In-justicia infinita...

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Tu nombre es Cole Justice, y eres un tío duro. Investigas a Hydra, una asociación del gobierno que ha decidido volverse malvadísima y fabricar armas de destrucción masiva para venderlas a los terroristas. Es bastante absurdo que una organización dentro del propio gobierno de los Estados Unidos se dedique a actuar contra su propio país sin que este se percate, más cuando Hydra de alguna manera ha logrado desviar todos los fondos a subvencionar laboratorios secretos a espaldas del gobierno. Naturalmente, ante la que sería quizá una de las crisis internas más importantes de la historia de los Estados Unidos, el gobierno decide tomar la decisión más racional e inteligente que se puede tomar: darle una pistolita con silenciador a un tipo de apellido pseudosolemne y esperar que este salve al mundo de una catástrofe.

Conspiracy: Weapons of Mass Destruction es un shooter en el sentido más estricto, que es lo mismo que decir que no aporta nada que no se haya visto antes y se resume a avanzar y disparar. Como el señor Justice, representarás a un guerrero armado con un lamentablemente escaso repertorio, cuya misión es monitorizada por radio por la descarada Cara, que es la única compañía de Cole durante la aventura, si no contamos a la decrépita y fría Señora Monotonía, cuya presencia será latente a través de los insípidos escenarios.

Los objetivos del nivel, que se nos ofrecerán al inicio de cada misión, no son tampoco capaces de variar en exceso el desarrollo, y su inclusión es comprensible a nivel argumental, porque a nivel jugable no suelen ser más interesantes que ir de un punto a otro mientras nos enfrentamos a los enemigos y trampas que pueblan el camino, aunque en ocasiones podremos incluso interactuar con otros personajes, cosa que es un consuelo dado el general aliento soporífero del juego.

El mediocre diseño de la mayoría de los niveles nos ayudará a bostezar y sentir un agradable sueñecito, que tampoco será aliviado por la jugabilidad. Los controles de Conspiracy: Weapons of Mass Destruction siguen los esquemas de todos los shooters aparecidos últimamente, es decir, sistemas más afines al uso del mouse que al del mando de consola. El control no es exactamente preciso, y en ocasiones nos va a costar bastante acertarle a los enemigos mientras estos se mueven o hay demasiados de ellos. Contra esto ayuda frecuentemente el uso de granadas, que misteriosamente estallarán al impactar contra el enemigo, algo no muy realista, si bien cabe reconocer que la idea es un soplo de aire fresco a un esquema de juego disecado y arcaico: la pena es que no haya demasiadas granadas por el escenario.