Uno de los títulos más originales de GameCube nos mete en la piel (o carcasa) de un robot de 10 cm. Todo lo hasta ahora insignificante supone un reto esquivarlo. Bandai y Nintendo se unen en este "minúsculo" pero excelente título. ¡Bienvenido al mundo de Chibi-Robo!
Uno de los títulos más originales de GameCube nos mete en la piel (o carcasa) de un robot de 10 cm. Todo lo hasta ahora insignificante supone un reto esquivarlo. Bandai y Nintendo se unen en este "minúsculo" pero excelente título. ¡Bienvenido al mundo de Chibi-Robo!
A veces el empeño por conseguir juegos que se salgan de los cánones más o menos establecidos da a lugar a rarezas que ya sólo por peculiaridad son dignos de mención, y si además rezuman calidad, diversión y jugabilidad por los cuatro costados, son merecedores de toda nuestra atención pese a que la posibilidad de verlos en Europa sea limitada.
Chibi Robo (GameCube)
Ese es el caso de Chibi-Robo, uno de esos extraños juegos que pese a no exprimir la capacidad gráfica de la consola, consiguen hacernos centro de atención por otras cualidades. Casos como Viewtiful Joe o Killer 7 son claras muestras de no llevar el hardware a extremos como un Resident Evil 4. Esta característica suele venir acompañada de un sentimiento extremo de amor-odio. O el juego te parece muy poco atractivo, o por el contrario se le considera un 'must-have' que nadie debe pasar por alto.
Chibi Robo (GameCube)
Chibi Robo (GameCube)
Pero no sólo los miembros de la familia nos mandarán objetivos, pues cuando todo se vuelve de noche (el juego va mucho más rápido que en tiempo real, pero tiene ciclos día-noche), muchos objetos cobran vida y aparecen de lugares de lo más insospechados. Así, cambian los objetivos, y son nuevos retos los que nos propone el juego. Al final de cada uno de ellos deberemos alcanzar un determinado enchufe para que la historia continúe y dé paso a nuevos acontecimientos con sus consecuentes problemas que tendremos que resolver.
Chibi Robo (GameCube)
Chibi Robo (GameCube)
Chibi Robo (GameCube)
Evidentemente, no es la primera vez que vemos limitados nuestros movimientos, y esto recuerda entre otros a Super Mario Sunshine y la máquina de agua que había que recargar, pero aplicado al extremo de que el juego se acaba si nuestra batería llega a cero, añade una dosis estratégica al género de las plataformas. Un claro ejemplo. Tenemos que llegar de un extremo a otro de la habitación, pero no tenemos autonomía para cruzar por el centro tan panchos, así que habrá que rodear por paredes, estanterías, muebles, ratoneras, lámparas siempre sin perder de vista una fuente de alimentación que nos permita continuar nuestra hazaña.
Chibi Robo (GameCube)
Chibi Robo (GameCube)
Chibi-Robo puede cambiar de aspecto dependiendo las misiones que tengamos que cumplir, y con cada cambio disponemos de nuevas habilidades solamente posibles con esa apariencia. Por supuesto, la evolución del personaje es notable durante todo el juego. La casa está muy bien estructurada y pese a no cambiar de localización en todo el juego, disfrutaremos durante muchas horas de juego viendo todos los nuevos caminos que se nos abren a nuestros ojos.
Chibi Robo (GameCube)
Chibi Robo (GameCube)
Chibi Robo (GameCube)
Títulos como Alien Hominid, desarrollado en exclusiva para GameCube, tuvo tanta repercusión que se convirtió para PlayStation 2 y Xbox. Curiosamente, son éstas dos versiones y no la de GameCube la que podemos comprar en versión PAL España. Que un juego tan poco convencional como Viewtiful Joe acabó tentado por el mercado de PlayStation 2 y con una secuela, mientras que Killer 7 ha sido retrasado en Europa supuestamente para traducirlo, y finalmente llegará hasta con los textos en inglés. El futuro de Chibi-Robo está en el aire, y esperemos que uno de los mejores títulos que veremos en este fin de ciclo vital de GameCube, y si tenéis la posibilidad de importarlo, no dudéis en hacerlo. Unos menús muy sencillos y cualquier guía-toturial que encontréis en Internet es más que suficiente para disfrutar de esta obra que no debería quedar a nadie en el tintero.
Uno de los títulos más originales de GameCube nos mete en la piel (o carcasa) de un robot de 10 cm. Todo lo hasta ahora insignificante supone un reto esquivarlo. ¡Bienvenido al mundo de Chibi-Robo!