Meteos

Son muchos los desarrolladores de renombre que intentan hacer sus pinitos fuera de la compañía que les vio nacer y crecer, pero pocos, muy pocos son los que consiguen que su ópera prima sea todo un éxito. Este es el caso de Tetsuya Mizuguchi, hombre fuerte dentro de Sega con títulos como Sega Rally o Space Channel que 'se fue de casa' para fundar Q Entertainment. Entre los que forman el nuevo equipo aparece la figura deMasahiro Sakurai, quien durante muchos años trabajara como diseñador en Hal Laboratorios (de hecho, el diseño de los menús de Meteos respira mucho aire Smash Bros.).

Observa Meteos en movimiento en el siguiente vídeo.

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Las primeras apuestas de la nueva compañía son en un terreno de lo más arduo como es el género de los puzzles, que tantas veces se ha intentado reinventar con tan poco éxito. Tras el reciente Luminnies para PSP, llega Meteos para Nintendo DS, considerado por muchos como el primer imprescindible de la portátil. Tras su sencilla mecánica se esconde un puzzle frenético, largo, muy variado, e incluso con su particular hilo argumental: El poderoso planeta Meteos está amenazando a los demás cuerpos celestes del espacio enviándoles una poderosa materia capaz de destruirlos en cuestión de minutos. Pero pronto los extraños habitantes de uno de los planetas se percata que alineando tres bloques de esta extraña materia del mismo color se produce una ignición que los aleja de la superficie terrestre.

Así, cada uno de los 32 planetas de los que goza el juego (al principio sólo contamos con 6) deberán sumar sus fuerzas pala alejar la amenaza Meteos. La clave de la diversidad de cada puzzle consiste en que ninguno de los planetas tiene las mismas condiciones físicas que los demás, y ni tan siquiera las partículas que tendremos que alinear lo son. Por ejemplo, en el planeta Grannest son fácilmente diferenciables pues todas las fichas son cuadradas y de un único tono, pero en otros más complicados, como en el caso de Brabbit, además del color, tienen formas distintas y están en movimiento. Para más inri, de los 12 colores diferentes sólo encontraremos 5 distinto por planeta (no quiero ni imaginar el caos que sería que cayeran a la vez fichas de 12 colores distintos, con 5 basta).

Cada uno de estos 12 meteos (pues toman el nombre de su planeta natal, el malvado Meteos que pretende destruir la galaxia) está asociado a un elemento. Así, el gris es aire, el azul agua, el morado acero, el verde hierba, o el rojo fuego, por citar algunos. ¿Para qué sirve esto? Más adelante lo explicaremos con detalle.

El aspecto gráfico general es excelente, empezando por los menús, cuya clara inspiración Smash Bros le da un toque intergaláctico muy acusado. En la pantalla superior aparece una breve explicación de lo que seleccionemos, mientras en la inferior pulsamos con el stylus en el menú que queramos. A la izquierda se nos ofrece siempre la posibilidad de volver a la carpeta anterior o incluso al menú principal de forma rápida e intuitiva. Es de agradecer.

Una vez dentro de los propios niveles, todo parece estar muy cuidado. En la pantalla superior se muestra la típica imagen del espacio exterior e información útil como la puntuación actual, el modo de juego en el que estamos, los Meteos que hemos lanzado y el tiempo que llevamos transcurrido. En la pantalla inferior, a la derecha se nos muestra el planeta en el que nos encontramos y un recuadro en que podemos regular la velocidad a la que caen los Meteos por la parte superior de la pantalla.

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Los fondos del escenario, pese a estar en 2D (todo el juego, menos la secuencia de introducción está en dos dimensiones), resultan muy vistosos, muy elegantes. Es evidente que un juego de este tipo el apartado gráfico es secundario (el mítico Tetris era toda una obra maestra y no podía ser más básico). Puede que se eche de menos alguna animación más, o que a veces el tono negro de todo el juego entristezca las fases, pero eso ya pasa al terreno de los gustos personales. No se nos ocurre algo que se eche especialmente de menos.

En cuanto a los efectos sonoros, son muy diversos y muy diferenciados, de nuevo propios de cada planeta, y lo más curioso, muy acordes con la melodía de fondo, como si realmente estuviéramos componiendo un tema con distintas bases musicales. Os recomiendo una vez que tengáis bastante ensayado un nivel, centraros en la música, y sobre todo, en los extras, podemos desbloquear todas las canciones del juego. Se nota que tras Meteos se encuentra la mano de Mizuguchi-san, todo un apasionado de la música, y así lo demuestran dos de sus títulos, Rez, un shooter en que se componían melodías cada vez que se disparaba, y Space Channel 5, que nos metía en la piel de la presentadora de un programa de televisión que combatía alienígenas siguiendo el son de la música.

Mizuguchi se considera admirador del pintor expresionista Wasilly Kandinskyk, quien definió el concepto de sinestesia, definido como la mezcla de los sentidos, la confusión de la música, la vista y el tacto, y Meteos es un claro exponente de esta sinestesia. Se nos obliga a estar permanentemente tocando, con gran rapidez visual mientras creamos música. Esta parrafada no es más que para intentar denotar la importancia que para el fundador de Q Entertainment tiene la música en sus juegos.

Aunque no será tan fácil, pues cada planeta tiene unas características físicas particulares, como la masa de las partículas, la velocidad y el tiempo de ignición, o la fuerza de gravedad. Si hay pocos meteos por encima de los que hemos juntado no habrá problema y los echaremos fuera del planeta, pero si pesan mucho o la fuerza de gravedad es muy fuerte, las columnas que hemos lanzado al aire perderán potencia y volverán a caer hacia la superficie. Para que salgan disparados otra vez, habrá que provocar otra ignición. Hay varias formas. La primera y más sencilla de realizar consiste en ver si entre los meteos que se encuentran en el aire tras la primera ignición hay 3 del mismo color que puedan volver a ser unidos, provocándose una segunda ignición de más fuerza y que esta vez sí los lanzará fuera de la gravedad del planeta.

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La segunda opción para que las columnas de meteos que vuelven a caer por su propio peso no lo hagan es juntar otros meteos justo debajo, que salgan propulsados, impacten contra los que están en el aire y los lancen con fuerza al espacio. La tercera fórmula es algo difícil de explicar y de realizar. Basémonos en un ejemplo claro a ver si resulta más fácil. Juntamos 3 meteos verdes pegando al borde inferior de la pantalla, y elevan al aire las correspondientes columnas, y como no tienen fuerza suficiente vuelven a caer. Antes de que caigan, vemos como en la columna inmediatamente a la izquierda del lugar donde van a caer los meteos que están en el aire hay un bloque rojo, y que en dos de las columnas que están en el aire hay otros dos bloques rojos. Si hacemos coincidir estos dos bloques rojos con el tercero que está en el suelo, en cuanto las columnas de meteos que están en el aire toquen el borde inferior de la pantalla, los tres meteos rojos se unirán provocando la segunda llamarada más potente y con más columnas.

Si vamos realizando correctamente estos movimientos, y se van añadiendo más y más meteos a las columnas, habrá que provocar segundas igniciones, y terceras, y cuartas, y quintas… hasta en los niveles superiores en los que si queremos seguir jugando haremos hasta 20 o 30 encadenadas, manteniendo todos los meteos en el aire sin que toquen el suelo. La curva de aprendizaje es excelente, apta para todos los públicos y que nuestra propia habilidad irá incrementando la dificultad de los niveles aprendiendo todos los movimientos, agilizando nuestra agudeza visual y superándonos por momentos. Lanzar al aire más y más meteos tiene su objetivo, pues como os dije antes, cada meteo de un color tiene un elemento asignado: tierra, agua, fuego, acero…

Cada meteo que lancemos de cada elemento se contabilizará para luego canjearlo por jugosos premios, léase nuevos planetas, objetos para molestar al contrario, elementos especiales muy difíciles de conseguir o acceder a toda la banda sonora del juego. Tardaremos muchas (muchísimas horas) para sacar el 100% del juego, y os aseguro que realmente tendréis ganas de hacerlo, pues se nos pedirán grandes cantidades de meteos de los doce tipos disponibles, y como os decía antes, en cada planeta sólo hay 5 tipos a la vez, por lo que habrá que jugar en todos los planetas distintos para combinar los 12 elementos de forma equilibrada. No todos los 32 planetas se consiguen fusionando distintos elementos. Algunos de ellos se desbloquearán su jugamos durante un número de horas determinada o si encendemos la consola más de 100 veces por ejemplo, pues la tarjeta de Meteos registra absolutamente todo.

Los modos de juego son muchos y muy diversos. El básico es el Simple Mode, en el que se nos permite configurar todos los parámetros: primero si queremos que el reto sea por tiempo o por victorias, el nivel de dificultad y el planeta con el que competimos. Si jugamos solos nuestro único objetivo es conseguir meteos, pero podemos jugar contra 3 bots controlados por el juego, elegir su nivel, el planeta con el que compiten, e incluso hacer equipos. Hasta que no seáis capaces de eliminar a los 3 bots en un mismo equipo contra ti solo, en modo difícil y con los enemigos al máximo, no podréis decir que sois unos verdaderos maestros de Meteos.

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Otro modo muy interesante es el Star Trip, en el que avanzamos por varios planetas uno tras otro hasta luchar contra el propio planeta Meteos y si lo derrocamos, conoceremos uno de muchos finales disponibles, y se nos recompensará con algún que otro regalo. Podemos hacer esta 'ruta espacial' de forma lineal, eligiendo varias rutas o mediante objetivos, que además de derrotar al rival, tendremos que cumplir un requisito para seguir avanzando, como acabar con él antes de que acabe el tiempo, lanzar 30 meteos de tipo agua o dejar la pantalla limpia de meteos con una ignición a gran escala.

El modo Deluge es un modo pensado para el onanismo, para superar nuestra propia puntuación en cada uno de los 32 planetas o retar a algún amigo (ingenuo) para que intente superarnos. Por último, el modo Time War son retos puntuales para ver cuantos meteos somos capaces de lanzar en 2 ó 5 minutos, o por el contrario, cuanto tardamos en lanzar 100 o 1000 meteos. Realmente entretenido. Basta con probarlo apenas llevemos media hora jugando a Meteos, y rejugarlos una vez tengamos muchas horas a nuestras espaldas. La diferencia de puntuaciones es abismal.

No podemos olvidar que se trata de un género que no gusta a todos, que puede resultar falto de carisma y profundidad, tampoco encontramos un personaje con el que identificarnos y si la monotonía llega, pasará a acumular polvo rápidamente a la estantería. Pero olvidad vuestros prejuicios contra este tipo de juegos, y creed que el mejor juego de DS hasta la fecha sea un puzzle. Meteos te reta constantemente a demostrarte que puedes superar tus propios límites. Puntuaciones de pocos miles al principio se convertirán con entrenamiento y experiencia en el millón. Una compra casi obligada a partir del 23 de Septiembre, y que no os defraudará.

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