar la experiencia de juego que quedaría demasiado sosa en caso de limitarse sólo a apuntar y disparar.

No obstante, donde gana enteros el juego es en el modo Multijugador. Para empezar, la capacidad de poder jugar hasta 32 personas simultáneamente, lo cual dice mucho acerca de lo que puede dar de sí éste juego. Además, cuenta con un modo de juego bastante interesante que tuvimos la oportunidad de probar. El objetivo de cada equipo será conquistar las bases que están repartidas por el mapa, simplemente permaneciendo un tiempo determinado un único tanque de un equipo, pasando después al mando del equipo contrario si consiguen lo mismo. Este modo conquista se hace especialmente interesante a causa del componente estratégico que es necesario tener en cuenta, porque sólo podrán seguir apareciendo los jugadores después de morir en las bases que queden disponibles de su equipo, lo cual hace que conquistar bases determinadas para ahogar a nuestros adversarios sea fundamental.

En resumen, ya sea por su planteamiento innovador, por su acción desenfrenada o por su seductor modo Multijugador, el juego de JowooD pretende darnos horas y horas de entretenimiento. Por ahora, nos toca esperar un poco para dar rienda suelta al Panzer que llevamos dentro...

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