Revisitamos Norrath

Sería redundante volver a explicar en que consiste Everquest II o un juego de rol multijugador masivo online (MMORPG) cuando mi compañero Albert Jorquera ya lo hizo perfectamente en su análisis del juego original, con lo que intentaré centrarme en los cambios o ampliaciones que supone la expansión. Cómo ha afectado a los jugadores tanto Desert of Flames cómo los posteriores parches, y mi experiencia personal con este juego de rol.

Es cierto que un año después de su lanzamiento, el mercado se ha visto llenado por lanzamientos clave en cuanto a tipología y calidad: hablo obviamente de Guild Wars pero sobre todo de World of Warcraft. El segundo cuatriplica el número de usuarios del primero, pero Guild Wars se expande rápidamente; he jugado y sigo jugando a ambos, especialmente a WoW, pero eso no esconde una realidad muy clara: puede que haya 10 veces más usuarios en el mundo de Blizzard, pero no hay ni una décima parte de los jugadores que hay en Everquest II.

Este último dato, muy alejado de la objetividad de las cuentas de resultados oficiales, lo defiendo a capa y espada. Mientras que en el universo de la Horda y la Alianza se prioriza el combate por encima de todo, en Everquest es posible subir al máximo nivel (dicen por ahí) sin necesidad de rebanar ni una sola garganta. Ignoro si es por el color, la menor cantidad de gente que habita sus mundos, su poca participación en el PvP… no lo sé, pero la realidad es que me llena más el mundo de Sony, me involucra más.

He visitado Norrath en muchas ocasiones vestido de muchas formas distintas; he tenido la oportunidad de analizar los dos mata-mata basados en el universo, Champions of Norrath y Return to Arms. He sido un gran mago y un poderoso guerrero sin miedo a nada. Ahora he decidido ser un alto elfo que se ha pasado al sigilo y a los ataques por la espalda (por primera vez en mi vida soy un rogue, aunque no me rebajo a interpretar ese rol como halfling, tengo mi orgullo). Y seré un buen artesano, lo prometo.

Con Desert of Flames podría subir mis personajes hasta nivel 60, irme a la Arena a probar mis habilidades adquiridas por la costumbre de Player versus Player tras mi paso por WoW o hacer combatir a otros por mi. Puedo explorar Maj'Dul, lleno de zonas y quests nuevos para gente desde nivel 20 hasta 50, puedo subirme por las paredes y alcanzar nuevos horizontes de forma vertical, puedo luchar contra la nueva horda de criaturas enemigas… mi mundo se expande.

Personalmente opino que el juego está evolucionando y que conceptualmente es mucho más sólido que sus competidores; no cuesta casi nada acostumbrarse a su interfaz que, como todas, tiene sus virtudes y sus defectos, como por ejemplo la poca customización que permite. Pero al final todo está en su sitio y desplazarse y conquistar nuevos retos en Norrath se convierte en una cosa bastante cotidiana. Recordemos que, dependiendo de una serie de elecciones clave que deberemos hacer bastante pronto, defenderemos la Luz o bien nos enrolaremos en las filas de la Legión Oscura.

Everquest 2 permite la especialización en 4 arquetipos con diversas subclases cada una, que significa básicamente la forma en la que vamos a causar daño a nuestros oponentes y nuestro rol en el grupo. Cuando lleguemos a nivel 20 completando tareas y eliminando enemigos, algo que se consigue con relativa rapidez (aunque llegar a lo más alto sí es bastante más costoso), estaremos ya en disposición idónea para afrontar los retos de Desert of Flames.

Los misterios del Desierto de Ro, inalcanzables hasta el momento debido al Mar de Arena, han sido puestos al descubierto debido a los Orcos del Puño de la Muerte. En mitad de ese espeso océano descansa la joya de la corona, la ciudad ingobernada de Maj'Dul, Dervish. Los Sha-ir, poderosos magos que viajan en alfombras voladoras, son los encargados de mantener la paz y el orden en la ciudad y de que toda la sangre que tenga que derramarse se haga en la Arena.

En las Arenas Especiales es donde se desarrolla el combate Player versus Player de Everquest II. Dichas Arenas están accesibles desde las campanas de los puertos tanto de Qeynos como de Freeport, y es posible pelear estando en la propia piel de nuestro personaje o en la de un esbirro. Es posible unirse a un combate o bien empezarlo por nosotros mismos, estableciendo reglas de niveles como si de una partida a Deathmatch se tratara.

Cada combate lo forman dos bandos distintos de 24 jugadores como máximo cada uno (cuatro grupos de seis luchadores). Al crear una Arena es posible cerrarla con contraseña para jugarla con los amigos, establecer el tipo de personajes para los cuales está abierta y el tiempo límite. Asimismo, los tipos de juego son Deathmatch por equipos, Defender el Ídolo y Capturar la Bandera, añadiendo así 3 tipos de juego más clásicos de los FPS que de un RPG. Pero la verdad es que funciona y es bastante divertido.

Mientras sigamos luchando acumularemos experiencia que nos llevará más allá del pre-establecido nivel límite; de este modo es posible llegar hasta nivel 60, tanto en nuestras habilidades personales como con las de luchador. Eso significa que nuestro personaje tiene un mayor potencial para hacerse más fuerte, aumentar la fuerza de sus hechizos y conseguir un todavía mejor equipamiento. La salud y el 'maná' aumentarán en consecuencia.

Si vemos que una batalla se nos antoja muy complicada, aparte de poder solicitar ayuda del modo convencional mediante el cual no obtenemos experiencia, podremos intentar huir… subiendo por las paredes. El nuevo sistema de movimiento vertical nos permite escalar determinadas zonas para poder llegar a nuevas localizaciones, aunque no podremos atacar mientras lo hagamos. Podremos ser curados y la mayoría de hechizos seguirán activos, pero hay que tener en cuenta la altura desde la que se puede caer ya que en algunos casos puede ser mortal.

El manejo de los clanes, algo que a día de hoy nadie ha dejado absolutamente resuelto, es algo distinto en Everquest 2. Más que distinto diría que más profundo. En lugar de compartir cuentas y demás historias, los integrantes de un clan pueden disponer de un espacio de almacenamiento propio accesible a través del banco. Todo aquel que tenga permisos puede acceder a dicho espacio para poner y quitar objetos y dinero optimizando de esta forma los recursos de un clan.

Todo ello hace que en general Desert of Flames dé un paso adelante dentro del universo Everquest 2. Es obvio que Norrath está bastante más organizado en algunos aspectos que el resto de mundos persistentes del momento y no me extrañaría que algunas de las opciones hoy presentes se implementaran allí en un futuro próximo. De todos modos, a pesar de que EQII y DoF son un gran juego y una gran expansión, no son perfectos.

Es fácil saber lo que le falta a un juego desde el primer momento en que existen foros oficiales. Desde los últimos parches, justamente uno en el mismo instante en que se está escribiendo este texto, la gente se queja de que uno de los puntos fuertes del juego (la posibilidad de jugarlo tranquilamente solo, sin necesidad de grupo) es cada vez más difícil. Todavía no tengo las suficientes horas de juego para comprobar si es verdad dado que no he querido jugar con mis anteriores personajes antes de crear uno de cero.

Los 'soloist', aquellos jugadores que prefieren las emociones de un mundo persistente sin la necesidad de buscar grupos constantemente para vencer todos los retos, dicen ver mermada la cantidad de experiencia que van a recibir en comparación con la recibida hasta este momento. Es cierto que creo morir más que antes pero, de nuevo, necesito más tiempo para comprobar si la actualización de estos momentos va a cambiar en algo substancial la experiencia de juego.