Rogue Galaxy, Impresiones

Level 5 nos vuelve a deleitar con una obra que explota, todavía más si cabe, las capacidades de PlayStation 2. Una pequeña joya lúdica que hemos podido disfrutar en su versión japonesa y aqui os ofrecemos nuestras primeras impresiones con Rogue Galaxy.

Rogue Galaxy es un título que, pillándonos un poco por sorpresa, viene a demostrar que PlayStation 2 todavía tiene mucho que decir en el género de los RPG's en su último trecho de vida. A la espera del último Final Fantasy, o del lanzamiento en nuestro país de juegos como Dragon Quest VIII o Magna Carta, los chicos de Level 5, creadores de este mismo DQ8 o de Dark Chronicle, se han sacado de la manga una pequeña joya.

Y además es una joya con valor añadido, ya que consigue aparecer de la nada, sin ser parte de una saga, y consigue llevar las capacidades técnicas de la consola de Sony hasta sus límites más insospechados, explotando al máximo lo que esta máquina es capaz de ofrecer. Estamos ante un título que dejará muy alto el listón en PlayStation 2.

Lo que ambas facciones buscan en Roza son sus recursos naturales, por lo que pronto sucumbe y sus habitantes son esclavizados y tienen prohibido el abandonar el planeta. Sin embargo, Jester no es un cualquiera, y tiene un gran dominio de la espada y las armas de fuego, por lo que pronto recibirá la ayuda de un desconocido que le guiará hacia un puerto espacial, en lo que podría considerarse el fin del tutorial y el comienzo de la verdadera aventura.

De hecho, los enemigos aparecen de una forma muy natural. Nosotros vamos por las calles de la ciudad, con sus gentes paseando por ellas, cuando un aviso aparece en pantalla indicando que aparecerán nuestros rivales. Acto seguido, sin cambio de escenario ni nada, nos enfrentaremos a ellos directamente en las mismas calles de la ciudad, logrando un dinamismo en el juego pocas veces visto.

Además, el juego consigue moverse con soltura y suavidad sin renunciar a nada, puesto que visualmente luce de forma espléndida. Los personajes y las calles están llenas de detalles, las ciudades son grandes y los escenarios permiten ver hasta distancias muy lejanas, sin perderse ni un detalle de lo que está ocurriendo a nuestro alrededor, lo cual ofrece una sensación inmejorable de estar ante un mundo real.

Tenemos control directo, dada la orientación hacia la acción del juego, sobre uno de los personajes, y la máquina se encarga de controlar a los demás personajes (un máximo de cuatro personajes se podrán tener en el equipo). Una de las pocas pegas que le podríamos poner al excelente y tremendamente adictivo sistema de combate sería la cámara a la hora de enfocar a los enemigos, que se tarda un poco en acostumbrarse a ella.

Pese a estar más orientado a la acción, en los combates tendremos acceso a numerosas opciones clásicas de los RPG's, tal como menús, desde los que cambiar de personajes, utilizar objetos o modificar las estrategias que queremos que sigan nuestros compañeros controlados por la máquina. Además, podremos crear nuestros propios objetos en una 'factoría'.

No cabe duda que sería una pena que no llegase a ver la luz en nuestro país, a pesar de que pudiese llegar significativamente tarde con respecto al resto de territorio (Dragon Quest VIII, por poner un ejemplo), pero aún en esas condiciones, y sin que la edición PAL venga mancillada, será un juego más que digno de estar en cualquier colección que se precie.