Devilish: Ball Bounder

Desde hace ya unos años, los remakes de juegos clásicos se han convertido en una recurrente alternativa para nutrir el catálogo de las nuevas consolas. En especial Gameboy Advance, con la aparición de línea 'Classic' de Nintendo, ha recibido numerosas conversiones de varios títulos, algunos tan míticos como Donkey Kong o Super Mario Bros. Con el lanzamiento de su nueva portátil, Nintendo no parece dispuesta a renunciar a este filón.
 
Ya sea Super Mario 64, Final Fantasy o Metal Gear Solid... los remakes no suelen agradar a todos los jugones, pero siempre y cuando se respete la aparición de nuevos títulos, suelen ser una oportunidad excelente para que nuevas generaciones disfruten de algunos gloriosos títulos, que no pudieron jugar en su plataforma original. El problema viene cuando se hace un remake de un juego que ni siquiera en su época resultó excesivamente popular, o del que nadie a priori esperaba ninguna conversión.

Como dos gotas de agua
Es el caso de Devilish, una especie de clon de Arkanoid, que se estrenó en los tiempos de Sega Mega Drive y Game Gear. Ya por aquel entonces pasó bastante desapercibido, así que más de uno se preguntaba por qué la desarrolladora Star Fish quiere intentarlo de nuevo en otra generación.

Arkanoid x 2
Devilish es ni más ni menos lo que parece a simple vista, una especie de versión revolucionada del mítico Arkanoid. La misión del jugador es la de acompañar a una pelota a través de los diferentes niveles, haciéndola rebotar contra la pequeña pala situada en la parte inferior, y que controlamos directamente con la cruceta.

Érase una vez...
Decir que el repertorio de sprites de Devilish resulta anticuado para la época en la que estamos, y para la consola en la que se reestrena, sería casi echarle un piropo. Al margen de algunas ilustraciones que ayudarán a relatar la discreta historia del título, el resto del apartado gráfico resulta ser al 99% un port directo de la versión de hace 13 años.

El 1% revisado se limita a algunos sprites en concreto, como el de los jefes finales (5 en total), pero resulta claramente insuficiente (a no ser que el objetivo fuese conservar ese aire retro, claro). Además de esto, el diseño de niveles y escenarios peca de repetitivo, y el único aspecto novedoso con respecto al original, el uso de las dos pantallas, parece acarrear ciertos problemas en lo que se refiere a la sincronización entre ambas.

Conclusión
Si los remakes no suelen gozar de demasiada buena aceptación, cuánto más en un caso como este, cuando el título original apenas es recordado por nadie. El uso del stylus podría haber remediado este aspecto, dando un nuevo e interesante aire a la conversión, pero incomprensiblemente no ha sido así. Parece que el desarrollo del juego ha sido a contrarreloj, y así lo corroboran ciertas quejas sobre la versión japonesa del título, que hablan de bugs, de cuelgues casuales...

En resumen, una idea que en un principio podría ser hasta interesante, totalmente desaprovechada, y una conversión que, visto lo visto, parece haber sido desarrollada totalmente 'a calzador'. Se acerca una versión occidental del título, y todo parece indicar que no aliviará los defectos con los que cuenta la versión japonesa. De ser finalmente así, Devilish parece destinado a coger polvo en cualquier estantería, ocupando un hueco que bien podría ser cubierto por cualquiera de los muchos grandes títulos que, a diferencia de éste, nunca salen de Japón.