Una secuela a la altura

En noviembre de 2003 tomamos la decisión de romper la regla de no efectuar análisis de juegos que en principio no van a salir en territorio PAL por dos razones fundamentales: la primera, la esperanza de que Namco decidiera en algún momento rectificar; la segunda y la que probablemente fuera la que tuviera mayor peso, no podíamos permitir que un juego que nos había emocionado hasta ese punto pasara desapercibido en MeriStation.

El mejor rol de Namco llega a PS2 con la segunda parte de Xenosaga en este vídeo.

Esa fue nuestra forma de justificar los párrafos que dedicamos a Xenosaga Episode I: Der Wille Zur Macht que, en honor al texto de Nietszche, significa en alemán 'La voluntad de poder'. Contrariamente a lo que a menudo sucede, alguien escuchó el clamor popular del viejo continente y decidió regalarnos la salida de Episode II: Jenseits von Gut und Böse (también en alemán 'Más allá del bien y del mal')en nuestro territorio, el segundo de una saga de ópera espacial de seis episodios desarrollada por Monolith cuya tercera entrega 'Episode III: Also Sprach Zarathustra' (Así habló Zarathustra) está en plena producción.

El lanzamiento del Episodio II en España cuenta con el bonus añadido de la inclusión de 2 DVDs con las escenas cinemáticas más importantes de la primera parte en formato de video, con lo que podemos revivir (aquellos que lo disfrutamos en su momento) o bien disfrutar por primera vez de una de las mejores y más consistentes historias puestas en un RPG para PlayStation 2. Y de verdad que en cualquiera de los dos casos es parada casi obligatoria hacerlo, tanto desde el punto de vista técnico como emotivo.

El origen o la solución de todo parece estar en el entendimiento de un artefacto llamado Zohar, que se cree que es la mayor fuente de energía posible de esta dimensión. Mientras se intenta llegar al corazón del Zohar la guerra prosigue y ni tan siquiera las armaduras tipo 'mech' como los AGWS (Anti-Gnosis-Weapon-System) o las unidades realian parecen hacer mella en la antinatural armadura extraterrestre. Pero existe un proyecto secreto.

En la Segunda División de Investigación y Desarrollo de Industrias Vector se lleva a cabo el proyecto KOS-MOS, probablemente el más ambicioso a nivel técnico de los tratados hasta el momento, consistente en la fabricación y entrenamiento de la unidad de combate más avanzada de todos los tiempos. Shion Uzuki está a cargo de todos los experimentos y todo va viento en popa cuando de forma inesperada, un repentino ataque de la Gnosis hace despertar y actuar a KOS-MOS de forma autónoma. Y aquí empieza la aventura de Episodio I.

Si bien es cierto que Xenosaga I presentaba las bases de un guión bastante denso y con gran carga emotiva, Episode II se encarga de profundizar en los sucesos que motivaron los acontecimientos que pasaron años atrás y en las relaciones personales entre los integrantes de nuestra banda. Ahora sabremos más de Shion y de su hermano, del pasado de Rubedo y Chaos, del conflicto interno de Ziggy o del por qué es tan especial el cerebro artificial de MOMO.

Todo esto se va sabiendo a partir de la salida de la nave Elsa en dirección a la capital para devolver a KOS-MOS a la primera división de Vector. El juego empieza con nosotros a los mandos de Chaos y Canaan con un flashback en el que nos meteremos de lleno en lo que se llamó 'the Miltian Conflict', cuando los realians se volvieron 'locos' debido a sucesos sin explicar (impresionante la canción de Nephilim, una situación que pone los pelos de punta a todos los que terminamos la primera entrega). A partir de ahí lo que suceda ya es una aventura que no pensamos destripar.

Si bien el punto flojo gráficamente del juego anterior era precisamente el diseño de escenarios y personajes cuando no eran movidos por una cinemática, sus creadores han dedicado mucho esfuerzo en mejorar notablemente este aspecto. Eso es algo realmente sencillo de comprobar ya que habrá muchas localizaciones que visitaremos de nuevo en esta segunda parte (Durandal, por ejemplo) y de lo remodeladas que están parecen completamente distintas.

El número de polígonos de los personajes se ha visto incrementado considerablemente, de forma especial en Shion y KOS-MOS. El estilo anime sigue presidiendo su diseño pero la realidad es que algunos personajes han 'madurado' con el paso de estos años. Shion parece menos niña y más mujer, Chaos sigue gozando de esa frialdad impenetrable y Ziggy está incluso más serio que de costumbre. El cambio más relevante es probablemente el de KOS-MOS, que luce mucho más en todos los sentidos.

No solamente los protagonistas se han modernizado sino también los enemigos; Albedo es más espectacular que nunca y Margulis sigue siendo escalofriante. Los adversarios más corrientes como robots y soldados también han visto aumentada su dosis poligonal y aunque siguen siendo bastante repetitivos causan mejor impresión. Lo mismo sucede con el elenco de máquinas y tanquetas así como con los AGWS, ahora llamados E.S., que han visto mejoradas sus animaciones de forma considerable. Hay algunos dientes de sierra aquí y allá, alguna ralentización y los tiempos de carga en ocasiones son excesivos pero no cuesta mucho trabajo perdonar estas deficiencias.

Episode I era un juego fundamentalmente expresivo, acorde con la naturaleza de su guión. A nosotros consiguió implicarnos bastante gracias no solamente por el diálogo o por los acontecimientos en pantalla sino también con la habilidad empática de los personajes para transmitir emociones acerca de lo que les pasaba en la pantalla. Así pudimos vivir el conflicto de MOMO y Ziggy, la lucha de Jr. o la inseguridad personal de una mente tan brillante como la de Shion. En ese sentido esta entrega continúa con el mismo espíritu.

El estilo de Xenosaga es lento y pausado, cosa que también se vislumbra en la narración del argumento. Es frecuente ver pausas durante las conversaciones entre los personajes que, por lo menos en la versión review que tenemos en nuestro poder, están en inglés subtituladas al mismo idioma. La sincronización labial, al igual que en la primera entrega, es casi perfecta en japonés y considerablemente menos precisa en el idioma de Shakespeare. Hay incluso momentos en los que el personaje ha terminado su línea de diálogo y los labios siguen moviéndose.

En general la interpretación no es nada del otro jueves, siendo a nuestro gusto bastante acertada la de Jin Uzuki o la de Rubedo pero bastante sosa en el caso de Canaan o de KOS-MOS. Hay bastantes horas de líneas de diálogo así que hay que estar preparado para momentos de auténtica película anime. Es posible seleccionar 2 canales de salida o Dolby Surround Prologic II para el juego y 5.1 para las CGs, con lo que en este sentido y si tenemos un buen equipo disfrutaremos del sonido en todo su esplendor.

A nivel de efectos sonoros el juego es bastante decente: hay disparos y explosiones por todos lados, pisadas mecánicas y humanas, fuego, gritos, ataques multicanal, conversaciones en mitad de un combate, etc. La música cumple bastante bien su misión a pesar del cambio de maestro en la dirección y composición de la orquesta, bastante inspirada incluso en algunos momentos. A nivel general se puede afirmar que sin ser el máximo exponente del género, el nivel técnico de Episode II está a un nivel muy considerable.

Generalmente el juego nos dirigirá con bastante rectitud hacia nuestro siguiente objetivo; el argumento, aunque profundo, es completamente lineal y es imposible quedarse atascado. Hay también gran cantidad de secuencias generadas por la consola en las que seremos meros espectadores, si bien se han espaciado con respecto a Der Wille Zur Macht aunque no han visto reducido su número. Aún así es de advertir que hay bastante rato en el que el pad se queda apoyado en el sofá mientras contemplamos la pantalla.

Cuando luchemos casi siempre contaremos con tres protagonistas en pantalla, pero pueden cambiarse por otro en reserva en cualquier momento (perdiendo el turno), aunque solo los tres que finalicen el combate reciben todos los bonus excepto la experiencia. La elección del elenco es fundamental a la hora de afrontar batallas decisivas ya que cada uno es capaz de realizar determinados ataques de combinación solamente con alguien específico.

No es tan importante por el tema del aprendizaje de habilidades, simplificado en esta entrega a un árbol único para todos. Este sistema no es necesariamente malo (en Final Fantasy X todos los personajes pueden aprender todas las habilidades con la suficiente paciencia) y es cierto que la mayoría optará por especializar a la mayor parte de sus integrantes de una forma u otra, pero el hecho de que todos los ataques estén disponibles para todos desde el primer momento es algo que quita profundidad al juego.

Todos los ataques de ether (magia), técnicas estándar y técnicas pasivas se consiguen ahora mediante puntos de clase que desbloquean la categoría y puntos de habilidad para dichas habilidades. Algunas de ellas están ocultas y será solamente posible adquirirlas mediante la consecución de algún ítem especial a través de una serie de misiones secundarias a la campaña principal, aunque no será imprescindible completar ninguna para llegar al final del juego.

Aparte de los indicadores de vida y puntos de ether disponibles, en la parte inferior de la pantalla está el indicador de 'boost', que se usa para dar 'prisa' a un integrante de nuestro grupo que no tiene el turno para hacerlo actuar en siguiente lugar. Además, cada enemigo tiene una zona débil que podemos aprovechar en nuestro beneficio y si somos capaces de encadenar ataques en ese punto con turnos extra de 'prisa' será la clave para vencer en los combates más complicados. No existe un tiempo de batalla activo pero si no somos rápidos el enemigo puede adelantarse a utilizar el impulso, con lo que no conviene quedarse embobado ante la pantalla.

Para atacar dispondremos de un número de puntos que pueden estocarse, de forma que en el siguiente turno efectuemos ataques más poderosos. Además de esta forma será posible usar golpes combinados con otros compañeros. Por si fuera poco en esta ocasión sí que es necesario el uso y dominio de los 'mechs', que esta vez cogen las habilidades de los pilotos. Esta vez sí que se añade este elemento como estrategia ya que en Xenosaga 1 era posible acabarse el juego sin subir ni una sola vez a las armaduras.

Tal y como se ha visto en otros juegos (en Breath of Fire o el mismo Xenosaga 1) es posible influir en los combates incluso antes de que sucedan. En primer lugar eso es posible debido a la ausencia de batallas aleatorias; los enemigos siempre son visibles y si bien la mayor parte de las veces no queda más opción que pelear, en otras podemos escapar sin hacerlo o activar trampas que nos proporcionen una ventaja frente a nuestros adversarios.

De forma cíclica aparecen unos indicadores en pantalla acerca de determinados condicionantes para ese ataque que es muy positivo tener en cuenta; por ejemplo hay momentos en los que un ataque físico o de magia hace más daño, turnos en los que ganamos más 'boost' al golpear o bien aquellos en los que si terminamos el combate en ese momento conseguiremos una dosis extraordinaria de puntos de habilidad. Hay que añadir que ya no existe el dinero en XS2, así que todos los objetos del juego tienen que adquirirse derrotando a los enemigos.

Aparte de la misión principal tendremos la oportunidad de recorrer mil veces el mapa en busca de una serie de puertas especiales escondidas, las 'segment address doors' para las que necesitaremos una llave (segment keys) que generalmente también está escondida. Encontraremos multitud de personajes nuevos y volveremos a ver a viejos conocidos que dan la sensación de continuidad a la historia. También está presente 'El Otro Profesor' con sus respectivas partes del robot invencible.

Uno de los añadidos más novedosos es la Campaña del Samaritano, la llamada 'GS Campaign'; si accedemos a formar parte de esta red entraremos de lleno en una especie de revisión de la película 'Cadena de Favores' en la que nos las tendremos que ingeniar para encontrar gente a la que hacerles tareas, lo cual implica viajar bastante de un lado a otro, pegar anuncios en la calle, cazar ratones, desactivar centrales eléctricas, mover y eliminar cajas de almacenes, recuperar objetos perdidos, entregar cartas a diestro y siniestro, hacer de casamentera y batir una serie de minijuegos bastante interesantes.

Repartidos a lo largo del juego hay infinidad de puntos de guardado que recuperan automáticamente nuestros marcadores de vida y ether. En algunos de ellos, además, existe el acceso a la UMN (marcadores en azul) que nos permitirá revisitar todas aquellas áreas por las que ya hayamos pasado, siendo muy útil para recoger nuevos objetos o desvelar partes de la historia que no hubiésemos podido ver en su momento. Podemos salir de la UMN en cuanto nos apetezca.