Miniespías a ratos cortos

El argumento del juego sigue de forma lógica al de la serie, esto quiere decir que se nos presentan a las bellas jovenzuelas Alex, Clover y Sam, tres chicas que estudian en el instituto de Beverly Hills y mantienen doble vida. Además de tirarse tardes en el centro comercial y recomendarse productos de belleza, nuestro trío protagonista es en realidad un grupo de espías secretas contratadas por el Centro Subterráneo del Servicio Secreto que tienen como finalidad combatir a los malos malosos que amenazan con destruir el mundo con sus rítmicas canciones o experimentos peligrosos.

Bien hecho, pero nada más

Cada minifase nos otorga control automático sobre una de las tres espías, que están claramente diferenciadas a nivel de habilidades y aspecto. Clover (traje rojo) podrá colgarse de salientes y avanzar por ellos, además de piratear ordenadores; Sam (traje verde) basa más sus posibilidades en la evasión de luces, cámaras de seguridad y otro tipo de artilugios enemigos que puedan descubrirla, Alex (traje amarillo), sin embargo -a quien más utilizaremos- dispone de un montón de posibilidades que la diferencian de sus compañeras. Podrá demostrar sus conocimientos de lucha elaborando pequeños combos presionando insistentemente B, además tiene un doble salto, puede rebotar entre paredes, descolgarse por un cable a lo Misión Imposible…

Las fases son bastante variadas, lo que ayuda no caer en la monotonía de pegar saltos de aquí para allá. Tendremos unas cuantas de avance clásico, recorriendo un escenario de atrás a adelante, derrotando enemigos, pirateando ordenadores… otras, sin embargo, se presentarán a modo de minijuegos donde tendrán papel principal nuestros reflejos: Pulsar un botón para absorber el objeto adecuado, mover el esqueleto rítmicamente como en un Dance Dance Revolution, cortar la corriente en un momento justo.

Las luchas contra jefes de final de fase se representarán aquí de formas bastante variopintas. A uno de ellos tendremos que perseguirle en un trineo lanzándole balas mientras escapamos de una avalancha de nieve, en otra lucha tendremos que conseguir que nuestro enemigo -que va en un camión detrás de nosotros-, se resbale con distintos charcos de aceite que hay en la carretera, etcétera. Encontramos alguna batalla clásica, donde se nos pone frente al monstruo y tendremos que derrotarlo a base de pelotas explosivas. Otro tipo de posibilidades que nos ofrece el juego que englobarían dentro de lo atípico sería descender a una zona de seguridad enganchados con un cable, planear sobre un enemigo mientras nos disparan misiles…

El principal problema del título es que, si bien divierte bastante, no pasará de una tarde de juego constante. Además Mistic ha optado por dotar a los enemigos de una inteligencia bastante limitada, arañas que no se descuelgan de las telas en ningún momento, minas explosivas que podremos evitar perfectamente… el hecho de que cada fase sea tan corta, y que el número de estas sea limitado, condena al olvido un juego con buenas ideas y una resolución bastante interesante. No es precisamente rejugable, ya que la ausencia de un reto verdaderamente importante nos echará para atrás antes de llegar a encender la consola.

Es difícil sorprender en una plataforma que ya nos ha regalado tantos títulos bidimensionales a lo largo de los años, y por supuesto el juego que nos ocupa no lo consigue. Aún así es bastante agradable, gracias a unas animaciones bastante cuidadas y unos escenarios coloristas que ayudan a meternos en la acción. Destacan especialmente los sprites de las tres chicas, y algunos efectos como las patadas de Alex o la energía que desprenden los robots.

Concluyendo, Totally Spies para Game Boy Advance es un plataformas bien resuelto que resulta divertido durante las dos/tres horas que dura. No se hace pesado -tampoco da tiempo a ello- ni es demasiado difícil, pero cumple con su propósito manteniendo la cabeza a buena altura. Eso sí, recomendado especialmente para los más peques de la casa o seguidores de la serie original, puesto que 40€ por un título de duración tan limitada podría no ser lo más recomendable para un espectro de jugadores más general.