Ampliar
En un pase privado y por medio de una entrevista con Michel Ancel, Ubi Soft nos ha permitido ver uno de sus proyectos más ocultos y ambiciosos: el juego basado en la próxima película de Peter Jackson: King Kong. Michel Ancel y Peter Jackson han estado trabajando en estrecha colaboración durante el rodaje, reuniendo a los equipos frecuentemente para asegurarse de que el juego capta el espíritu de la película. Ambos señalan que esta es una de las claves de por qué consideran que tienen un título especial entre manos, muy lejos del típico juego basado en película.
En el metraje que se pudo ver aparece una entrevista con Peter Jackson en la que explica su afición a los videojuegos y de cómo llegó a conocer de la obra de Michel Ancel: a través de su experiencia con Beyond Good & Evil, que le pareció un juego fantástico y a partir del cual empezó a barajar la idea de que su próxima película fuera transportada al mundo del videojuego por este director.
La idea principal del videojuego es la de estar partido en dos partes diferentes pero relacionadas. Por un lado encarnas a Jack, el aventurero humano que encabeza la expedición a la isla de los monstruos y por otro también controlas el verdadero protagonista de la película: King Kong. Como humano, te enfrentas a una posición de extrema debilidad, atrapado en una isla plagada de aborígenes agresivos y de bestias prehistóricas de gran tamaño dispuestas a devorarte. Como King Kong, pasas a tener un papel mucho más agresivo en el entorno del juego, tienes el poder de moverte a tu antojo usando tus potentes extremidades y eres capaz de luchar mano a mano con las criaturas de las que antes huías despavorido.
Ampliar
Si hubiera que quedarse con una sensación del metraje del juego que pudimos ver, quizás 'miedo' sería bastante adecuado. Sin ser un survival horror, el juego que se mostró tenía una ambientación tan potente y unos momentos de tensión tan pronunciados, que no podías sino sentirte intimidado. En una escena, la expedición humana intentaba escapar río abajo de dos especies de tiranosaurios que avanzaban por cada una de las orillas. Era simplemente sobrecogedor ver como desaparecían de la pantalla, para luego encontrarlos un momento más tarde en una posición más cercana a tu barca con las fauces abiertas, dispuestos a devorarte.
Como King Kong, tu papel resulta mucho más ventajoso, pero no por ello más fácil. En una escena apareces avanzando por el escenario, utilizando paredes, rocas, arboles y lo que tengas a mano para avanzar a través de un acantilado. El mono gigante ha sido recreado con mimo y gusto por el detalle, como el resto del escenario, se puede apreciar su pelaje y lleva encima un gran trabajo de animación, tanto en la cara, como en el resto del cuerpo, con unos movimientos que reflejan con bastante acierto la enorme inercia que puede tener una criatura de varias toneladas de peso.
El combate con King Kong es simplemente brutal, en el sentido literal de la palabra-. Como humano, que usa una visión en primera persona a modo de FPS, te sientes totalmente inútil, arrojando lanzas o utilizando armas de fuego que no hacen sino cosquillas a las criaturas de las que debes huir. Como King Kong, ahora en tercera persona, tienes una capacidad de hace daño colosal, pudiendo descargar poderosos golpes o usar llaves. Aquí también se nota el gusto por el detalle del equipo de Michel Ancel, con un trabajo de cámaras que hace que la acción resulte todavía más caótica y salvaje de lo que es. Las criaturas gritarán y gemirán, los golpes que se den hacen templar la tierra y dejan una gran sensación al espectador.
Ampliar
King Kong tiene muy poco que ver con los tradicionales juegos basados en la película, ya que está siendo mimado primero por el director de la propia película, que se ha implicado plenamente en el proyecto, y luego por un desarrollador conocido por la gran calidad que suele imprimir a sus títulos. Es cierto que los juegos basados en películas suelen depender en buena medida del éxito que tenga la propia película, pero en el caso de este título, está claro que brilla con suficiente luz propia como para poder 'independizarse' de la influencia cinematográfica.