Fire Emblem: Path of Radiance
Después de muchos años y un recuerdo inolvidable para los usuarios de Super Famicom que pudieron disfrutarlo, Fire Emblem vuelve a una consola doméstica de Nintendo de manos del siempre brillante estudio Intelligent Systems.
Fire Emblem vuelve finalmente a las consolas domésticas después de haber pasado unos cuantos años desde su última aparición en Super Nintendo. Al igual que otros muchos nombres populares de Nintendo (Earthbound, Nintendo Wars), Nintendo 64 no albergó versión alguna de esta saga y a su popularidad global tampoco ayudó el hecho de que nunca había salido fuera de Japón. ¿Por qué unos juegos de calidad provenientes de una compañía pudiente como Nintendo no aparecieron fuera del país del sol naciente? pues la verdad es que no se sabe, pero siempre se ha sospechado que esto responde a la naturaleza distinta de la saga con respecto a la línea tradicional de la compañía de Kyoto.
Ahora la saga goza de una renovada popularidad después de Intelligent Systems la rescatara para los aficionados de Game Boy Advance, aprovechando su cercanía técnica con Super Nintendo. La gran novedad de esto fue que por primera vez se llevó la saga al mercado estadounidense y posteriormente al europeo, dando así la oportunidad a todos de jugar a un excelente juego de estrategia por turnos, que además destaca por sus aspectos narrativos y la fuerza de sus personajes.
La saga se desarrolla en un mundo fantástico-medieval de magia y espada dividido en reinos que nacen y mueren. Las guerras se suceden muchas veces y no faltan amenazas desde otros planos de existencia, malvados hechiceros ávidos de poder o reyes que ambicionan más de lo que ya tienen. Fire Emblem siempre ha destacado por ser capaz de poner en escena una impecable historia sustentada en unos personajes que desde el primero hasta el último, juegan un papel vital y se hacen importantes para el jugador. De hecho, este es uno de los pocos juegos de estrategia en donde "morir" tiene consecuencias. En muchos juegos de estrategia, si pierdes a un personaje importante no puedes continuar la partida y debes comenzar obligatoriamente desde donde guardaste. Pero aquí, al margen de un par de personajes especialmente importantes, cualquiera de tus compañeros puede morir y no hay problema para seguir con la partida.
Sí, puedes seguir, no pasa nada ¿qué importa? no vas a repetir una misión que te has tirado horas para completar porque al final muriera una de tus unidades al final. Uno de los grandes males que los juegos de estrategia han heredado del ajedrez es el desdén por tus piezas, todo es sacrificable en pos de la victoria. Pero ¿qué pasa cuando sabes que el peón tiene una familia que le espera? ¿o que el caballo tiene a una persona amada que depende de él para salvar su vida?.
Fire Emblem hace un gran trabajo primero en exponerte lo suficiente a todos los personajes como para que te preocupes de ellos y luego en hacerte ver las consecuencias de tus decisiones. No es lo mismo empezar de nuevo porque el juego te obligue ante la muerte de un personaje secundario, que empezar la misión de nuevo voluntariamente porque no quieras llevar el "peso" de esa muerte encima y muchos veteranos de esta saga pueden atestiguar que este sentimiento es muy común.
Por supuesto, esta gran cualidad está presente en Fire Emblem: Path of Radiance, la nueva versión para GameCube desarrollada por sus responsables de toda la vida, Intelligent Systems, que ahora se atreven con la consola "grande" despues de haber creado escuela en GBA con sus Fire Emblem y Advance Wars. El resultado, visto lo visto, parece realmente bueno.
La historia empieza fiel al tono de la saga, la tierra de Tellius está siendo conquistada y arrasada por el imperio Daein. Tú controlas a una banda de rebeldes que se opone a esa conquista, por lo que a medida que se desarrolla la historia se van uniendo distintos personajes a tu causa. Hay que hacer especial hincapié en que todas y cada una de tus unidades que puedes desplegar son personajes únicos con una personalidad marcada y su propia historia. Tus decisiones entorno a ellos o, claro está, su muerte tienen consecuencias mayores o menores en la historia, pero que siempre intentarán llegarte sentimentalmente.
El sistema de juego es muy similar al de cualquier otro Fire Emblem, con un escenario dividido en casillas por las que puedes mover a tus unidades y desplegar tus dotes tácticas. Pese a la fama que tienen los juegos de estrategia por turnos, Path of Radiance es un juego muy rápido. Incluso las escenas de combate entre unidades son generalmente muy rápidas.
Todo es muy agil, no hay interminables opciones durante cada turno, pero eso no significa que no haya complejidad. Por un lado debes de tener en cuenta el terreno desde donde atacas o te defiendes, ya que puede alterar los resultados del turno. También debes comprobar los puntos fuertes y débiles de cada unidad a la hora de encarar a según que tipos de oponentes. Otras consideraciones van destinadas al arma con el que cada personaje ataca cada turno, ya que cada personaje puede utilizar varios tipos de armas en cada ataque, teniendo siempre en cuenta que su uso es limitado y su idoneidad en cada circunstancia es variable.
Técnicamente se hace patente uno de los pocos puntos débiles de Intelligent Systems: su pobre capacidad para realizar juegos gráficamente complejos. Son absolutamente brillantes a la hora de crear misiones, imprimir una excelente jugabilidad y, en general, todo lo que se refiere al diseño y dirección. El problema es que se echa en falta una mayor capacidad para impactar a los ojos del jugador. Está claro que a la hora de hacer gráficos para GBA no se les puede pedir más y el resultado es más que notable dadas las especificaciones de la máquina, pero para una consola con el potencial de GameCube, los gráficos de Path of Radiance se quedan en "apropiados", sin más.
La historia se desarrolla fundamentalmente con texto y muchos diálogos entre los personajes, apoyados por unas fantásticas ilustraciones que es otra de las "marcas de la casa" de esta saga. La pena es que sólo haya una ilustración fija para cada personaje, por lo no se reflejan los diferentes estado de animo de los personajes en cada momento, algo muy típico en los RPGs japoneses pero que aquí se echa en falta. Además del considerable texto, se han introducido algunos fragmentos de vídeo que quedan realmente bien, aunque se echan en falta más.
Hay mucho cosas más que decir de este gran título de estrategia, pero una de las que produce más alegría es saber que, salvo desastre de última hora, este título vendrá a España, por lo que los poseedores de una GameCube podrán disfrutar por primera vez de un Fire Emblem en televisión sin recurrir a la importación (y sin conatr el GB Player claro). Si has disfrutado de juegos como Advance Wars o el propio Fire Emblem en GBA, hay muchos motivos por lo que esperar a este Path of Radiance.
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