Un viaje bestial

Empieza el verano, y con él, llegan los estrenos taquilleros para todos los públicos. Una de las apuestas más interesantes para este verano en la gran pantalla es Madagascar, una nueva y divertida aventura de Dreamworks, de nuevo con animación por ordenador. Una película bastante típica, con moraleja, pero que no obstante resulta muy entretenida, con grandes momentos.

Como empieza a ser costumbre, aunque ya casi parece una obligación, ante una película de estas características, no tardarían en ver la luz las adaptaciones jugables de rigor. Hablamos, en esta ocasión, de Madagascar para Nintendo DS, un juego de plataformas que, pese a aprovechar el tirón de la película, no deja atrás esa sensación de ser un juego de Game Boy Advance reconvertido levemente.

El juego seguirá el viaje de los personajes a lo largo de su aventura, recorriendo los paisajes de la película. Estas situaciones serán ilustradas con fotogramas de la misma, y alguna pequeña animación de la misma en la introducción. Como suele ser habitual, estas escenas se acompañan de cuadros de texto que explican la acción, que en DS se sitúan en la pantalla inferior, sin afectar a la imagen de la superior.

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A pesar de que, en momentos, sólo se pueda controlar a un personaje, los escenarios están pensados para utilizar a los cuatro a la vez, de modo que habrá sitios inalcanzables para uno solo. Como ya se dijo, están pensados todos ellos para volver a jugarlos de segundas, utilizando a todos los personajes, con la única finalidad de llegar a recoger todos los items, llegando a desbloquear secretos y extras.

Además, la primera vez que se juega la aventura, los personajes irán aprendiendo, casi constantemente, nuevos movimientos, ataques y habilidades, por lo que da la impresión de que esa primera partida viene a ser una especie de tutorial, y que la verdadera esencia del juego es volver a disfrutar luego de todas las fases con todos los personajes y sus habilidades al completo.

Cada personaje será único y diferenciado de los demás, sobre todo tras conseguir todas las habilidades. El león podrá rugir y dar zarpazos, junto con un doble salto. La jirafa podrá agacharse para camuflarse, y al saltar podrá estornudar y dar un salto más alto. La cebra podrá correr, dar  y agacharse para pasar por sitios estrechos. Para terminar, el hipopótamo será el único que podrá nadar, y al caer sobre los enemigos acabará con ellos gracias a su peso. Cada habilidad será necesaria para llegar a todos los rincones del escenario.

Y es que, dejando a un lado la opción de volver a jugar, en una primera visita, Madagascar se hace excesivamente lineal y corto. Si no se quiere conseguir todas las monedas ocultas, se reduce a avanzar por el escenario, rápidamente, y sin mayores complicaciones, pues los enemigos tampoco suelen suponer un gran problema. Destaca la variedad de las fases, que pueden ofrecer originales variaciones como la de escapar del zoo escondiéndose de los guardias.

También existen unas pocas fases que harán uso de la pantalla táctil, bastante secundaria en este juego. Hacer girar al hipopótamo, golpear tambores o guiar a un pingüino por un bloque de hielo recogiendo peces, serán los momentos estrella de la pantalla de Nintendo DS. El resto del juego, la pantalla táctil se reduce al cambio de personajes, sin mayores opciones. Da la sensación de no ser poco más que un ligero maquillaje para un título pensado para Game Boy Advance.

Según se recogen las monedas, se irán desbloqueando minijuegos, que no dejan de ser pequeñas misiones, ya vistas en el modo aventura, reconvertidas en forma de pequeñas pruebas contrarreloj. A pesar de todo, el juego se hace corto, ya que la opción de volver a recorrer los escenarios con todos los personajes  no resulta del todo satisfactoria, ya que muchos de ellos son tan caóticos y agobiantes que no apetece volverlos a visitar.

En el apartado sonoro, pocas melodías a destacar, muchas de ellas ni siquiera apropiadas para la acción, pero que cumplen su cometido a fin de cuentas, ya que meten en el ambiente de la película. Destacan muy positivamente las voces de los personajes, en su doblaje español. Pese a no ser habituales, sí que se dejan escuchar en diversas ocasiones, dejando una buena impresión.

La jugabilidad es sencilla, y pese a la variedad de personajes y su variedad de habilidades, pocas se utilizarán a menudo más allá de la misión en la que se aprenden. Además, desgraciadamente, el juego se hace bastante lineal y sencillo, demasiado centrado en avanzar rápidamente si no se quieren conseguir todas las monedas ocultas a lo largo de los escenarios.

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