The Elder Scrolls IV: Oblivion, Impresiones E3
La secuela de Elder Scroll llega como llegó su antecesor, para señalar el camino de lo que es una nueva máquina y sus posibilidades. Claro que en el caso de Oblivion es todavía más determinante porque en este caso marca el camino a seguir en una nueva generación.
Quizás suene un tanto pretencioso, pero Oblivion es una de las demos mostradas en el E3 que mejor representa lo que es, o debería ser, la nueva generación. No tanto por su aspecto gráfico, que es fantástico, sino más bien por una serie de características y posibilidades que realmente se salen de lo que es lo 'habitual' en la todavía presente generación y van en la dirección adecuada para ofrecer una experiencia más completa en tus juegos.
Fiel a la tradición de la saga, comienzas en un calabozo sin tener mucha información al respecto de quién eres o qué debes de ser. Elder Scroll siempre se ha caracterizado por sus comienzos desconcertantes en los que las respuestas vienen poco a poco y de una forma reducida, dejándote siempre con la intriga de saber más, empujándote a buscar la información. Este es el verdadero espíritu de un RPG, motivar a que el jugador a que se busque la vida y haga sus propios descubrimientos mientras va creciendo como personaje.
Uno de los aspectos fundamentales de Oblivion que mejora frente a anteriores ediciones es la interacción con los NPCs, que ahora es más rica y variada que nunca. Se ha implementado un sistema por el que cada habitante tiene una postura hacía ti, que puedes variar mediante tu oratoria y tus acciones. Las expresiones faciales se adaptan a este sistema de comportamiento, así como la forma en la que la I.A de cada personaje te ve según le gustes más o menos. No es que sea nada revolucionario, pero las nuevas posibilidades hacen que este sistema haya ganado en complejidad, por lo que tu experiencia con los NPCs será más satisfactoria.
También cabe destacar que el juego ha experimentado un lavado de cara importante para facilitar la vida a los jugadores, ya que Morrowind dejaba un poco a la mano de Dios algunas cosas que acaban por desorientar al jugador. Se han añadido cosas tan de agradecer como un mejorado sistema de misiones o la posibilidad de viajar automáticamente a cualquier sitio que conozcas previamente, lo que ayudará mucho a aquellos que no tienen paciencia para encontrar el camino a un sitio en cada viaje.
En resumidas cuentas, Oblivion se parece mucho a lo que uno espera de las nuevas máquinas, no sólo unos gráficos más bonitos, sino también un nuevo abanico de posibilidades con los que mejorar la experiencia de tu partida.