La Búsqueda de Danzarín Espiritual

El joven Brave

Una de las incógnitas que pendía sobre el título era la razón de su retraso, ya que aparentemente no se detectaban problemas graves en la versión previa del juego a la que pudimos tener acceso. Una de las opciones, y la más esperada por nosotros, era que estuvieran ampliando el repertorio jugable del producto, con más modos de juego y aventuras que ayudaran a dotar al juego de un plantel de opciones remarcable.

Lamentablemente no hay ningún tipo de cambio a nivel jugable respecto a lo que ofrecía la versión previa. Suponemos que la fase final del juego habrá ido destinada a la mejora de algunos aspectos de la programación del título que no repercuten en el apartado del desarrollo de forma directa, sin embargo esperábamos un mejor trato para las opciones de juego.

En las impresiones que hicimos sobre el juego ya hablamos bastante sobre el trasfondo de la aventura, a pesar de lo cual vamos a hacer un breve repaso a la misma para que no se pierda el hilo de la explicación posterior. La historia es una de las partes más relevantes de Brave, aún no siendo nada original en el contexto de los videojuegos, con la típica formula de héroe en fase de aprendizaje para llegar a convertirse en el mejor.

Gráficos

Si hay algo que hemos notado mejor en la versión final es la mejoría en el apartado gráfico que ha sufrido el juego. A pesar de que antes no detectamos que sobresaliera negativamente por nada en concreto, ahora todo tiene mejor aspecto en líneas generales.

Comenzando con los modelos tridimensionales de los personajes, notamos una mejoría en las texturas de los mismos, que sin llegar a ser el paradigma de la definición, si que dan un aspecto bastante sobrio a los personajes. Tanto los vestidos como los diversos abalorios que portan los personajes están perfectamente representados y modelados, con lo que no aparece en ningún momento la sensación de que sean parte de una textura plana. Siguiendo con la misma línea, el modelado de los personajes es algo que podríamos definir como 'muy personal', por parte de los grafistas. La mezcla de extremidades enormes y cuerpos pequeños es resultona pero poco atractiva a la vista, si a ello le sumamos las desproporcionadas cabezas tenemos una mezcla que visualmente recuerda al look superdeformed japonés, como ya habíamos comentado en nuestras impresiones previas.

Por otra parte los escenarios son los principales beneficiados de las mejoras gráficas, situándose en un nivel bastante alto de calidad. Presentan unas dimensiones muy extensas a la vez que no resultan nada repetitivos, ya que se encuentran llenos de objetos que podemos destruir, como plantas, vasijas o matorrales. El detalle de los mundos es alto, las texturas son más que correctas y nada reiterativas y la distancia de dibujado de los mapas es excepcional para un juego corriendo en la negra de Sony, y todo ello sin el truco de la niebla al final del escenario. Podéis ver algunos ejemplos de esto en las capturas que adjuntamos al análisis.

Tampoco hay que dejar de reseñar la calidad de la orografía de los escenarios, donde no encontraremos las típicas planicies propias de otras aventuras, si no que tendremos que colgarnos de paredes verticales y ejecutar saltos imposibles a través de todo tipo de grietas y agujeros. Algo que se agradece enormemente ya que tal y como se plantea el juego, tener que estar durante toda la aventura andando podría acabar desesperando a más de uno, y con razón además.

Tampoco desmerecen los efectos visuales, sobre todo en fases mas avanzadas donde los escenarios ya permiten mayor juego con este apartado. Los sistemas de partículas están bien elaborados, haciendo bastante creíbles los efectos de la nieve cayendo o la lava precipitándose al exterior de una roca mediante un chorro a presión. La iluminación en general es buena, pero se echa de menos más definición en las sombras del personaje, ya que en un juego como éste en el que los saltos son cruciales, se agradece que la sombra nos ayude a saber si estamos cayendo en una plataforma o estamos viajando ya hacia el fondo del abismo que teníamos debajo.

En conjunto, el apartado gráfico de Brave no desmerece para nada y aprovecha mejor que bien el potencial de PS2, como casi siempre, echamos de menos el selector de 60 hercios. A pesar de esta carencia, el motor gráfico es capaz de mover todo lo que se le ponga por delante con solvencia y sin atisbo de ralentizaciones de ningún tipo, lo que deja bastante claro que la optimización del mismo es más que satisfactoria. Valgan como ejemplo las fases donde montamos al espíritu del águila, en las que se muestran simultáneamente grandes espacios abiertos junto a efectos visuales y enemigos, y donde el motor responde perfectamente y sin ningún tipo de aprietos a esta carga visual tan elevada.

Sonido y Efectos FX

En la versión previa que pudimos jugar notamos que las músicas del juego no acababan de llegar al mismo nivel del resto de los apartados. Esperábamos que se solventara en la edición definitiva, pero lamentablemente no ha sido así. El apartado musical ha quedado bastante mal finalizado, mezclando canciones de ritmos vivos con momentos que no son para nada coherentes con lo que estamos viviendo en pantalla en ese momento.

El repertorio de canciones es más bien escaso y la calidad de las mismas no es excesivamente reseñable. Las más destacadas son las músicas de los compases iniciales de la aventura, con instrumentales tribales que van bastante acordes a la ambientación de las zonas de bosque.

Otro cantar, y nunca mejor dicho, son los efectos sonoros. Empañan en la mayoría de momentos a las músicas, ya que no solo su ecualización es bastante mejor, si no que resaltan mucho más e incluso aportan algún que otro momento cómico, como cuando los lobos se chocan contra un árbol al fallar una embestida contra el protagonista.

En algún caso los efectos sonoros se quedan cortos en variedad, por ejemplo, en las voces de Brave al atacar. Los gritos que pega son siempre los mismos tres sonidos, que acabaremos odiando tras diez minutos de aporrear el botón de ataque. Esto puede acarrear que acabemos odiando dichos sonidos, y con razón.

Como crítica en este apartado, decir que se podía haber puesto un poco más de esfuerzo en el apartado musical y no dejarlo tan al azar como ha quedado finalmente, lo cual hubiera supuesto el tener un repertorio musical a la altura de los demás aspectos del juego.

Jugabilidad

Como hemos dicho previamente, lo más destacado del juego además de la gran variedad de pruebas de distinta índole que se nos irán encargando, son los poderes de la naturaleza. Estos poderes se nos irán otorgando durante la aventura y son cada vez más impresionantes, lo cual simboliza que nuestro dominio de la senda del chamán está siendo perfeccionado. La consecución de poderes normalmente viene ligada a la necesidad de utilizarlos acto seguido, y hay muchos que tan solo podrán ser usados en momentos puntuales, lo cual le resta bastante relevancia a este detalle.

Este es uno de los ejemplos del desaprovechamiento general que se hace de la mecánica del juego, ya que hay buenas ideas en él, pero solo se ponen en práctica en situaciones determinadas, algo que hace que nos de la impresión de que el personaje es un ser que olvida todo lo que sabe mientras no tenga cerca un pedestal de invocación para poder llamar a los poderes que domina.

De igual forma que hay detalles negativos, Brave también deja un buen sabor de boca en otros aspectos, siempre limitándonos al público más joven, que es el que mejor rendimiento sacará al título. Ideas como el uso de diferentes espíritus de animales para proponer diversos retos que el jugador tendrá que superar, dan un mayor dinamismo a la monotonía general que supone avanzar y destruir enemigos sin ton ni son.

En ciertos momentos el juego ,a pesar de calificarse como juego de acción, pasará a recordarnos a los plataformas de la 'vieja escuela', aquellos en los que tras intentar un nivel varios cientos de veces, lo acabábamos dejando para el día siguiente por pura desesperación. En Brave hay ciertos niveles que evocarán en nosotros estos sentimientos de antaño. También el de desesperación ya que hay auténticos niveles de plataformas puras y duras, con contados puntos de guardado automático de partida, hasta los que tendremos que llegar si no queremos repetir toda la secuencia de saltos una y otra vez.

Y es que choca que en un juego de acción, la tecla más pulsada sea el salto. Y choca aún más que estos saltos no se puedan ejecutar correctamente en la mayoría de los casos. Y todo por culpa de la dichosa cámara que se convertirá en el mayor de nuestros enemigos, no permitiéndonos calcular los saltos o falseando las distancias en muchísimas ocasiones. Tampoco ayuda el nefasto control de la misma, donde tendremos que mantener el stick derecho pulsado si queremos que la cámara quede fija en un punto distinto al central. De otro modo volverá a posicionarse en dirección a Brave, un punto que tampoco deja mucha visión del entorno.

Las fases de plataformas son las que contienen el nivel de dificultad más elevado de todo el juego, ya que el resto son bastante asequibles y los enemigos tampoco gozan de una inteligencia artificial compleja. Además de eso, hay muy pocos enemigos a lo largo del juego, y en muchas ocasiones nos encontraremos vagando solos por los escenarios, buscando el siguiente paso a resolver en nuestra aventura. Este paso no será difícil de obtener si nos atascamos, ya que oso gris estará con nosotros en forma de amuleto. El nos dará consejos sobre el siguiente paso a dar, si el considera que estamos atascados o no sabemos que hacer. Lamentablemente más que sugerir lo que hace es mostrar la solución a nuestro atasco, con lo que no tendremos que devanarnos los sesos para encontrar la salida a nuestra situación de obstrucción mental, simplemente consultar a oso gris.

La rejugabilidad es nula, y este es el gran fallo del juego. Por el precio del mismo, el contenido que ofrece es ínfimo, sobre todo sabiendo que se puede terminar fácilmente el juego en unas 10 horas aproximadamente y que después no hay nada más. El único añadido que tiene es la recolección de tótem. Estos tótem los traerán los animales ocultos por el escenario con los que Brave puede comunicarse y se transformarán en imágenes del arte sobre el juego una vez los hayamos cogido.

Lamentablemente no es han molestado en agregar ningún modo adicional de juego ni trajes alternativos para los personajes ni nada de nada, un grave error que acorta mucho la vida útil del juego.