Kong, el indómito

Uno de los films del año es, sin duda es el King Kong de Peter Jackson. La versión moderna de ese mito del cine clásico de 1933, dirigida por Ernest B. Schoedsack y Merian C. Cooper (aunque hay una versión en los años 70 firmada por John Guillermin, con Jessica Lange y Jeff Bridges) que aún hoy sigue siendo un icono atemporal del cine. La figura de Kong subiendo el Empire State Building fue y será, desde ese instante, una de las figuras inmortales del celuloide.

Este año, Peter Jackson se ha atrevido a realizar un remake de esa cinta. Apoyado por su gran trabajo en la trilogía cinematográfica de la obra de Tolkien, su peso en la industria (que no el físico, que ha bajado una barbaridad, señal inequívoca del esfuerzo personal que ha puesto en el duro rodaje) le ha ayudado muy mucho para lograr que los estudios apuesten fuerte por esta su versión del simio gigante. Este invierno desayunaremos, comeremos y cenaremos con Kong a la vista. El marketing es el que manda...

No es de extrañar, además, que el mismo marketing nos dé, a marchas forzadas, un juego sobre una licencia cinematográfica de más que futuro éxito. Peter Jackson's King Kong también llegará a las pantallas de nuestras consolas y compatibles, además con la ayuda inestimable del propio Peter Jackson que ha apoyado a los desarrolladores para que la cohesión película-juego sea la máxima posible.

Para dar una visión de que no es el típico juego que intenta simplemente aprovechar el tirón comercial del film, Ubi Soft ha contado con la inestimable ayuda de Michel Ancel, genio creador de una obra incomprendida por la mayoría como fue 'Beyond Good and Evil'. El señor Ancel se ha hecho cargo del proyecto, y a los hechos nos remitimos para deciros que se nota su buen hacer. Este no es uno más de la larga lista de juegos de películas desaprovechados, donde todo el dinero se gasta en su licencia, mientras los desarrolladores tienen que comerse el marrón de falta de presupuesto y tiempo para lograr un producto digno.

Viajamos hasta la mítica Skull Island, donde nuestros protagonistas esperan grabar la película de sus vidas, las que les asegure el éxito y la gloria eterna. Está claro que sus vidas cambiarán desde el momento en que pongan sus pies en la isla. Nosotros los acompañaremos desde los ojos de Jack -Adrien Brody en la película- y desde la fuerza de Kong -en las demás fases-, y viviremos su recorrido por la isla y por New York. La aventura comienza...

Y es que los personajes tienen un modelado que no pasa de decente, y la gestión facial tampoco destaca por su brillantez, ni la captura de movimientos añade un realismo inusitado. Lo mejor, lo que más nos llamará la atención será el gran trabajo llevado a cabo para hacer de Skull Island un lugar extraordinario, fuera de lo común. Hemos visto -en otros juegos, series y películas- islas deshabitadas, inexploradas, pero Skull Island tiene un diseño totalmente apoteósico, tanto por el trabajo de modelado de cada zona como por las construcciones en sí mismas, así como la flora y -sobre todo- la fauna propia del lugar.

La aplicación de la luz tampoco es uno de los baluartes del juego, aunque sí hay que destacar el resultado de varios filtros de luz en los entornos, dando lugar a parajes realmente bellos gracias al acabado lumínico que podremos ver en varias zonas. Los personajes no desentonan en su caracterización, pero donde sí responden de forma brillante es en su comportamiento, sus decisiones y la manera de responder a cada momento. Desde luego destaca Kong, aunque en algunos movimientos chirría un poco, pero en general es de los mejor acabados.

Lo mismo podemos decir de la fauna de Skull Island. Hay varios modelos diferentes de insectos gigantes, dinosaurios, aves e incluso crustáceos, todos con movimientos que parecen tomados de sus homónimos reales contemporáneos, y traspasados a estos para darles un comportamiento que diera cohesión a su entorno. Nadie sabe cómo podría responder un T-Rex a cierta situación, pero el resultado final desde luego luce muy bien, siempre dando la sensación de que se mueven por instinto, temor o el binomio 'acción-reacción'. Pondré unos ejemplos.

Los grandes depredadores estarán siempre ojo avizor por si alguna presa pasa por delante de su campo de visión, y hará falta que estén en movimiento para poder verlos. Es más, si os persigue -como en algún momento- un T-Rex podréis intentar distraerlo matando un ave y viendo cómo se olvida de vosotros mientras devora el cuerpo del animal muerto. Lo mismo podemos decir de las arañas gigantes, que si le tiramos una oruga gigante irán todas hacia ella y eso os facilitará pasar por esa zona por donde sería imposible antes. Son sólo dos ejemplos del gran trabajo llevado a cabo en este sentido -y que ya habíamos visto en otro juego del Sr. Ancel como 'Beyond good and evil'- para dar una sensación de un mundo vivo independiente de lo que hagamos nosotros, y que sólo reaccionan a nuestra presencia si se dan una serie de circunstancias.

Las armas son pocas, aunque están bien modeladas y la representación de la potencia de fuego también tiene un nivel más que aceptable. Sin embargo, hay efectos como el fuego que podrían estar mucho mejor, así como la gestión de partículas para el humo. Sin embargo, el diseño de algunos niveles es bastante bueno, a pesar de mostrar niebla en el horizonte para que no decaiga la tasa de frames -cosa que no pasa en ningún momento del juego, dando una sensación de suavidad y robustez muy buena-. El efecto gráfico más conseguido de todo el juego es el efecto distorsión cuando rugen tanto Kong como algunos dinosaurios, dando la sensación de que toda la isla retumba ante su poder, y le queda espectacular al juego.

Tendremos un menú y varias imágenes de la película, aunque sin un diseño especialmente cuidado. Podremos activar -al lograr un % del juego completado- dos efectos gráficos, aunque la verdad es que ninguno de ellos es especialmente llamativo. En definitiva, el gran logro visual y técnico de King Kong es lograr dar una inmersión excelente gracias al comportamiento y modelado de los animales de la isla, así como el diseño de la misma y la ambientación en general. No destacan los personajes humanos, pero tanto los dinosaurios como Kong tienen un acabado bastante bueno.

m ú s i c a
Desde luego, este es un juego donde la banda sonora puede dar el último toque a una ambientación e inmersión peliculera. Y se logra de principio a fin, os lo aseguramos. Una banda sonora llena de fuerza y talento, con diferentes ritmos y pausas según transcurra la acción y según los entornos (en New York la música cambia ligeramente y es menos contundente, y más metálica). Un gran acabado, un gran acompañamiento para la acción, y una ambientación hollywoodiense de primera. Muy bien.

s o n i d o   f x
Este apartado está cuidado al máximo. Los rugidos de los animales, Kong en todo su esplendor, la ambientación sonora vegetal y animal, las armas, el mar, en definitiva, todo Skull Island rebosa vida gracias también a su calidad. En New York las cosas son más o menos igual: calidad y variedad de samplers que dan fuerza a la acción. Las voces están completamente dobladas al castellano, y además por los mismos actores que en la película, con lo cual la cohesión es perfecta. Su interpretación es bastante buena, así como la diversidad de comentarios y diálogos. Muy bien. 

j u g a b i l i d a d
King Kong es una aventura desde una perspectiva en primera persona, al estilo Half Life de Valve Software. No es un FPS al uso, aunque tiene muchos momentos -una gran mayoría- de disparos y de acción; pero sin embargo, todo lo que envuelve nuestras acciones y la historia lo hace acreedor de una inmersión superior a la mayoría de los shooters que hay en las tiendas. Michel Ancel se nota que ha puesto mucha mano en este sentido para no dejar este título a merced de cualquier comparativa con Quakes, Dooms, u otros frenéticos 'mata-mata'.

King Kong es, en su gran mayoría, una aventura desde los ojos de Jack -el personaje que interpreta en la película Adrien Brody-, pero también incluye varios niveles en los que manejaremos a Kong, la gran estrella del filme. Sin embargo, el cambio de 'protagonismo' entre el juego y el film es totalmente lógico y razonable. Si en la película estaremos esperando a ver a Kong casi a cualquier momento, esto traspasado al juego podría hacerlo muy repetitivo, ya que manejar a Kong el mismo tiempo que manejamos a Jack nos limitaría mucho la acción. Es decir, las posibilidades de juego como humano son superiores a las que nos podría dar Kong con sus acciones. Esto es totalmente lógico, coherente con la jugabilidad y desde luego, de agradecer por el usuario.

Con Jack podremos vivir infinidad de situaciones distintas, todas desde el punto de vista de la inferioridad como raza, como último peldaño de la cadena alimenticia en Skull Island. Enfrentarse a cualquier animal en esas condiciones es mortal de necesidad sin las soluciones que puede buscar un humano gracias a su inteligencia y su habilidad con los ítems de la selva y -cómo no- con las armas que encontraremos por la selva colgadas en paracaídas, y que podremos recoger simplemente tirando las cajas con una lanza, un hueso o un disparo. La variedad de armas tampoco es muy grande, pero lo suficiente y lógico para la época.

El control de Jack es bastante fiable, cómodo y responde a la perfección. Lo único que no nos acaba de convencer es la distribución de botones, aunque sí las acciones disponibles. La acción de disparo nos obliga a -obviamente- disparar si tenemos un arma de fuego, pero si es un arma blanca -una lanza, una astilla de hueso, etc- quedaremos indefensos al arrojarla. Para ello, Ubisoft ha tenido a bien colocar gran cantidad de huesos y lanzas distribuidos por distintas partes de los mapeados.

Además, para disparar necesitamos hacer un combo al más puro estilo Resident Evil (con dos botones). Sin embargo, apretando sólo uno podremos dar 'punzadas' con el arma blanca o culatazos con el arma, lo cual nos ayuda en muchas ocasiones para -con las lanzas, etc- encender fuego en determinadas zonas que nos abrirán paso a las siguientes, o amedrentar a los animales más pequeños con la lanza sin tener que quedar sin ella y, por consiguiente, sin protección.

Durante la aventura casi no tendremos ningún icono de visualización de niveles, excepto los de las armas. Ni nivel de vida ni nada, ya que el sistema que Ubisoft ha implementado lo ha hecho más realista, al utilizar unos efectos gráficos de filtros de color rojo para mostrar cuando estamos siendo dañados. Tendremos que cubrirnos durante unos segundos para recuperarnos -esto ayuda a la jugabilidad aunque reste algo de realismo-. No hay medkits ni nada por el estilo, simplemente con cubrirnos durante un tiempo determinado podremos volver 'a la carga'.

Las fases con Jack tienen multitud de objetivos, todos marcados en su mayoría por las acciones de nuestros compañeros. Desde distraer la atención de un T-Rex para que ellos puedan abrir una puerta, pasando por protegerlos del ataque varios monstruos con nuestro sniper-rifle en una ciénaga, y hasta aguantar el ataque de otros dos T-Rex mientras bajamos en canoa de troncos por unos rápidos. La variedad de situaciones que pasaremos durante la aventura serán múltiples, todas aportando su punto de emoción aunque hay algunos defectos que restan efectividad a este intento.

También tendremos unas cuantas fases en las que controlaremos a Kong. Su facilidad de manejo contrasta con la poca conseguida sensación de poder que nos debería dar el simio gigante en muchos de los niveles. En unas fases tendremos que perseguir a nuestra querida humana a base de descolgarnos y saltar de zona a zona. Estas fases son muy sencillas porque tampoco requieren una gran precisión de manejo. También tendremos -el resto de fases con Kong- las típicas fases de lucha, donde nuestro mono favorito tendrá que lidiar con todo tipo de monstruos, desde T-Rex, pasando por serpientes acuáticas, los indígenas de la isla y los propios habitantes de New York en las fases finales. Además, tendremos a nuestra disposición un movimiento especial donde Kong entra en una fase especial de 'furia', y podremos ver gracias a ciertos momentos a cámara lenta cómo acaba con todos los enemigos. Quizás aquí es donde más se muestra el poder que encierra nuestro amigo, con unos espectaculares entornos urbanos donde podremos utilizar coches para destrozar todo lo que hay a nuestro alrededor, hasta el ascenso por el Empire State.

Uno de los puntos negativos del juego es la linealidad de la acción, quizás marcada por el desarrollo de la película, y en parte también para facilitar al usuario hacia dónde ir. En muchas ocasiones sólo tendremos un camino por el que dirigirnos, pero en otras el escenario será bastante amplio por el que movernos, siempre para conseguir algunos ítems y abrir otra puerta que nos llevará por un camino unidireccional. Pero los mayores defectos de King Kong son dos: la duración y la facilidad. Estos dos importantes apartados no se han cuidado muy mucho en este juego, y el resultado final cojea en su mayor parte debido a esto.

La primera vez que juguemos la aventura seguramente en unas 6-7 horas habremos llegado al final, algo que no sería tampoco tremendamente importante si la rejugabilidad tuviese los suficientes alicientes como para volver a hacerlo. Si además, durante la aventura encontráramos algunas fases muy emocionantes seguramente no nos importaría volver a hacerlo. Sin embargo, esto tampoco se ha tenido en cuenta, y la facilidad para conseguir realizar cualquiera de las fases es tremendamente accesible hasta para el más torpón de los jugones. Desde la facilidad para no perderse debido al diseño de los niveles, hasta la decisión de los desarrolladores de darle un toque irreal al juego en los enfrentamientos con los monstruos. Me explico.

Hay muchos -pero muchos- momentos en los que, con el arma en la mano, nos enfrentaremos con nuestros compañeros a hordas de escorpiones, velocirraptores, pájaros, etc. En estos casos, no importa que disparemos 'a bulto' si entre los bichos está un compañero nuestro, ya que los disparos sólo afectarán a los monstruos. Esto es algo totalmente irreal y que le resta emoción, precisión y dificultad a muchos niveles. Además, será raro encontrarnos muchos momentos sin munición, ya que casi en todos los niveles tendremos armas o lugares donde recargar. Si esto no sucede, también podremos 'pedirle' el arma a algún compañero, el cual nos la cederá aunque él quede totalmente desprotegido.

Quizás algo que sí potencia la calidad del título es la sensación de estar en equipo, de que nos encontramos con otros compañeros que actúan por su cuenta y riesgo, donde no sólo nosotros decidimos lo que pasa, y en ocasiones dependeremos de ellos para que algo ocurra. Esto añade imprevistos a la acción, lo que ayuda mucho a sentirse siempre alerta y estar atento a todo nuestro entorno, aunque después no nos cueste mucho salir de los problemas.

c o m p a r a t i v a
Juego editado para PS2, Xbox, GameCube, PC y Xbox 360. Si quitamos por lógica que la versión de compatibles es la más depurada de todas, tanto la versión Xbox como la de GameCube son casi idénticas. La de PlayStation 2 es inferior en muchos detalles, sobre todo efectos gráficos. El motor en GC y Xbox es más suave que en la versión de la máquina de SONY, donde sufriremos bajadas en el framerate en los giros rápidos de cámara. Por lo demás, versiones idénticas en extras y modos de juego. La versión PC está más lograda que las demás, y no sólo por el aumento de resolución, si no por el mejor control con el ratón. La distribución de los botones en consolas no acaba de convencernos del todo. El precio varía desde las tres versiones de la generación actual a 59.95 euros, pasando por los casi 45 de la versión de compatibles -la mejor opción calidad precio-, hasta los 70 euros de la versión Xbox 360, precio al que han salido todos los títulos de la primera hornada de la consola de Microsoft.

c o n c l u s i ó n
King Kong es un juego notable, con un diseño de producción muy conseguido. La mano de Michel Ancel se nota desde el primer momento, y la sensación de encontrarnos en Skull Island está muy lograda. El diseño de la isla en sí y sus... 'habitantes' es muy bueno, así como sus animaciones. Los dinosaurios y King Kong están perfectamente recreados, con unos movimientos muy suaves y realistas -ser perseguido por un T-Rex para llamar su atención y tenerlo a dos metros de ti es toda una experiencia-. Sin embargo, y dependiendo de la versión, el juego falla técnicamente en algunos aspectos. El motor gráfico sufre en momentos puntuales, y girar a nuestro personaje de forma rápida hará que la tasa de frames sufra. Nos encontramos unas de cal y otras de arena con los gráficos -el efecto del fuego es pobre y el motion blur cuando nos rugen los dinosaurios a muy poca distancia es buenísimo-, pero la sensación de juego y de estar acompañado durante todo él es buena.

Lo peor del juego es su escasa dificultad y la corta duración del mismo. Con un poco de habilidad, en 6-7 horas se puede terminar sin problemas, mientras que ningún reto es especialmente complicado -ni siquiera los momentos de exploración para buscar los 'palos-llave' para abrir puertas-, con lo cual la sensación de facilidad se ve desde la primera fase, y la supuesta emoción que debería desprender el juego se nota en muy pocos momentos. Además, las fases de Kong no son todo lo espectacular que podrían ser, ya que rara vez llegaremos a sentir el 'poder' que sí debería darnos su control. Los extras para desbloquear y las escenas de la película también nos incentivarán para jugarlo hasta el final. Una muy buena adaptación de una película-juego, pero que podría haber sido llegado un poco más allá. Desde luego, con los antecedentes de las conversiones a videojuego vistas hasta ahora -con excepciones-, este 'Peter Jackson's King Kong' es con diferencia, uno de los mejores pasos de celuloide a DVD.