The Elder Scrolls IV: Oblivion
Oblivion lleva la pesada pero honrosa carga de ser la secuela de un juego tan querido y admirado para muchos como Morrowind. Pero parece que Bethesda estará a la altura de las circunstancias. Y será, si no cambia mucho la cosa, el primer RPG para Xbox 360.
Oblivion lleva la pesada pero honrosa carga de ser la secuela de un juego tan querido y admirado para muchos como Morrowind. Pero parece que Bethesda estará a la altura de las circunstancias.
Cuando apareció Morrowind, la saga Elder Scrolls no era más que un mero recuerdo para unos aficionados al rol que habían quedado huérfanos de juegos de rol clásicos, hechos a la antigua usanza. Afortunadamente había rol de enorme calidad gracias a la irrupción de Bioware o Black Isle, pero se echaban en falta aquellos juegos con visión en primera persona que te proponían un mundo en el que contabas con total libertad de acción y movimiento. Observando por ejemplo a Baldur's Gate, éste tenía otras muchas virtudes, pero su historia, por otro lado una de sus grandes cualidades, estaba mucho más presente en el devenir del juego, que incluso se desarrollaba por capítulos. De este modo, a pesar de la libertad de movimiento y de acción que pudieras tener en la obra de Bioware, nunca te sentías con plena libertad para elegir tu camino, que ya estaba fijado de antemano.
La idea de los juegos de rol expansivos e "ilimitados" viene de muy lejos. Juegos como los primeros Might & Magic se caracterizaron por esto. El secreto era crear una historia más bien borrosa, sin ofrecerte grandes objetivos desde el principio u ofrecerte un objetivo muy vago. Poco a poco, a medida que ibas completando tareas que ibas asumiendo te acercabas más y más a lo que se podría llamar un objetivo final, pero el juego no te apremiaba a que lo "terminases", todo lo contrario, terminarlo podía significar dejarte innumerables opciones por explorar. Buena parte de ese espíritu lo han heredado los MMRPG actuales, que comparten ese gusto por la exploración y la carencia de grandes objetivos concretos.
Daggerfall, el predecesor de Morrowind, había sido de esta clase de juegos, rol a la antigua usanza, desagradecido, laborioso pero lleno de satisfacciones para los que se tomaran la paciencia de adentrarse en él. Elder Scrolls: Morrowind constituyó toda una sorpresa que pilló desprevenida a mucha gente, hacía seis años desde Daggerfall y el género, tal y como lo estaba planteando por Bethesda, hacía tiempo que se consideraba "muerto".
Pero el juego triunfó y maravilló a no pocos aficionados y eso es porque en Morrowind confluyeron una serie de hechos que seguramente ayudaron a su popularización. Por un lado, su aspecto gráfico era muy impresionante para la época, aprovechando nuevas tecnologías gráficas que estaban naciendo para mejorar en gran medida su presentación visual. Por otro lado, hacía tiempo que no aparecía un juego como Morrowind, por lo que llamó inmediatamente la atención de los roleros. Por último, pero no menos importante, aunque hacía muchos años que los juegos de rol ofrecían libertad en su desarrollo, sin duda el enorme éxito de GTA 3 en el 2001 había puesto de moda esta forma de juego, lo que ayudó a presentar a Morrowind como el "GTA" de los juegos de rol.
Ahora, después de un largo proceso de desarrollo, Bethesda ultima Oblivion, la nueva entrega de Elder Scrolls. El proceso de desarrollo debe de ser forzosamente largo, teniendo en cuenta las dimensiones de la obra. Si piensas que Morrowind ya es de por sí un mundo realmente grande, en Oblivion encontrarás una superficie de juego tres veces superior a la de Morrowind y sus dos expansiones, una pequeño atisbo de las bondades de este título. Pero no sólo de ser más grande y tener mejores gráficos puede vivir una secuela como esta, dadas las características del juego y la infinidad de detalles y aspectos potencialmente mejorables, Oblivion debía pasar por un trabajoso proceso de refinamiento y ampliación de sus posibilidades.
Nuevamente, Bethesda ha elegido lo que parece un buen momento para lanzar su obra más emblemática. Oblivion llega en un punto de inflexión tecnológico, en el vertiente de la "nueva generación" y de hecho ya se ha convertido en todo un representante de lo que está por venir desde el punto de vista gráfico. En el momento que aparecieron las primeras imágenes de Oblivion ya habían aparecido metrajes y capturas de otros juegos que se presentaban como "juegos de nueva generación", pero cuando entró en escena el título de Bethesda no fueron pocos lo que exclamaron "esto sí que es la nueva generación".
Pero el aspecto gráfico es sólo una parte de lo que debería implicar un juego de nueva generación y en Bethesda lo saben, es por ello que crearon un nuevo engine expresamente para este título y le fueron sumando características que por otro lado van a estar muy presentes a lo largo de los próximos años. Una de estas características es la física, que hará que los objetos y los cuerpos se comporten de una forma realista. En Oblivion todos los objetos pueden moverse y ser lanzados si se tiene la suficiente fuerza. Puedes coger una jarra, o un libro cualquiera y lanzarlo para ver como rebota por el suelo o las paredes. También podrás ver como puedes manipular objetos móviles como cadenas y todo tipo de utensilios, que se comportarán de una forma creíble, aunque mucho más divertido es ver como tus flechas impactan en el cuerpo de un goblin y su cuerpo reacciona ante la fuerza del impacto. Las implicaciones en la jugabilidad no parecen excesivas, pero el mundo gana en inmersión lo que es algo fundamental para este tipo de juegos.
Fiel al estilo de la saga, el principio es bastante desconcertante y te arroja casi desnudo a un enorme mundo que está claro que no gira sobre tí. Atrapado en una cárcel en medio de ninguna parte, la casualidad o el destino quiere que tu camino se cruce con el del emperador Uriel Septim VII, que ya conocerás si jugaste a Morrowind. El emperador está escapando junto a sus guardias de una amenaza que se cierne sobre él y resulta que tu celda tiene un pasadizo secreto por el que el emperador debe de salir, así que después de una breve charla obtienes tu libertad, justo para ver como asesinan al anciano Uriel.
Las consecuencias del asesinato no se hacen esperar, el emperador de Tamriel no es sólo un puesto, sino que es la única garantía de que las puertas de Oblivion, el infierno en este mundo, permanezcan cerradas. Con la muerte del último superviviente de la dinastía, los demonios pueden campar a sus anchas por Tamriel, por lo que no tardarán en someter a todos los seres vivos del reino. La única esperanza reside encontrar a un supuesto hijo perdido de Uriel, un sucesor a la corona, pero nadie sabe su paradero. También como es propio de la saga, nadie te encomienda que vayas en la búsqueda del citado hijo ni tienes por qué hacerlo, eso será información que irás recabando con el tiempo y que en un momento dado te puede permitir intervenir en la gran escena de las cosas, pero si quieres dedicarte a tus propios asuntos y olvidarte del hijo del emperador, no hay gran problema.
Crear una historia capaz de retroalimentarse por sí sola como pasaba en Morrowind no es fácil,. necesitas muchos alicientes para estar vagando por un gigantesco mundo sin tener una idea muy clara de que es lo que tienes hacer. Oblivion trae consigo sus propias armas para lograr este objetivo. Una de sus principales características es la inteligencia artificial de los NPCs, lo que Bethesda ha llamado I.A Radial. Todos los personajes del juego carecen de un "script", es decir, no hacen las cosas porque les ha sido establecidas, sino que tienen unos conocimientos, modo de ser y necesidades propias, por lo que durante la partida se dedican a moverse entre esas necesidades y a reaccionar frente a otros seres, lo que te incluye a tí.
De este modo, los NPCs se comportan de una forma que no puede más que catalogarse de realista. Los que atienden tiendas irán a abrirlas a sus horas, pero no esperes verles vagando por las calles sin nada que hacer, ya que hablarán con otros NPCs, irán a comprar sus cosas, comerán, beberán, practicarán sus habilidades, todo sin obedecer un orden estricto... el objetivo es crear un mundo inmersivo que te lo puedas creer y lo cierto es que por lo poco que se ha visto, esta nueva I.A parece realmente prometedora y un enorme salto cualitativo con respecto al pasado.
Es más, el hecho de que esa I.A se traslade a las relaciones de los NPCs permite que la interacción con ellos sea enormemente rica y un gran entretenimiento por sí solo. Usando la diplomacia, tu sentido del humor o tu carisma, podrás mejorar tus relaciones con cualquier NPC y acceder a objetos e información adicionales, además de permitirte pasar más tiempo con él y formar parte de su vida. No es exagerado decir que por lo visto hasta ahora, recuerda un poco a una especie de Sims medieval, sólo que perfectamente integrado con el desarrollo de la aventura.
El sistema de interrogatorio de Morrowind ha pasado a mejor vida, Oblivion es una evolución en este sentido. El mecanismo es muy parecido, la nueva información que consigas a través de las conversaciones o de lo que escuches te servirá para crear tu lista de objetivos. Puedes interrogar a los NPCs pero las conversaciones fluyen de una manera mucho más natural gracias a un nuevo sistema de conversación. Por si fuera poco, todos los diálogos del juego están grabados por actores, lo que forma un total de 50 horas de voces, un trabajo de chinos que creará un ambiente fantástico si se ha hecho bien.
Lo aquí mencionado es sólo una parte de lo que Oblivion trae consigo. La demostración que hizo Bethesda en el E3 fue una de las más memorables gracias a las presentaciones de cada una de las características del juego, que revelaron ser bastante impresionantes. Claro que en el juego final las cosas pueden ser distintas, pero lo que se mostró ya tenía un aspecto muy acabado, lo que hace albergar esperanzas de que los grandes toques que se vieron en esa demostración cristalicen en un juego tan superlativo como lo fue Morrowind en su momento.
