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Boiling Point: Road to Hell

Boiling Point: Road to Hell

  • PlataformaPC7
  • GéneroAcción
  • DesarrolladorDeep Shadows
  • Lanzamiento01/06/2005
  • TextoEspañol
  • VocesInglés
  • EditorArgos Labs

De cal y de arena

Deep Shadows llamó la atención desde el principio, tal vez por la gran extensión del mapa de su primer juego, o tal vez debido a la inusitada libertad de acción que prometía. El caso es que Boiling Point se convertía, meses antes de su lanzamiento, en pura agua de mayo para muchos aficionados a los juegos en primera persona. Veamos qué tal ha sido el resultado.

El primer proyecto de los ucranianos de Deep Shadows llamó la atención desde el principio; quizá fuese por la vasta extensión del mapa principal donde se desarrollan los hechos, o tal vez debido a la inusitada libertad de acción que prometía su arriesgado planteamiento jugable. El caso es que Boiling Point se convertía, meses antes de su lanzamiento, en pura agua de mayo para muchos aficionados a los juegos en primera persona.

A no ser que últimamente nos hayamos encontrado en paradero desconocido, seguro que tendremos en mente cierta información respecto a lo que nos quieren ofrecer los creadores de Boiling Point. Dicha información nos remite directamente a dos juegos de culto: Deus Ex y GTA. El primero, por su talante de RPG; el segundo, por su planteamiento de misiones no lineales. Y finalmente, los dos juegos atados mediante un factor común: libertad de acción.

Boiling Point: Road to Hell (PC)

Boiling Point cumple con estas expectativas, y de sobra. La apuesta por ofrecer algo diferente es bien recibida, aunque no se haya implementado de la manera más acertada posible. Tenemos multitud de cosas que ver y hacer, ya que la exploración es clave en el desarrollo del juego. Por desgracia, muchas de las cosas que veremos son errores de programación, fruto del prematuro lanzamiento del juego al mercado.

Boiling Point: Road to Hell (PC)

El juego se convierte en la mayor sucesión de contrastes seguidos que recuerdo: puede que te veas inmerso en un fuego cruzado entre facciones, donde puedes aprovechar el sigilo y apoderarte de armas; cuando intentas escapar, tu satisfacción se viene abajo al comprobar que tu coche, simplemente, ha desaparecido. Por cierto, esto se arregla en el primer parche, que ocupa la friolera de 77 megas. Y los que quedan.

Boiling Point: Road to Hell (PC)

Gráficos y sonido

El motor gráfico es uno de los pilares más importantes en el que se basa el juego, ya que su tarea consiste en almacenar desde el principio la práctica totalidad del mapa en la memoria volátil del ordenador. El único apoyo lo presta la memoria virtual creada en el disco duro, para el intercambio de datos. Todo esto conlleva que los requisitos más urgentes que solicita Boiling Point son una buena cantidad de RAM -olvídate de fluidez con menos de 1 Gb- y un disco duro rápido y con espacio libre.

Boiling Point: Road to Hell (PC)

Mi equipo cuenta con 768 de RAM, un Pentium IV a 2500 y una Radeon 9800 Pro. Nada del otro mundo a estas alturas; el juego tira bien en líneas generales a 800x600, una resolución modesta. En los exteriores un poco peor que en interiores, pero se resiente bastante cuando hay tiroteos o varios vehículos en escena. La solución de optar por eliminar las cargas intermedias acaba resintiendo bastante el rendimiento general.

Boiling Point: Road to Hell (PC)

Y hablando propiamente de los gráficos, el juego deja una sensación agridulce. Se agradece tal extensión de juego -250 Km. cuadrados-, donde encontramos multitud de pequeñas ciudades llenas de detalles y conectadas mediante carreteras que cruzan zonas selváticas. Es en la jungla donde mejor luce la parte gráfica, ya que en las zonas urbanas notamos un uso de polígonos mediocre tanto en las estructuras como, sobre todo, en los personajes. Vaya texturas más feas que han escogido los diseñadores. Así es difícil que nos caiga bien alguno de ellos -me refiero a los personajes, claro-.

Bien es verdad que el motor gráfico cuenta con buenos detalles puntuales: bump-mapping en algunas texturas -no demasiadas-, notables efectos de iluminación dinámica -el ciclo día-noche está bien realizado-, reflejos en el agua y un curioso efecto 'bloom' que ayuda a que las horribles texturas no parezcan tan horribles.

Boiling Point: Road to Hell (PC)

Otros aspectos negativos son las animaciones, las cuales elevan el significado de ‘ortopédico' a un nuevo nivel, y la falta de volumen que exhiben muchos de los cuerpos, lo cual conlleva a situaciones inverosímiles -vivan las colisiones de polígonos- cada dos por tres.

Resumiendo, tenemos más cantidad que calidad en este sentido, y como dije antes, es loable la increíble cantidad de localizaciones que podremos visitar en el juego sin una sola carga intermedia.

Boiling Point: Road to Hell (PC)

Respecto al apartado del sonido, me temo que volveréis a notar bastantes ‘bugs' en el juego. Los más molestos son las subidas (y bajadas) de volumen que se producen sin venir a cuento. En una misma conversación escucharéis frases muy altas mientras que de otros diálogos ni os enteraréis. También es posible que el interlocutor se quede ‘mudo' en medio de una conversación.

Por lo demás, los diálogos que sí funcionan suenan bastante bien; los lugareños de Realia utilizarán el típico ‘espanglish', notándose la calidad de los actores de doblaje -el juego viene subtitulado al español-. Los efectos de sonido cumplen con el cometido de estar ahí para acompañar, y la selección de cortes musicales es bastante apropiada, sonando cada cierto tiempo durante el juego. Por cierto, destacar la canción compuesta especialmente para que suene durante la instalación.

Boiling Point: Road to Hell (PC)

Guión

Nos tocará encarnar a un tal Saul Myers, un legionario ya retirado que lleva una vida tranquila y sin sobresaltos, hasta que recibe la noticia de que su hija ha sido capturada en la república sudamericana de Realia mientras hacía su trabajo de periodista.

El señor Myers comenzará entonces una nueva vida en la que se verá rodeado por los distintos clanes que rigen en la isla. Allí impera la ley de la selva -y nunca mejor utilizada la expresión- y tendrá que hacer bastantes amigos para salir airoso de la contienda. Lo malo es que hacer amistades significa crearse enemigos, y para colmo, su mujer le recordará vía teléfono móvil que se ha convertido en todo un 'calzonazos'. Un detalle curioso, por cierto: hace unos meses, el guión del juego decía que Saul se llamaba en realidad Kevin, y que la muchacha raptada era su hermana y no su hija.

Boiling Point: Road to Hell (PC)

Jugabilidad

Saul Myers tiene ante sí un mundo de posibilidades. El objetivo principal es encontrar a la hija secuestrada. Para conseguirlo tenemos una amplia variedad de caminos para escoger. Las principales facciones que habitan en Realia nos ofrecerán una serie de misiones a cambio de dinero. Al ir completándolas nos ganaremos la simpatía de un grupo y el odio de otros; habrá que ser bastante hábil para no ganarnos demasiados enemigos, pues toda ayuda es poca.

Boiling Point: Road to Hell (PC)

Y es que en Realia todo se mueve en base al dinero. Armas, vehículos, alojamiento, drogas… serán esenciales para sobrevivir con éxito, y todo esto tiene su precio. Por ello, aparte de las misiones principales, podremos realizar tareas secundarias como conducir un autobús de pasajeros o transportar paquetes para ganar unos cuantos pesos.

Boiling Point: Road to Hell (PC)

La metodología a seguir para avanzar en el juego es semejante a la de cualquier GTA. La diferencia es que en Boiling Point todo es más complejo y menos directo. Nuestras acciones marcarán el curso de la historia, y conseguir algo cuesta más trabajo. Vamos, que para robar un coche no basta con pulsar un botón, sino que habrá que amenazar al conductor con un par de disparos, y puede que asesinarlo, lo cual bajará nuestra reputación respecto a su facción.

El uso del vehículo se hace imprescindible debido a las largas distancias que tendremos que cubrir. El control de los medios de transporte requiere un poco de práctica, siendo similar al que vimos en 'Operation Flashpoint'.

Boiling Point: Road to Hell (PC)

En lo que respecta a la interfaz de juego, tenemos una visión bastante amplia de la acción, pues los marcadores se reducen a la mínima expresión. Mediante atajos de teclado accedemos a las distintas pantallas de inventario, mapa, perfil y diálogo. El componente de Rol de Boiling Point se hace patente al comprobar la cantidad de parámetros del personaje, lo cual afectará a nuestro manejo de armas y vehículos, así como a la adicción al alcohol o drogas y al estado general de Saul. Será necesario, por tanto, adquirir experiencia para mejorar nuestro personaje.

El componente de aventura es bastante grande, tanto como la república de Realia. Existen multitud de NPCs repartidos por toda la isla, y cada uno de ellos podrá aportarnos algo. Puede que información, quizás armas, formas de ganar dinero o simplemente entablar diálogos que conforman un guión lleno de subtramas.

Boiling Point: Road to Hell (PC)

Las misiones pueden ser resueltas de muchas maneras. Es más, suele ser más divertido el pensar cómo resolver algo que el llevarlo a la práctica. La combinación acción/sigilo funciona una vez más, apoyada por la gran idea de las relaciones con las facciones que mandan en Realia. Lástima que la IA de los enemigos no esté perfeccionada y tengan un comportamiento bastante irregular.

Boiling Point está diseñado para un solo jugador. Que una compañía se centre únicamente en el modo Solo de un juego es complicado de encontrar hoy día, pero el juego de Deep Shadows tiene la gran virtud de ser absolutamente rejugable. Es imposible que veamos todo lo que encierra el juego en la primera partida. Cada vez que jugamos pueden ocurrir cosas totalmente distintas; su libertad de movimientos no es comparable con la de ningún otro juego actual de sus características, y ésta es sin ninguna duda su gran baza.

Boiling Point: Road to Hell (PC)
7

Bueno

Cumple con las expectativas de lo que es un buen juego, tiene calidad y no presenta fallos graves, aunque le faltan elementos que podrían haberlo llevado a cotas más altas. Cómpralo sin miedo.