Kirby Canvas Curse, Impresiones

Aunque suene cursi, dibujar arcoiris en el aire es el reto que nos propone nuestra rechoncho personaje. Si hay alguien capacitado para explotar al máximo las características únicas de Nintendo DS, ése es Kirby.

Ser una bola rosa nunca ha debido de resultar fácil, y más cuando desde pequeño se tiene la costumbre de aspirar a la gente por la calle y quedarse con sus poderes. Siempre hemos visto a Kirby como un bicho raro, y para colmo esta vez viene sin extremidades, y para poder controlarlo necesitamos dibujarle un camino de colores ¡y no parar de tocarlo! Este es el resultado tras nuestra toma de contacto con Kirby Canvas Curse.

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Para todos aquellos que hayan probado el reciente Yoshi's Touch&Go, en concreto me refiero a la parte en la que Mario va a lomos de Yoshi, pueden entender la base de Canvas Curse: tener que trazar el camino a seguir, actuar con el stylus sobre el enemigo y evitar en todo momento posibles ataques. El gran problema de éste es que no existe más que una única fase, con muy pocas variaciones, de una duración muy limitada y que agota la fórmula tras pocas partidas. Un gran título, pero excesivamente repetitivo.

Pero también todo aquel que haya podido hacerse con una versión japonesa, o como es el caso americana, de Kirby Canvas Curse, estará de acuerdo conmigo en que ha habido una evolución (necesaria) en todo y cada uno de los aspectos. ¿Sabéis esa sensación de estar jugando a un título, que sabéis que es un buen juego, pero de repente os dais cuenta de que estáis ante algo completamente excepcional? Pues pocos minutos con Kirby bastan para entender por qué Nintendo decidió saltar a la pantalla táctil con la DS.

Este es el gran secreto de Kirby. No disponer de extremidades para movernos ni armas para atacar nos tiene pegados a la pantalla todo lo que dura cada fase. Un mapa en la pantalla superior nos informa en todo momento de dónde se encuentra la salida, puesto que los niveles están perfectamente diseñados para volvernos locos. Pese a ser en dos dimensiones, la verticalidad de todos los escenarios (siempre con el mapa superior como referencia) permite movernos con plena libertad para alcanzar la salida.

Trazando con el stylus el camino a seguir, y siempre que la física lo permita, Kirby seguirá lo que dibujemos. Para acelerarlo basta dibujar un loop y salga disparado, o frenarlo dibujando una línea vertical, pero al mismo tiempo estar atento a dónde acaba la línea, y calcular dónde cae nuestra pequeña bola rosa, y anticiparnos para no caer a vacío, sobre un enemigo o sobre unos pinchos o cualquier otro objeto que pueda causarnos daño. La gravedad está presente en todo momento, y también el Principio de Arquímedes, pues encontramos fases acuáticas en las que obligar a Kirby a descender dibujando por encima de su cabeza.

Además de dibujar, habrá que prestar atención a los enemigos, noqueándolos con el stylus para que Kirby pueda acabar con ellos o rodeándolos si no podemos destruirlos. Recibiremos ataques por todos lados y trazar líneas arcoiris nos protegerán. Y para más inri, podemos obtener ciertos poderes especiales, y volvernos eléctricos, lanzar ráfagas de fuego o hincharnos para ascender a mayor velocidad, y otros extras a desbloquear a lo largo del juego.

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Dibujar, hacer giros de 360º, golpear a los enemigos, o al propio Kirby para que haga un pequeño sprint, protegernos de los ataques, calcular la parábola para no caer donde no debemos, obtener poderes especiales y todo ello sin acabar con estrabismo ocular a lo largo de ocho mundos (enemigo final incluido), con tres niveles cada uno, ocho mundos completamente dispares con escenarios muy bien recreados y coloridos.

Kirby Canvas Curse hace uso de todos los aspectos únicos de Nintendo DS, dejando de lado el WiFi y un posible modo cooperativo que se antoja realmente divertido. Pero estamos ante lo que a mi juicio es el primer imprescindible de Nintendo DS: completamente original, resulta imposible imaginarlo en otra consola que no sea ésta, muy variado, largo, rejugable y que transmite a la perfección esa intensidad que aumenta exponencialmente la diversión.

Tras su lanzamiento en Estados Unidos, todavía debemos esperar un par de meses hasta poder disfrutarlo en el viejo continente. Kirby fue concebido en una portátil, y se nota que es realmente donde se siente cómodo. Como decía al principio de estas impresiones, '¿Sabéis esa sensación de estar jugando a un título, que sabéis que es un buen juego, pero de repente os dais cuenta de que estáis ante algo completamente excepcional?'

Pues eso…

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