Charlie y la Fábrica de Chocolate
Con motivo de la nueva película de Tim Burton, Charlie y La Fábrica de Chocolate, ya están preparándose las obligadas adaptaciones al videojuego para su lanzamiento a la par con el estreno en las salas de cine.
Charlie y la Fábrica de Chocolate se ha unido a la moda de convertir libros populares para jóvenes en películas (aunque en este caso ya hay una película basada en él). Siguiendo al todopoderoso Harry Potter, editoriales y estudios de cine han visto la oportunidad de convertir clásicos de la literatura infantil en fenómenos mediáticos, con reediciones de los libros, merchandising, publicidad y todos los aderezos ya sobradamente conocidos.
En este caso la película viene con cierto potencial, por un lado porque el dúo Johny Deep y Tim Burton siempre garantiza un trabajo interesante, o al menos original. Y por otro lado porque al contrario de la primera película, esta adaptación será mucho más fiel al libro de Roald Dahl, lo que siempre es una garantía frente a experimentos cinematográficos de dudosa valía. Desgraciadamente, el potencial del juego basado en la película es más discutible, más que nada por el recelo que siempre provocan esta clase de productos.
Para evaluar el potencial del juego, siempre es recomendable fijarse en el estudio que lo desarrolla. En este caso es High Voltage Software... lo que plantea un problema de inicio. Los creadores de Larry: Magna Cum Laude y uno de los juegos más esperpénticos jamás creados (Los blancos no la saben meter, para Jaguar) no son precisamente una garantía. Claro que en esas paradojas que se dan en los estudios de vez en cuando, también hay que decir que son los responsables de Hunter: the Reckoning, un buen juego donde los haya. Así que la duda sigue ahí.
Viendo el propio juego tampoco se puede hacer grandes valoraciones. Es una aventura con elementos de plataformas, acción y puzzles que sigue, más o menos el argumento de la película. Charlie, un pobre niño con una familia que le ignora, encuentra una chocolatina con un ticket dorado, lo que supone una invitación para ir a la conocida fábrica de dulces de Willy Wonka, un lugar peculiar y casi mágico donde pequeños duendes trabajan con extrañas máquinas para crear los dulces que hacen felices a la gente.
Al llegar a la fábrica junto con otros niños, los demás se lanzan en una vorágine de destrucción y glotonería, sin que Willy Wonka o el enigmático "Creador de Dulces", que interpreta Johnny Deep, puedan hacer nada al respecto. Será el bueno de Charlie, armado con chocolatinas especiales que causan todo tipo de efectos y con la ayuda de los trabajadores de la fábrica, los Oommpa-Loompas, el que tendrá que arreglar la fábrica y detener a los demás niños.
La parte de plataformas y acción están claras, tendrás que manejar el personaje por diferentes escenarios de la fábrica, saltando, corriendo y asegurándose que no sufra ningún percance, en lo que se adivina un desarrollo bastante simple fruto de que el juego está destinado a los más pequeños de la casa. La parte de puzzles tampoco parece que sea especialmente complicada, pero le dará un toque de variedad al desarrollo del juego. Para poder arreglar los desperfectos tendrás que usar a los Oompa-Loompas, usando diferentes comandos como "seguidme" o "quietos", que te permitirá controlar a los hombrecillos y poder desenvolverte por el excéntrico escenario.
Como buena película de Tim Burton, el escenario está dotado de cierto toque de fantasía, aunque la ambientación se hace más patente en la película que en el juego, fruto de un excesivo colorido en decorados y personajes. Con todo, los gráficos parecen correctos y conservan en cierto modo ese toque original de la película, además de que incluyen localizaciones que no aparecen en la película, pero sí en los libros.
Charlie y la Fábrica de Chocolate parece el típico juego basado en una película orientada especialmente para niños, pero incluso en esa categoría hay clases y se pueden hacer las cosas mejor o peor. No hay elementos de juicio suficientes para valorar cuál de los casos resultará. El poco pedigrí del estudio y las sospechas obligatorias que acarrea todo título por estar basado en una película juegan en contra, pero a su favor tiene que aspectos como los puzzles y el control de los duendes parecen denotar ambición de hacer algo original. Además se ha asegurado de que el propio Tim Burton está implicado en el proyecto, lo que difícilmente ofrecerá garantías en la jugabilidad, pero que al menos sí garantiza no desentonar con el ambiente y la historia de la película.
Charlie y la Fábrica de Chocolate
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