El regreso de Soma Cruz

Sólo pronunciar la palabra Castlevania hace estremecerse ya a una infinidad de jugadores a lo largo y ancho del globo terráqueo. Konami sabe que su saga se ha convertido en una de las más prolíficas de la industria, y cada cierto tiempo procura reavivar la llama de Drácula con diversas entregas, que pasaron con pena o gloria según el caso.

Observa Castlevania Dawn of Sorrow en movimiento en este vídeo.

Tras los mediocres intentos de trasladar Castlevania a las tres dimensiones, parece que los acérrimos seguidores de la saga en 2D encontraron su respuesta en los tres episodios para la plataforma Game Boy Advance. Aunque estos últimos juegos hayan conseguido mantener el universo que rodea a estas producciones, no han llegado al nivel de originalidad ni de calidad que consiguió su hermano mayor, Symphony Night para PlayStation.

Con la llegada de Dawn of Sorrow, Konami ha intentado no sólo recobrar el verdadero espíritu de la saga en las plataformas, sino que además ha agregado nuevas y originales funciones para aprovechar las dos pantallas y el stylus de la DS. El resultado final es uno de los títulos Castlevania más trabajados, originales, y fieles a los orígenes de la saga, todo un privilegio para los usuarios de la portátil de Nintendo.

Dawn of Sorrow puede considerarse un paso adelante en el aspecto gráfico, en comparación con sus predecesores de Game Boy Advance. Según avanzas poco a poco en el juego, descubrirás escenarios que te irán sumergiendo en el impresionante apartado visual de Castlevania. El diseño de los personajes y de los enemigos es muy detallado, sus movimientos son muy fluidos y realistas. Lo más destacable dentro de este apartado son los jefes, muchos de ellos de los mejores aparecidos en Castlevania; resulta realmente impactante ver a un jefe ocupando casi la totalidad de la pantalla.

Todos los detalles han sido cuidados al máximo, desde el modo en el que los enemigos perecen entre llamas tras ser derrotados, hasta los mensajes que se nos muestran en la pantalla; podremos gozar al fin de un aura gráfica que haga justicia a la saga.

Se podría decir, sin temor a equivocarnos, que Castlevania brilla especialmente en su apartado gráfico a diferencia de sus antecesores para plataformas portátiles. Queda demostrado que las dos dimensiones son aún una base viable para este tipo de títulos.

Gracias a la pantalla superior de la DS, Castlevania creará para nosotros un mapa del edificio, a través del cual podremos monitorizar nuestros movimientos en los escenarios, y no perdernos con tanta facilidad. Según vayamos avanzando a través de los recónditos pasadizos, deberemos de luchar cara  a cara con varios jefes que tendrán que ser derrotados para poder continuar nuestra misión.

El sistema de capturar el alma del enemigo, ya visto en Aria of Sorrow, nos permitirá absorber ciertas habilidades tras acabar con nuestros contrincantes. Este sistema adquiere especial importancia cuando luchamos contra los jefes, puesto que nos proporcionarán habilidades esenciales para alcanzar nuevos escenarios en el castillo.

En Dawn of Sorrow podemos encontrar tres categorías básicas de almas a nuestra disposición: 'Bullet souls', que mejorarán nuestros parámetros de ataque, 'Guardian Souls', que nos proporcionaran mayor poder defensivo y 'Enchanted Souls' mediante las cuales conseguiremos habilidades únicas. El juego te permite incluso forjar tu arma con un alma capturada, mejorando aún más su potencial, pero perdiendo ese espíritu específico.

Otro paralelismo que encontramos entre Dawn of Sorrow y Aria of Sorrow es el sistema de armas, equipamiento y de mejora de nivel. Se le permite al jugador elegir un arma, una armadura y un accesorio que potenciarán conjuntamente las habilidades de Soma. La principal novedad de Dawn of Sorrow radica en la habilidad que conseguiremos a lo largo del juego de poder construir dos equipamientos completos para cada jugador y que además podremos intercambiar sencillamente presionando un botón. Esto es muy interesante, puesto que podremos emplear armas de bajo rango para los enemigos más comunes, y 'armamento pesado' para los monstruos de verdad.

El sistema de mejora de nivel es sencillo, según vayamos eliminando contrincantes, iremos consiguiendo puntos de experiencia que se traducirán en un aumento de nivel. Deberemos de equilibrar todas estas funciones para conseguir un personaje fuerte que sea capaz de eliminar a los jefes finales de cada zona.

Para aprovechar todo el potencial de las pantallas táctiles, Dawn of Sorrow incluye dos nuevas características. La primera de ellas obliga al jugador a 'pintar' los 'magic seals' que le permitirán ir avanzando, de modo que deberemos conseguir dibujar en una pantalla cuadriculada la figura de cada 'seal'. Tendrás que echar mano de tu capacidad artística con el stylus a la hora de abrir ciertas puertas y conseguir las habilidades de los jefes.

Existe en el menú la opción de practicar cuanto quieras los trazos de los 'seals' para manejarlos completamente durante la batalla. La segunda novedad consiste en romper bloques de piedra con el stylus, lo que te permitirá acceder a lugares inalcanzables de este modo. Sin embargo, no podremos ir destrozando los muros a diestro y siniestro, puesto que en ocasiones tendremos que pensar el orden adecuado para que Soma pueda ascender a través de una pared.

Para completar la carga jugable de Dawn of Sorrow, encontramos el esperado modo multijugador, algo totalmente novedoso en la saga Castlevania. Consiste sencillamente en una carrera a través del castillo, en la que cada uno de los dos jugadores conectados deberá de eliminar ciertos enemigos (cuya fortaleza dependerá de lo lejos que hayas llegado en el modo principal), y ser el primero en alcanzar la meta. En si mismo no agrega mucho al potencial adictivo de Dawn of Sorrow, pero este modo de juego puede convertirse en el inicio de piques muy entretenidos.