Gladiadores del siglo XXII

El género de los mechas es ya un clásico en Japón como hilo argumental del que tirar para realizar el guión de un juego. Mezcla de tecnología y ciencia ficción, estos robots normalmente tripulados por humanos son muy prolíficos en apariciones en series de animación. Lo cierto es que el surtido de títulos sobre ellos es bastante amplio aún cuando gran parte de los que salen al mercado se quedan más allá de nuestras fronteras. A pesar de ello, en nuestro país ya hemos tenido la ocasión de disfrutar de numerosos productos que siguen esta línea conceptual, como la saga Mechwarrior o las dos partes de Zone of Enders.

Sin embargo, el juego que tratamos se aleja de todo lo conocido para plantearnos los combates de mechas como una práctica deportiva en el futuro. En este nuevo deporte, las peleas están perfectamente controladas y deben cumplir una normativa impuesta para salvaguardar el bien físico de los pilotos. Por tanto, no nos encontraremos en ningún tipo de conflicto armado en el que debamos destruir vidas humanas ni tampoco influirá nuestra actuación en el devenir de la humanidad, escapándose así el trasfondo del dictado de los cánones actuales.

El argumento nos sitúa en el año 2070, tras el desarrollo de los robots de combate por el ejército de los Estados Unidos, éste tipo de tecnología empezó a aplicarse en la ingeniería civil, acabando por ser accesible a todo el mundo. A partir de ese momento, los jóvenes comenzaron a comprar y personalizar sus robots y a hacer combates con ellos. En un principio, estos robots eran tripulados directamente por el usuario, por lo que este tipo de práctica degeneraba en heridos y muertos muy a menudo. Por ello, un organismo denominado FIRA, asumió el control de esta práctica, estableciendo reglamentos y condiciones que deberían cumplirse por el bien de todos. De esta forma, se pasó de controlar internamente a los robots a utilizarse un control remoto, que eliminaba el riesgo físico para los pilotos.

SLAI nos pone en el papel de un joven participante de este tipo de competiciones, que deberá ir ganando dinero y mejorando sus habilidades en el manejo del robot, tanto como mejorar la máquina en sí. Al comenzar nuestra andadura en la federación, deberemos superar un examen de acceso para demostrar que dominamos básicamente al robot. Para ayudarnos en este cometido contaremos con una enorme base de datos que podremos consultar desde la biblioteca virtual, de la que hablaremos posteriormente cuando entremos de lleno en el modo historia del juego.


Los grandes protagonistas del juego serán sin duda los robots que manejemos, ya que conocer sus posibilidades, puntos débiles y dificultades será fundamental para conseguir buenos resultados en las arenas de combate. Con este fin, la información que ofrece el juego, así como las posibilidades de personalización son simplemente apabullantes. Desde Konami se ha hablado de millones de combinaciones posibles en la personalización de los robots y lo cierto es que al ir avanzando en el juego las combinaciones crecen exponencialmente, haciendo que adaptar nuestro vehículo a un estilo de combate cómodo para nosotros resulte francamente sencillo.

La profundidad y duración del juego son sus mejores armas, ya que nos permitirán prácticamente vivir en el mundo virtual desde el que se gestiona la totalidad de su apartado principal. Este mundo virtual simula que nos encontramos conectados a la intranet de FIRA, desde la que podremos cambiar de campo de batalla - servidor - y realizar todas las gestiones relacionadas con nuestro personaje. La implementación de este entorno está bien realizada y ofrece una gran cantidad de opciones entre las que movernos, dando la sensación de que nos encontramos realmente encarnando a nuestro alter ego en el juego.

Para que en todo momento tengamos bien claro qué es lo que estamos cambiando, el juego incluye una gran cantidad de datos estadísticos y de información sobre los robots. Llegar a conocerlos todos requiere ir a la escuela de combate, una vez hemos entrado en el entorno virtual de nuestro servidor en el juego. Allí, encontraremos una buena cantidad de información para leer. Cabe mencionar que sería mejor intentar asimilarla poco a poco, por que hacerlo todo seguido puede llegar a ser tedioso. Trás esto, deberemos comenzar con nuestra instrucción en maniobras reales con los distintos SV (Scoot Vehicle) que hayan disponibles .



Mediante una mejoría de la tecnología, FIRA desarrolló chips de inteligencia artificial que se instalaban en los robots y asistían al piloto en el manejo del vehículo. Este campo se mejoró posteriormente con la implementación de chips capaces de aprender y comportarse como un compañero inteligente. Ambos tipos de circuitos integrados estarán disponibles para nosotros en la personalización de nuestro robot. Estos chips serán una parte muy importante del desarrollo del juego, ya que su aprendizaje también determina el incremento en sus capacidades que sufrirá nuestro vehículo. Además nos harán de guías en el entorno virtual del servidor en que nos encontremos, y nos darán conversación durante las partidas, como si se tratara de un compañero más.

Lo cierto es que si nos atrae la idea de personalizar nuestro robot nos conviene dejar la gestión a nuestro chip, ya que es algo complicado el aprender a calibrar correctamente los parámetros a nuestro gusto. Simplificaremos así tanto el control del vehículo como la dificultad al apuntar y seguir objetivos, que será mucho más asequible al estar parcialmente monitorizado por la IA que nos asistirá. El tener un buen chip será algo determinante para la evolución de nuestro robot, ya que cada uno tendrá una "personalidad" vacía en primera instancia, y que se irá completando según participemos en pruebas y torneos. Esta mejoría se producirá en base a las experiencias vividas por el chip en nuestros combates. Viendo un ejemplo, si nos hemos dedicado al ataque a larga distancia, nuestro chip irá almacenando datos y al final de la misión se nos hará un resumen de todo lo que ha aprendido, y veremos como los atributos relacionados con este tipo de combate se incrementan.


Gráficos

El repertorio de efectos visuales es muy amplio, desde las explosiones y rayos de luz producidos por el combate hasta los desperfectos de los robots, muy bien recreados. De igual forma, todo lo relacionado con el entorno virtual resulta especialmente vistoso y da la impresión de haberse trabajado bastante este apartado.



El juego se mueve considerablemente bien, aunque con alguna bajada de framerate sobre todo cuando se juntan varios robots en pantalla, pero nada remarcable negativamente en términos generales. A 50 Hz va fluido, pero mejora bastante si seleccionamos los 60 hz que permite escoger al inicio mediante el selector correspondiente. Una opción más que necesaria si queremos contemplar la acción tal y como se ha concebido inicialmente, a una velocidad frenética.

En lo musical no se han escatimado esfuerzos a la hora de confeccionar una enorme banda sonora, con buenos temas y diversidad de estilos. Se trata de artistas con un escaso renombre internacional, al margen de lo que estamos acostumbrado en otros títulos superventas. Esto no está reñido con la calidad, ya que la media en cuanto a calidad queda bastante alta y hay algunos temas que no nos cansaremos de escuchar una y otra vez. La mayoría de las canciones son temas con mucho componente vocal, dejándose las melodías únicamente para momentos de pausa, como la gestión del modo historia o los diversos menús.



Pese a la gestión automática de este apartado, existe la posibilidad de confeccionar a nuestro gusto diversas listas de reproducción, según vayamos adquiriendo nuevas canciones de entre las disponibles en el juego. Para ello, desde el modo historia deberemos ir a la tienda de música e invertir nuestros fondos en desbloquear estas nuevas melodías, entre las que podremos seleccionar para crearnos nuestra lista. Este repertorio de canciones se reproducirá durante las batallas y durante la estancia en los distintos servidores del juego. El número total de canciones entre las que elegir se eleva a 80, lo que deja un buen margen para seleccionar los temas que más nos interesen.

Por último existe el modo historia, alma del juego a todas luces. En él, como ya hemos comentado, viviremos la progresión de un joven participante en el deporte de los combates. En este modo será donde gastemos sin duda casi todas las horas de juego, y definitivamente, pueden ser muchas. La duración estimada por la compañía es de una 50 horas, que se podrán alargar todo lo que queramos, ya que tal y como está planteado podremos entretenernos modificando una y otra vez los vehículos, o simplemente escuchando la música disponible en la tienda.



El sistema de juego nos situará en el centro del servidor, que visionaremos como si se tratara de una ciudad virtual, con numerosos puntos a los que ir, tanto tiendas para adquirir componentes, como "concesionarios" de las distintas marcas de SV existentes. En todo momento tendremos libertad absoluta para dirigirnos a donde nos apetezca, sin restricciones de ningún tipo. Ni siquiera será obligatorio participar en pruebas, aunque la lógica nos dicte lo diametralmente opuesto si queremos disfrutar el juego. Para organizar los combates contaremos con un calendario que podremos consultar en cada momento y donde se nos indicará el evento que se está celebrando en ese momento en el servidor, así como su rango.

La mecánica del juego es algo inusual, ya que en cualquier momento podremos unirnos a estos eventos, así como en cualquier momento podremos abandonarlos, siempre que se traten de pruebas comunes. De hecho será más que recomendable estar muy pendientes de nuestra vitalidad para poder llegar a la salida antes de que nos destruyan, y no perder el dinero que ganemos en la reparación del robot. Con este planteamiento, inicialmente competiremos por incrementar nuestra cuenta bancaria, entrando a eventos de bajo rango, los de clase E o D. Con los fondos que obtengamos podremos comprar nuestro propio SV, ya que en un principio competiremos con vehículos alquilados, que se nos otorgarán configurados totalmente al azar.

Esta posibilidad de ir y venir cuando lo deseemos por los combates no podremos utilizarla en determinados momentos, donde tendremos que disputar duelos uno contra uno, hasta que uno de los dos quede destruido. Para casos así, si que conviene estudiar mucho el equipo que vamos a llevar, antes de lanzarnos a lo loco a la arena.



Conclusión.

En ocasiones los combates recuerdan al ya clásico Virtual On, aunque no gozan de la misma agilidad en el control que poseía el título de Sega. Además se completa un buen apartado jugable con un gran apartado secundario, quedando un producto final orientado al jugador exigente. Seguramente los usuarios con menos tiempo libre no expriman a corto plazo el juego, ya que la inversión en tiempo es alta, pero esto compensará a todo aquel con ganas de preocuparse por controlar las numerosísimas estadísticas que posee el juego y conseguir que todo esté configurado a su gusto.



Lo mejor.

- El modo historia
- La variedad de SV disponible y las opciones de ensamblaje de los mismos.
- El argumento incita a seguir jugando
- El combate es rápido y espectacular

- Que no esté en castellano, ya que la cantidad de información disponible es alta
- El control de los robots no es todo lo preciso que podría ser en algunos momentos.
- Necesario mucho tiempo para sacarle jugo de verdad
- No apto para jugadores ocasionales.